La transición intermensual ya se había presentado con las primeras irrupciones de aire frío y esto comenzó a validarse con la persistencia de vientos del sector sur que comenzaron a condicionar la llegada de masas de aire tropical. Esto rápidamente tuvo una señal sobre el comportamiento de las precipitaciones. Si bien la circulación de aire húmedo en capas bajas no se ausento por completo, la estructura de la atmosfera media no fue favorable para los movimientos verticales, salvando las zonas antes mencionadas. Bajo estas circunstancias, se dieron muchas jornadas con fuerte despliegue de nubosidad y también se favorecieron las neblinas y bancos de niebla, algo que aún persiste en esta primera quincena de junio.
Como podemos ver en el mapa, los acumulados pluviales de mayo, presentan un claro corrimiento de los máximos hacia áreas mesopotámicas, principalmente hacia la provincia de Misiones, donde en los primeros días del mes ya se habían superado los doscientos milímetros. El centro este entrerriano presenta un máximo secundario y la zona de influencia de Bariloche, se destaca con más de ciento cincuenta milímetros, con intensas nevadas a comienzos de mes. También son abundantes las lluvias en el entorno de Comodoro Rivadavia.
Luego, al recorrer el resto de las regiones del país, vemos una oferta de agua mínima para lo que aún puede dejar el mes de mayo. Si bien es un mes de transición hacia el trimestre frío y normalmente opera una retracción en los totales pluviales, este retroceso ha sido destacado. Además el contraste con el comportamiento que caracterizó al mes de abril, lo hace más notorio. Como mencionamos, esto está vinculado a condiciones de circulación de escala regional, sobre todo a ingreso de masas de aire frío y a una atmosfera muy estable.
Esta escasez de lluvias sobre la región pampeana se fue afianzando en todo el país durante la segunda parte de mayo, incluso en la Mesopotamia, donde si bien siguieron apareciendo algunos eventos, los mismos disminuyeron significativamente su volumen.
Las lluvias registradas en Mayo, comparadas con los valores estadísticos dejan un despliegue muy extendido de una anomalía negativa, sobre todo en la región pampeana, lo cual es un fuerte contraste con el mes de abril.
La escasez de lluvias se impuso también en la mayor parte del NEA, una zona donde mayo ofrece las últimas posibilidades de lograr recargas de valor. La escasez de precipitaciones se extendió desde la región pampeana hacia la estepa patagónica, contrastando con lo sucedido sobre Neuquén. Se dieron lluvias normales o con algunos corrimientos positivos en la zona semiárida del oeste, pero en esta época del año, estos desvíos positivos, aunque correctos estadísticamente, no tienen importancia real. Las lluvias más abundantes estuvieron concentradas en la provincia de Misiones, donde se quebró la barrera de los trescientos milímetros, con una fuerte concentración inicial.
A lo largo del mes de mayo, la ausencia del sol también fue una característica persistente. Hubo muy pocas jornadas con cielos despejados, sobre todo con persistencia de esta condición. Viniendo de un abril muy lluvioso, aun cuando la oferta de agua se fue moderando, algunos sectores vieron demorada la mejora para el avance de la cosecha.
En cuanto al comportamiento térmico, el resumen del mes de mayo, se caracterizó por un despliegue muy generalizado de temperaturas por debajo de los valores normales, tanto en sus valores máximos como en las mínimas. Las irrupciones de aire frío, con una de origen polar, dejaron las primeras heladas del año en la zona central del país. Por otra parte, las máximas estuvieron condicionadas en su crecimiento por la nubosidad. Solo la provincia de Misiones, escapo a esta característica de las temperaturas del mes de mayo.
En efecto, sobre el norte de la Mesopotamia, los promedios fueron más cercanos a los normales o con ligeros desvíos positivos. Igualmente, esta provincia tuvo algunas jornadas que bien podrían considerarse de invierno, algo que fue más común para el resto del país.
En los primeros diez días de junio, las precipitaciones que se han registrado son prácticamente nulas, salvando algunas más importantes en el noroeste de la Patagonia, donde la influencia del sistema de baja presión que afecta el centro sur de Chile es más importante y razonable que ocurra, sobre todo en el oeste de RN y sur de NQ. En algunos sectores de la región pampeana se han registrado lloviznas por la sobresaturación del aire, incluso algunos chaparrones débiles en la zona de influencia del Río de la Plata.
En estas últimas jornadas, se ha observado una importante recomposición de la circulación de aire del sector nor noreste. Si bien esto se refleja tanto en el aumento de la temperatura como de la humedad, las condiciones dinámicas presentes no tienen capacidad para transformar en lluvias este vapor que queda concentrado en las capas bajas de la atmosfera. Solo algunas lluvias en el sur bonaerense y el noreste de la Patagonia pueden aparecer en el corto plazo y luego moverse por la franja este hacia el norte de la Mesopotamia.
Si bien desde el viernes hay un cambio en la circulación al sector sur sudoeste, el frio fuerte y la evolución hacia condiciones invernales, recién se establecerá desde mediados de la semana próxima en adelante.