Los precios de la soja siguen bajo una racha negativa.

Veamos porqué.

En primer lugar, está el clima en EE.UU.

Los valores de la soja se reducen en la rueda diaria de Chicago a consecuencia las esperadas lluvias, ocurridas durante el fin de semana, gran parte del Medio Oeste.

A ellas se sum la humedad generada por la tormenta tropical “Beryl”. Todo indica que tal tormenta se desplazará desde Texas hasta Illinois e Indiana, entre el martes y el miércoles, aportando precipitaciones de considerable volumen a su paso.

Este cuadro provee una mirada más optimista sobre la producción en EE.UU., siempre y cuando la tormenta no llegue con granizo que pueda perjudicar las plantas.

Brasil ¿una higuera?

En segundo lugar, está el cuadro cambiario en Brasil, principal productor de soja del mundo.

El valor del real brasileño sigue su larga tendencia negativa.

Es cierto que hubo algunos saltos positivos, pero la tendencia de depreciación de esta moneda respecto al dólar es duradera.

El gráfico nos muestra cómo desde el año 2015, el dólar va en permanente suba. Y cómo en el año 2020, pega un salto abrupto.

Es creencia popular que aquella persona que se recueste bajo la sombra de una higuera despertará con dólar de cabeza. ¿Será así?

No lo sabemos. Pero sí sabemos que Brasil hoy es una sombra negativa para los precios en el mercado global.

El país vecino todavía tiene mucha mercadería, de la campaña 2023/2024, por vender. Hay cerca de 95 millones de toneladas de soja comercializadas, tras una cosecha cercana a un volumen de 147,50 millones de toneladas.

Así las cosas, falta comercializar casi 52 millones de toneladas. Un volumen impresionante.

La devaluación, más pronunciada aun desde mayo, ha tenido un claro efecto.

El mayor ritmo de ventas de soja se hizo evidente desde de mayo. Y se pronunció más recientemente.

Este fenómeno ha generado una presión bajista sobre las cotizaciones de la oleaginosa en la Bolsa de Chicago. Ello ha golpeado mercados como el argentino vía precios.

De acuerdo a la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales de Brasil (ANEC), durante junio las exportaciones de soja sumaron 13.942.303 toneladas, por arriba del volumen de 13.368.620 toneladas de mayo.

Durante el primer semestre del año, los despachos quedaron casi un 2% por arriba de igual segmento de 2023.

Para julio, se aguarda que este porcentaje crezca, pese a la menor producción.

Obviamente, el tipo de cambio en Brasil estimula la exportación. Bestialmente.

El panorama, por el momento, no luce halagador, mucho más si consideramos la política cambiaria e impositiva que sufre la producción local.