Esta declaración es realizada ante la implementación de estos sistemas de etiquetado en la mayoría de los países de nuestra región, en la cual se pone especial énfasis en lo diferente que son la leche y los lácteos en cuanto a su aporte nutricional y como estos sistemas no lo consideran.
Ante la implementación de sistemas de Etiquetado Nutricional Frontal de Alimentos en la mayoría de los países de nuestra región, la Federación Panamericana de Lechería declara que:
La Leche es el alimento más completo para el ser humano, por sus incomparables características nutricionales. Contiene Proteínas de Alto Valor Biológico, diversas Vitaminas y Minerales imprescindibles para la nutrición Humana, es la fuente por excelencia del calcio dietario y aporta grasas esenciales para el correcto desarrollo cognitivo del niño. Por estas razones la Leche es un alimento insustituible en la alimentación de las personas durante todo el ciclo de vida.
Es necesario propiciar políticas que lleven a la prevención de las Enfermedades No Transmisibles (ENT), las cuales tienen una alta incidencia en la población y con tendencia a crecer.
Debe destacarse la importancia que tiene implementar una dieta saludable para ayudar a controlar los factores causantes, desencadenantes o coadyuvantes de las Enfermedades No Transmisibles (ETN).
Existe gran cantidad y variedad de información que llega al consumidor sobre los aportes nutricionales de los diferentes alimentos y que en muchas ocasiones generan confusión y poca claridad a la hora de seguir una dieta variada, saludable y completa.
La FEPALE respetuosamente solicita a las autoridades gubernamentales de los países de las Américas que están implementando o en vías de implementación de sistemas de Etiquetado Nutricional Frontal de Alimentos, tengan en cuenta las siguientes consideraciones:
a- La leche y los lácteos presentan una excelente matriz alimentaria, que incluye un paquete muy completo de nutrientes que, de acuerdo a innumerables investigaciones científicas, además de su consumo milenario, ha evidenciado diversos beneficios para la salud de las poblaciones. La leche y los productos lácteos son alimentos complejos, en los cuales la particular relación y equilibrio entre sus nutrientes y componentes brindan gran cantidad de beneficios para la salud de los consumidores.
Se destacan nutrientes como el calcio altamente biodisponible y en equilibrio con el Fósforo y la Vitamina D, las proteínas lácteas de alta calidad biológica, la grasa butírica, vitaminas y minerales, todos estos nutrientes que presentan actividades funcionales, contribuyendo a la prevención y a la disminución del riesgo de padecer patologías como osteoporosis, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, stroke, síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, sobrepeso, obesidad y algunos tipos de cáncer como el de colon, además de contribuir notablemente a la formación y conservación de músculos y órganos.
Es así que la leche y los productos lácteos, deberían ser considerados como excepción al sistema que se implemente y analizados en forma separada.
b- Merece especial mención la grasa láctea, la cual presenta diferentes tipos de ácidos grasos en su composición (más de 400), esfingomielinas, gangliósidos y otros componentes siendo ésta muy diferente a las demás grasas animales y aceites vegetales, y de acuerdo a las últimas tendencias en investigación en nutrición ha demostrado que su inclusión en la dieta diaria, en todas las edades, presentan efectos positivos y protectores a la salud cardiovascular, (además) un efecto protector ante el sobrepeso y obesidad, además de aportar grasas fundamentales a través de la membrana del glóbulo graso, que potencian el desarrollo cognitivo de nuestros niños. Es por esto que se considera que la grasa láctea debe tener un tratamiento excepcional en el momento del etiquetado nutricional ya que no es correcto castigar la presencia de grasa láctea en comparación con otras que no tienen beneficios para la salud.
Debido a estas características de la grasa láctea, ésta debería tener una valoración diferente a otros tipos de grasas que son nocivas para la salud y evitar así estigmatizar a todas las grasas de la misma manera.
c- Los actuales sistemas que se implementan o se evalúan para su implementación no consideran la matriz alimentaria, por lo tanto, no son tenidos en cuenta los efectos del alimento en su conjunto en la dieta, si no que se enfocan en nutrientes por separado.
Es así que se recomienda valorar los nutrientes intrínsecos de los alimentos, la leche posee grasas, sodio y lactosa, de tal manera que los derivados lácteos son productos de transformación y no de formulación, por ende tienen los mismos nutrientes intrínsecos de la leche, los cuales son naturales y parte de la matriz del alimento, favoreciendo así una alimentación que fomente lo natural.
d- La utilización de estos sistemas castigan de la misma manera a alimentos con un gran aporte positivo de nutrientes, frente a aquellos que no presentan aportes nutricionales favorables a la salud, generando confusión entre los consumidores y en muchos casos, llevando a decisiones por parte de la población contraria a la buscada, por ejemplo podría suceder que alimentos como la leche o sus derivados, los cuales tienen un valor nutricional muy superior a otros grupos, llevarían más advertencias o sellos que alimentos que son de menor valor nutricional.
e- Se debe considerar que la leche y los derivados lácteos, son aliados en la lucha contra la malnutrición en todas sus formas, en especial la desnutrición infantil y frente a las Enfermedades No Transmisibles, por lo cual preservar sus características nutricionales y comunicarlas correctamente a los consumidores es una tarea conjunta del sector público y privado.
Santa Cruz de la Sierra
En el marco de la reunión del Consejo Directivo de FEPALE