A paso firme avanza el proyecto de Cápsulas Autónomas Agrícolas (CAA), creado por Alfonso Meroño y Maximiliano Ichazo, ganador del Concurso Ideas 2023 del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria).
Esta propuesta, que se basa en el diseño de dispositivos que operan para medición y monitoreo de variables climáticas en áreas de producción, se está desarrollando en la Patagonia, más precisamente en el Valle Inferior del Río Chubut.
Los creadores informaron que por estos días se está trabajando en las primeras etapas de desarrollo de prototipos, “con resultados muy alentadores”, y explicaron que “con el proyecto buscamos diseñar cápsulas que tengan sensores y actuadores para la actividad agrícola de la Patagonia con software y hardware de desarrollo propio, que utilicen componentes de fácil abastecimiento”.
A través del Concurso Ideas, los investigadores accedieron a un premio monetario y la colaboración técnica del Nodo Tecnológico de la Región Patagónica del INTA, con el asesoramiento de los técnicos Santiago Casiraghi y Erica Colombani.
“En cuanto tuvimos las primeras noticias de los resultados del Concurso de Ideas, nos enfocamos en armar una detallada planificación, teniendo en cuenta el desarrollo del hardware (sensores, tipos de testeo, alimentación de energía, tecnologías para comunicaciones en zonas remotas, lo duro del clima y las condiciones, rangos climáticos), la arquitectura del ecosistema de software partiendo desde las cápsulas, hasta servidores de comunicaciones, dashboards, data loggers y diferentes configuraciones”, describieron, para luego agregar: “Fue un trabajo muy arduo, pero muy entretenido desde el punto de vista profesional y nos ayudó a poder comenzar a desarrollar prototipos de distintas especificaciones en un plazo muy corto”.
Un dato a tener en cuenta es que los creadores de la idea viven uno en Trelew (Chubut) y el otro en Villa la Angostura (Neuquén), por lo cual gran parte del trabajo de investigación lo realizan en conjunto, pero de forma remota o virtual.
Sobre esta particularidad, Meroño reconoció que “esto genera algunas dificultades, pero también fortalezas importantes, porque todo en el proyecto nace pensado para distancias enormes como son las que hay en la Patagonia. También nos permite experimentar con condiciones variadas y extremas”.
Sobre el avance del proyecto, Ichazo precisó que “ya pudimos construir y tener en evaluación cinco cápsulas que tienen sensores de temperatura y humedad con distintos tipos de comunicaciones y alimentación”.
En mayo de este año, con el apoyo del equipo del Nodo Patagonia, “colocamos una cápsula en una chacra de un productor de cerezas en la región del VIRCH (Valle Inferior del Río Chubut). La idea con estos primeros prototipos es poder avanzar en el desarrollo de la tecnología para poder generar alertas tempranas y confiables de heladas”.
En este contexto, los investigadores aseguraron que “tener una cápsula instalada en una unidad productiva real es un paso enorme para el proyecto, porque nos permite tomar mucha información de las condiciones reales, así como identificar parte del potencial valor que se puede generar con innovación y tecnología”.
A partir de este avance lo que queda por delante “es aprovechar el feedback de las cápsulas ya instaladas e implementar ideas para aumentar la cobertura enfocados en la tecnología, para dar soporte a la producción de fruta de alto valor agregado. Creemos profundamente que la implementación de nuevas herramientas de tecnología del conocimiento combinadas con el agro, tienen un potencial enorme en la región patagónica y en nuestro país”, remataron.
Por Pablo Salinas
Fuente: Expoagro