Trigo: las intenciones varían entre sembrar un 30% menos a un 20% más respecto del año pasado
La primera encuesta sobre la intención de siembra de trigo muestra grandes diferencias. Si bien el conjunto de los datos arroja una caída de área de un 5% para toda la región, lo que señala el sector esta semana es muy claro: no se piensa ahora en el trigo, falta mucho por cosechar y preocupan las pérdidas. Tambien el sector coincide en señalar que hay un gran potencial de rinde este año: “las condiciones de humedad en la que parten los perfiles son muy distintas a la de recientes campañas”. Pero lo que más resaltan es que, más allá de mejorar el precio del commodity y bajar algunos insumos, como la urea, los costos aún son muy elevados en campos alquilados. Casi el 70% de la producción en la región núcleo se hace bajo esta modalidad. Pero, hay otra cosa que es diferente este año, hablar de trigo es hablar de todos los temas sensibles del próximo ciclo: finanzas, rotaciones, sorgo y las dudas con el maíz temprano y por supuesto de clima.
El trigo y la “Niña”: ¿porqué a pesar de que hoy se observa un 5% menos de siembra puede terminar sembrandose más este año?
Los ingenieros de Colón resumen muy bien lo que en general está sucediendo, diciendo: “Preocupan los costos elevados del trigo en particular en campo alquilado. Pero acá aumentaría la superficie triguera por cuestiones financieras: el productor necesita sí o sí un ingreso en el medio de la campaña. Aún no ha podido recuperarse del golpe de las tres Niñas consecutivas. Por otro lado, hay muy buena humedad en los perfiles. El trigo es la alternativa más segura para mantener las gramíneas en la rotación con una Niña por delante. Hay incertidumbre con lo que pueda pasar si hay un pasaje masivo a sorgo. Pero más allá de la limitación por falta de semillas, no se sabe cuanta producción el mercado es capaz de absorber de este cultivo. Aparte, las ventas anticipadas de maíz están muy frenadas. El productor va a esperar hasta muy cerca de la siembra para evaluar la superficie de maíz que va a hacer. Si las condiciones de humedad no permiten hacer un maíz en fecha temprana, esta campaña no hay chances de sembrar tardíamente. Y guardarse la semilla para la próxima campaña no es opción”.
Cosecha Soja 1° 2023/24: la más atrasada de los últimos 8 años
¿Se podrá cosechar? La pregunta angustia porque todo se atrasó demasiado y no hay mucho tiempo más para las sojas de primera. Hasta ahora, la cosecha avanzó con severas dificultades y a contrarreloj por las constantes amenazas de lluvias. Se recolectó el 60% del área de soja de primera y el escenario de cosecha es el más difícil de los últimos 8 años.
Los temores de nuevas lluvias obligan a entrar a los lotes pese a todo y la humedad del grano está lejos del óptimo. Además, las plantas están en condiciones muy vulnerables y las pérdidas por desgrane van en aumento. El rinde promedio de la región descendió 2 quintales respecto de una semana atrás. Ahora se ubica en 42 qq/ha. En la zona de Rosario falta por levantar más de la mitad de la soja de primera y hay cada vez más problemas por dehiscencia y hongos como Cercospora. Hay lotes que no se sabe si podrán ser levantados.
“Sin camino no se puede sacar la mercadería”, advierten en la zona. En Marcos Juárez se reportan pérdidas de rinde en sojas que estaban listas para cosechar y no llegaron a entrar las cosechadoras. En Bigand y María Susana hay sectores con problemas de piso y caminos rurales en mal estado. Salen granos con alta humedad. Y se contabilizan pérdidas de rendimiento y de calidad en lotes que todavía no se pudieron cosechar. Desde Baradero y San Pedro solo se cosechó un 5% de la soja y preocupar la pérdida de calidad: “no se levantó casi nada. Hay mucha retención de hojas, tallo verde y en los lotes sembrados más tempranos no se espera que buena calidad de grano”, comentan.
La cosecha maicera continúa trabada en el 70% de avance
Con muchas dificultades por las lluvias, la cosecha avanza muy lenta. En una semana, apenas se sumó un 2%, lo que deja el avance en un 70% del total de la superficie cosechada, sumando unas 610.000 hectáreas. Si lo comparamos con el ritmo normal de los últimos 5 años (desestimando la campaña 22/23), estamos 13 puntos por detrás. Los rendimientos oscilan entre los 80 a 120 qq/ha, con una media de 105 quintales por hectárea. Los mejores resultados se están viendo en el sudeste cordobés, mientras que en el noroeste bonaerense las cifras son más modestas, y promedian los 85 qq/ha.