Una inquietud permanente desde hace varios años es intentar conocer hacia donde se dirige la fruticultura y la matriz productiva del Alto Valle de Rio Negro, por lo que diferentes actores han expresado sus ideas y realizado propuestas en distintos momentos de la historia reciente.

En el año 2017 INTA Alto Valle inicia sus primeros aprontes para efectuar una prospectiva sobre la fruticultura regional mediante una metodología científica y participativa. Durante ese año y el 2018 comienza el estudio para definir cual será la metodología a utilizar y la manera de llevar a cabo esta prospectiva. Su impulsor fue el Dr. Enrique Sánchez, coordinador nacional de Fruticultura. Objetivo principal: Identificar/construir posibles escenarios futuros del sector frutícola que orienten el accionar de la EEA y sus ámbitos de influencia al 2035, a través de la disciplina prospectiva, con un enfoque multidimensional.

Los autores mencionan que el presente trabajo tiene un enfoque sistémico, multidisciplinario y estratégico, con la prospectiva como metodología de respaldo. Se usa la metodología IGO/MICMAC*, Importancia y Gobernabilidad, que permite priorizar las variables según su grado de pertinencia, pero además indica el grado de control o de dominio que se tiene sobre cada una de ellas.

En este proyecto participaron a través de modalidad presencial y virtual 157 personas de distintos sectores ligados a la actividad frutícola realizando entrevistas y talleres durante los años 2019 y 2020.

Cabe destacar que la metodología IGO/MICMAC se constituye en una herramienta de apoyo para delinear objetivos y metas en etapas sucesivas del proceso prospectivo para la construcción de escenarios futuros para el sector frutícola. Se trabajó con 23 variables complejas que se valoraron a partir de los criterios básicos de Importancia y Gobernabilidad; entendiendo la Importancia como la pertinencia o relevancia de las variables en función de su capacidad de contribuir a la sostenibilidad del sistema frutícola regional al 2035, y la Gobernabilidad como la capacidad para controlar, dominar o incidir por parte de los actores la evolución de las variables del sistema frutícola regional al 2035.

Las variables según su naturaleza fueron agrupadas en cinco dimensiones críticas (económica, socio-cultural, ambiental, tecnológica y político institucional) que actualmente condicionan o determinan la sostenibilidad del sector en el territorio.

En el siguiente paso se analizó el contexto global, nacional y regional de la fruticultura , las organizaciones ligadas al sector y las propuestas que se efectuaron en el pasado con el objetivo de dinamizar el sector.

En el contexto global se analizan las producciones y exportaciones de materias primas y dentro de estas las frutas de los principales bloques económicos aportando cifras sobre las mismas.

En el contexto nacional se analiza el entramado productivo nacional y en este se destaca que casi la tercera parte de las exportaciones corresponden al complejo exportador oleaginoso (30,5 %), seguido por el sector cerealero (17,4 %) y en tercer lugar por el sector bovino (8,0 %). Recién en el 4º, 5º y 6º lugar aparecen los primeros tres sectores de base no agropecuaria (automotriz, con el 7,9 %, petrolero con el 6,7 % y metalífero con el 6,8 % respectivamente). El sector frutícola se ubica en el 7º lugar con el 4 % del total de las exportaciones, representadas principalmente por uva, limón y frutales de pepita.

En el contexto regional o local se analiza las cadenas de frutales de pepita tanto para fresco como para proceso industrial, destino de la fruta, economía de los sectores, tendencias productivas y estadísticas del sector.

A partir de estas dos primeras etapas se llega a la etapa final donde se condensa la metodología del trabajo desde su inicio. Se realiza la construcción colectiva de escenarios, se caracterizan las fuerzas impulsoras y su relación con el sistema frutícola y el territorio del Alto Valle, y se presentan cuatro escenarios posibles.

De todas las fuerzas impulsoras, creo determinante la mencionada como Estabilidad/Contexto Macro ya que sin esta no es posible que los actores económicos tomen decisiones de inversiones en fruticultura las cuales necesariamente son a mediano y largo plazo y significan altas inversiones por hectárea y de mediano plazo de recupero.

Cuando me refiero a esta Estabilidad y Contexto Macro hago énfasis en tener un tipo de cambio que permita exportar y también importar y que se mantengan a lo largo de diferentes gobiernos sin cambios bruscos o contradictorios.

Por otro lado las otras Fuerzas Impulsoras mencionadas algunas dependen de nosotros y otras de los contextos externos y no manejables.

Entre las primeras tenemos: leyes laborales, logística, infraestructura, disponibilidad de mano de obra, ordenamiento territorial, tecnología aplicada, acuerdos fitosanitarios. No se menciona explícitamente el tema impositivo el que creo debería incluirse en todo análisis ya que representa un punto importante en la toma de decisiones como por ejemplo la eliminación de Ingresos Brutos, Impuesto al cheque, evaluación de los saldos técnicos de IVA, etc.

Entre las Fuerzas Impulsoras que no dependen del factor local se mencionan: evolución de los precios internacionales y cambio climático. Obviamente que a estas Fuerzas podemos mitigarlas a través de acciones que se tomen en el territorio o en el propio sector frutícola.
Finalmente, los cuatro escenarios presentados en el Estudio Prospectiva Frutícola del Alto Valle del Rio Negro en el 2035 son: Continuidad , Muevo Equilibrio, Colapso,

Transformación

Considero que los dos escenarios posibles son los dos primeros o sea Continuidad y Nuevo Equilibrio que se darán por separado o como una conjunción de los mismos, con participación diversa según los actores. No veo un escenario de Colapso en este corto período de tiempo y tampoco uno de Transformación al menos de manera general, aunque algunos actores podrán caer en estos dos escenarios o al menos en parte de ellos.

Fuente: Masp.lmneuquen