Buenos Aires - En el marco del Día Mundial de las Zoonosis, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) destaca la importancia de las acciones para prevenir esas enfermedades, que pueden afectar la salud pública y la producción y comercialización de productos de origen animal.
Una zoonosis es una enfermedad que se transmite de los animales a las personas, producida por diferentes agentes infecciosos. Estos patógenos pueden ser bacterias, virus, parásitos u hongos y contagiarse a las personas por contacto directo o a través de los alimentos, el agua o el ambiente.
Representan un problema importante de salud pública en todo el mundo debido a la interacción entre humanos y animales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen más de 200 patógenos que pueden producir enfermedades zoonóticas y representan un importante porcentaje de las enfermedades nuevas y existentes en los humanos.
Tuberculosis bovina, brucelosis y triquinosis
La tuberculosis bovina es una enfermedad infectocontagiosa producida por la bacteria Mycobacterium bovis que puede transmitirse a otros animales como los porcinos, ovinos, caninos, felinos, animales silvestres y también a las personas. Por tratarse de una enfermedad zoonótica, se considera de riesgo profesional y puede afectar a trabajadores rurales, de la industria frigorífica, tamberos y veterinarios.
Las personas pueden contraer la TBB del ganado por vía aerógena, oral o cutánea. En el primer caso, puede desarrollar una enfermedad pulmonar; en las otras vías, la enfermedad se manifiesta como formas extrapulmonares (digestiva, ganglionar, cutánea). Desde el Senasa se trabaja en el control y erradicación de esta enfermedad realizando los controles correspondientes en frigoríficos, tambos y rodeos.
La brucelosis, en tanto, es definida como una enfermedad infectocontagiosa de carácter zoonótico, producida por la bacteria Brucella sp que puede afectar a muchas especies de animales, particularmente a bovinos, cerdos, cabras, ovejas, camélidos, ciervos, caballos, caninos y otros mamíferos. Es generalmente asintomática en hembras no gestantes -la infertilidad puede ser uno de sus signos clínicos-, mientras que en las gestantes puede causar abortos, y el nacimiento de animales débiles.
Por su parte, la triquinosis es producida por Trichinella spp., un parásito cuyas larvas se alojan en los músculos de los animales. Afecta principalmente a los cerdos domésticos y a algunos animales silvestres como los jabalíes y los pumas. Los cerdos adquieren el parásito al comer carne con larvas de Trichinella, lo que puede ocurrir si son criados en malas condiciones higiénico-sanitarias (presencia de basura, residuos alimenticios crudos, roedores, etc). Se transmite a las personas al consumir carne insuficientemente cocida.
Recomendaciones generales para la prevención
Tuberculosis bovina y brucelosis
-No consumir leche cruda. Consumir leche y derivados lácteos producidos con leche pasteurizada.
-Cumplir con las medidas sanitarias necesarias para evitar el ingreso de la enfermedad al rodeo.
-Realizar los saneamientos según la normativa vigente.
-Utilizar los elementos de protección personal adecuados en el manejo con los animales.
Triquinosis
-Adquirir chacinados y embutidos de origen porcino o de animales de caza, que hayan sido inspeccionados y certificados por el Senasa u otros organismos provinciales o municipales.
Los productos deben estar identificados con una etiqueta que garantice su correcta elaboración.
-No comprar productos de origen desconocido que no poseen etiquetas.-Cocinar bien la carne de cerdo, hasta que desaparezca el color rosado en su interior.
-No consumir carne porcina o silvestre ni productos derivados de la misma, antes de saber que el análisis de laboratorio que detecta la triquinosis resultó negativo.
-Quienes se dedican a la producción deben respetar las normas establecidas por las autoridades sanitarias para la tenencia y la cría de cerdos. Además, si realizan faena casera para autoconsumo, deben remitir una muestra de entraña de cada cerdo a un laboratorio para que sea analizada.
El cuidado de los animales de producción ayuda a reducir la posibilidad de que se produzcan brotes de enfermedades zoonóticas de origen alimentario, a la vez que el agua potable y la correcta eliminación de desechos también resultan esenciales. Las campañas educativas y de comunicación destinadas a promover el lavado de manos después del contacto con animales, entre otras medidas, resultan eficaces para reducir la propagación de las enfermedades zoonóticas.
Por último, es clave considerar que la notificación inmediata al Senasa acerca de la aparición de determinadas enfermedades animales es de importancia fundamental para la protección de la ganadería nacional y la salud pública. Esta comunicación puede hacerse personalmente o por teléfono en las oficinas locales, vía correo electrónico a notificaciones@senasa.gob.ar, mediante la aplicación “Notificaciones Senasa” o completando el siguiente formulario.