En el mismo lapso, los fondos especulativos en Chicago han desarmado fuertemente sus posiciones vendidas, las que en algunos casos, se encontraban en récords históricos. La resistencia a la baja en la inflación en Estados Unidos desalienta a las autoridades de la Reserva Federal, por lo que los recortes en la tasa, si es que los hay y es más de uno, devengarían su fecha para el último cuatrimestre del 2024.
Desde el punto de vista productivo, los mercados comienzan a observar el desarrollo de la campaña 2024/25 en el hemisferio norte, en donde el mercado climático, acapara gran parte de la atención.
SOJA
Con las labores de cosecha prácticamente llegando a su fin, la Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB) estima que la producción brasileña de soja alcanzaría los 147,6 millones de toneladas durante el ciclo 2023/24, posicionándose en los registros históricos como la segunda más elevada. Respecto del mes de abril, el volumen estimado se incrementó en más de un millón de toneladas, consecuencia de un aumento en la estimación del área sembrada. Sin embargo, dicho incremento fue menor al que podría haberse reflejado en las estadísticas, debido a las inundaciones ocurridas en el estado de Rio Grande do Sul.
Dicho Estado forma parte de la región sur de Brasil, la cual produciría aproximadamente el 30% de la soja del país en la campaña 2023/24. Rio Grande do Sul, representaría el 50% de la producción de la región. Al momento de las inundaciones, se llevaba cosechado aproximadamente el 60% del área, actualmente, la cosecha presenta un avance del 90%. Si bien fue ajustada la producción estimada, las pérdidas aún no están definidas. Algunas fuentes de mercado las ubican entre 3 y 8 millones de toneladas, las cuales no parecerían muy significativas al observar el agregado del país. Lo importante a analizar será el impacto que este fenómeno climático tenga en la estructura de logística (infraestructura, caminos, accesos a puertos, y demás.) llegado el momento de comercializar el grano.
En Argentina, según la estimación de la Secretaría de Bioeconomía, la producción de soja rondaría los 49,7 millones de toneladas. Al 23/05, la cosecha presenta un avance sobre el 77% del área destinada al cultivo, ubicándose por debajo del 81% observado durante el ciclo previo a la misma fecha. Dicho retraso, puede ser explicado por las lluvias ocurridas, las cuales dificultaron el acceso a los lotes.
Desde mediados de abril el precio de la soja ha subido casi USD 40 Tn, mostrando una fase correctiva dentro de una tendencia principal que, por el momento, continúa siendo bajista. De seguir el movimiento al alza, el precio empezará a testear niveles importantes en términos de resistencias técnicas. Acompañando a dicho movimiento, se observó una fuerte caída en las posiciones vendidas de los fondos especulativos en Chicago, las cuales se ubicaban en máximos históricos.
Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), en su publicación del informe mundial de estimaciones de oferta y demanda correspondiente al mes de mayo, la producción mundial de soja durante la campaña 2024/25 alcanzaría un volumen récord de 422 millones de toneladas y la relación stock/ consumo sería del 32%, posicionándose por encima del promedio histórico del 24% y, además, como la segunda más alta de las últimas veintitrés campañas.
En Estados Unidos, el área destinada a soja se incrementaría un 3,5% respecto el ciclo previo, alcanzando un total de 35 millones de hectáreas, de las cuales se obtendría una producción de 121 millones de toneladas. En cuanto a la relación stock/consumo, se estima un incremento de dos puntos porcentuales respecto el ciclo previo, posicionándose en un 10%.
Las labores de siembra presentan un avance sobre el 68% de área, ubicándose cinco puntos porcentuales por encima del promedio de las últimas cinco campañas. Sin embargo, a la misma fecha durante la campaña previa, dicho porcentaje ascendía al 78%. Este retraso puede deberse a las continuas lluvias en las principales zonas productoras. Actualmente, en dichas zonas, solo el 7% experimenta condiciones de sequía, en comparación al 20% observado el año anterior en la misma fecha.
China, principal demandante de soja a nivel global y cuyas compras representarían más del 60% del volumen importado a nivel mundial, demandaría 109 millones de toneladas para su molienda durante el ciclo 2024/25, lo cual sería récord. Sin embargo, al observar la evolución del PBI de la potencia asiática, el mismo se encuentra atravesando una desaceleración en su crecimiento. Motivo por el cual, es poco probable que el récord de importaciones se materialice, pudiendo ajustarse dicha proyección en los próximos reportes.
MAÍZ
La CONAB estima una producción brasileña de maíz que alcanzaría los 111,6 millones de toneladas durante el ciclo 2023/24. De dicho volumen estimado, el 77% está compuesto por el maíz safrinha, sobre el cual empezarán los labores de cosecha en junio, y la producción para el presente ciclo se estima en torno a los 86 millones de toneladas, un 16% por debajo de lo obtenido durante la campaña previa, cuyo volumen fue récord.
En Argentina, la Secretaría de Bioeconomía, aumentó un 2% su estimación de superficie sembrada, la cual rondaría los 10,9 millones de hectáreas. Al 23/05, se habrían finalizado las labores de cosecha sobre el 36% de dicha área. Para el ciclo 2023/24, se obtendría una producción estimada en 55 millones de toneladas, un 33% por encima de lo observado la campaña previa. Sin embargo, entidades privadas como la Bolsa de Comercio de Rosario, estiman una producción en torno a los 47,5 millones de toneladas debido al daño causado por la chicharrita, los cuales, a medida que se intensifiquen las labores de cosecha podrían ir acrecentándose, generando nuevos recortes en la producción estimada.
Para la campaña 2024/25, el USDA estima una disminución en 8 millones de toneladas de la producción mundial de maíz, la cual se aproximaría a los 1220 millones de toneladas. Por su parte, el consumo a nivel mundial se incrementaría en 5 millones de toneladas, en consecuencia, los stocks finales durante esta campaña caerían levemente respecto el ciclo previo. De todas maneras, la relación stock/consumo, prácticamente no se modificaría y se ubicaría por encima del promedio histórico, posicionándose en un 25,6%.
En Estados Unidos, se sembrarían 36,4 millones de hectáreas (-5% respecto 23/24) y la producción alcanzaría los 377,5 millones de toneladas durante el ciclo 2024/25, disminuyendo un 3% respecto el récord productivo alcanzado durante la campaña previa. Al momento, se presenta un avance de siembra sobre el 83% del área destinada al cereal, porcentaje que se encuentra en línea al promedio de las últimas cinco campañas.
A causa del récord productivo de la campaña anterior, el stock inicial para el presente ciclo es el más alto de las últimas cinco campañas, por lo que a pesar de que las estimaciones de consumo y de exportaciones exhiban incrementos respecto la campaña 2023/24, la relación stock/consumo se incrementaría, alcanzando un 14,2%, ubicándose un punto porcentual por encima del promedio y levemente por encima de la observada durante el ciclo previo.
En las principales zonas productoras de maíz estadounidense, el 10% del área experimenta condiciones de sequía, en comparación al 26% observado el año anterior en la misma fecha. Similar a lo comentado en el caso de la soja, las continuas lluvias han generado una mejora en este aspecto. Sin embargo, y el siguiente análisis es válido para ambos cultivos, será importante analizar la evolución de dichas lluvias y el impacto que podría en lo que queda de la siembra y el posterior desarrollo de los cultivos. En la actualidad, aproximadamente un 58% del maíz sembrado se encuentra emergiendo, mientras que en el caso de la soja el porcentaje es del 39%. En los próximos días, se prevén probabilidades de lluvias por encima de lo normal en gran parte de las principales zonas productoras de ambos cultivos estivales.
Al igual que la soja, desde mediados de abril, la cotización del cereal ha tenido un repunte en el mercado de Chicago de más de USD 10 Tn. Sin embargo, este incremento es de menor magnitud que el de la oleaginosa y que el del trigo, como se verá a continuación. Esto puede deberse a que si bien los fondos en Chicago han desarmado parte de sus posiciones vendidas, de los tres cultivos mencionados es en maíz en donde más se encuentran vendidos actualmente. Además, los elevados stocks iniciales y el incremento en la relación stock/consumo, ambas variables para los Estados Unidos, generan cierta tranquilidad en los operadores en Chicago.
TRIGO
En su reporte de mayo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos proyectó una producción mundial de trigo de 798,2 millones de toneladas para la campaña 2024/25, y de concretarse, se convertiría en la mayor producción de la historia. Sin embargo, se prevé que disminuyan los stocks finales al final del ciclo respecto el observado el ciclo previo, por lo que la relación stock/consumo se ubicaría levemente sobre el promedio.
Durante los meses de julio, agosto y septiembre tendrá lugar la cosecha de trigo en el hemisferio norte . Rusia, principal exportador de trigo a nivel mundial, obtendría una producción de 88 millones de toneladas ubicándose un 4% por debajo de los 91,5 millones de toneladas alcanzadas la campaña previa. De todas maneras, el volumen estimado sería uno de los más elevados al observar las últimas dieciocho campañas. Dada a la importancia de Rusia, el clima que acompañe al cereal durante el mes de mayo, en donde para el trigo de invierno es el mes previo a al comienzo de la cosecha, será un factor que añadirá volatilidad al mercado.
Las exportaciones a nivel mundial, se estiman en 216 millones de toneladas, prácticamente en línea a lo observado el ciclo previo. Rusia, llevaría al mercado 52 millones de toneladas, un 3% menos que lo exportado la campaña pasada, como consecuencia de una menor producción estimada. Le siguen en el ranking la Unión Europea con 34 millones de toneladas, Canadá con 24,5 millones de toneladas, Australia con 22,5 millones de toneladas y por último, Estados Unidos con 21 millones de toneladas. Dichos países, explicarían el 70% de las exportaciones mundiales de trigo.
En los Estados Unidos, la producción estimada alcanza los 50,6 millones de toneladas, posicionándose como el valor más alto de las últimas tres campañas. El 48% del trigo de invierno se encuentra en condiciones buenas y excelentes, superando ampliamente al 34% observado a esta la misma fecha durante la campaña previa. En cuanto al trigo de primavera, la siembra presenta un avance del 88%, siete puntos porcentuales por encima del promedio de las últimas cinco campañas. En cuanto a las áreas productivas que experimentan condiciones de sequía, dicho porcentaje se estima en un 25% para el trigo de invierno y un 3% para el trigo de primavera, en contraposición al 47% y al 8% durante el año previo.
Desde los últimos días de abril hasta la fecha, se ha observado una suba en la cotización del cereal en el mercado de Chicago. Pasando de aproximadamente USD 197 Tn a superar los USD 250 Tn, abriéndose camino para testear importantes resistencias técnicas. En este mismo lapso temporal, las posiciones vendidas de los fondos especulativos en Chicago, cayeron aproximadamente un 70%.
En Brasil, la cosecha de trigo presenta un avance del 29,5% sobre las 3 millones de hectáreas destinadas al cereal, de las cuales se obtendría una producción de aproximadamente 9 millones de toneladas. La región sur produciría más del 80% del cereal brasileño, y de ese porcentaje, Rio Grande do Sul ponderaría el 55% de la producción. Sin embargo, aún no se han iniciado las labores de siembra en dicho estado, tareas que seguramente tendrán sus desafíos una vez que se drene el agua de los lotes y tenga que ingresar la maquinaria. Al momento, se estiman unas importaciones brasileñas de trigo en torno a los 6 millones de toneladas, nivel que podría incrementarse en los próximos reportes.
Según el USDA, durante la campaña 2024/25 Argentina produciría 17 millones de toneladas de trigo, resultado de un rinde promedio de 30 qq/ha y un área a cosechar de 5,5 millones de hectáreas. Dichas hectáreas, implicarían una disminución en el área respecto el ciclo previo. De todas maneras, si bien aún no hay estimaciones oficiales de entidades argentinas, las condiciones climáticas favorables, los precios actuales y el potencial incremento en la demanda de Brasil, lo cual presionaría sobre los precios disponibles internos, hacen tentadora la siembra del cultivo en el país. En este sentido, la Secretaría de Bioeconomía, proyecta un incremento en la intención de siembra del 4,2% respecto la campaña previa.
Fuente: Bolsa de Cereales de Cordoba