¿Cómo definirías la temporada de cerezas en Argentina?
La temporada fue muy buena en términos generales para todas las regiones del país. En cuanto a datos del país hemos tenido una temporada récord, en cuanto a producción a nivel nacional con más de 14 mil toneladas y con volúmenes exportables que superamos las 7.192 toneladas.
¿Ha qué factores se debe el crecimiento?
Argentina no está creciendo en superficie. Es muy poco lo que se va plantando anualmente, más o menos en torno a 100 - 200 hectáreas, que básicamente es renovación de huertos o ampliación de empresas que ya están en el negocio.
El crecimiento de Argentina está estancado en superficie de hace más de 10 años.
La tendencia del crecimiento en Argentina está en torno al 10 al 12% interanual y la tendencia es básicamente por mayor eficiencia en la productividad.
Hay un crecimiento modesto pero constante en el volumen exportable, acá vemos que después de dos temporadas que fueron adversas climáticamente, hoy vemos la última temporada con mejores condiciones a nivel de todo el país.
¿Cuáles fueron las principales zonas que destacaron en la producción de cerezas?
Casi todos los distritos productivos tuvieron producciones récord, destacando la provincia de Mendoza, con más de 7.000 toneladas, Neuquén con producciones récord, la provincia de Santa Cruz que llegó a exportar 1.300 toneladas en esta última temporada y tuvo una alta producción y un alto porcentaje exportable.
La provincia que vio mermada su potencial productivo y no pudo expresarse en su plenitud, es la provincia de Río Negro. Al cierre de la temporada, se reflejan como la principal provincia productora de cereza, pero sin embargo a los números esperables tuvo una merma de entorno unas 1.000 toneladas por problemas climáticos.
¿Cómo definirías la calidad y la condición de la fruta?
Ha sido muy buena, se ha reflejado muy bien en los precios en todos los mercados internacionales. Hemos mejorado nuestra performance de precios en China, en Estados Unidos, Europa y Medio Oriente.
En general no sólo ha sido una buena temporada desde el punto de vista productivo, en volúmenes exportable para la Argentina, sino que también ha sido una buena temporada de precios.
Podemos decir que en varios mercados la tendencia en los precios no fue a la baja, como venía siendo en temporadas anteriores, sino que se mantuvo y en algunas ventanas como de fruta primicia tuvimos buenos precios.
Los productores tuvieron una rentabilidad del negocio que es alentadora.
La producción desde Mendoza hasta Santa Cruz tuvo un retraso en torno a 7-10 días de atraso, eso hizo que las cerezas tempranas ingresan más tarde al mercado y no se pudo capitalizar al 100% la oportunidad coyuntural de la falta de fruta chilena, sobre todo en el mercado chino.
¿Cuáles son las principales variedades exportadas?
Seguimos con una participación varietal similar a la de Chile, nuestra principal fruta temprana es Royal Down, después seguimos con Santina, Lapins, Sweet Heart y en los últimos años se está posicionando muy fuerte Regina.
Después aparecen variedades Kordia es fuerte en las regiones australes, específicamente en Chubut y Santa Cruz va incrementando su participación.
Y están apareciendo a nivel comercial nuevas variedades, que van ampliando la oferta temprana, como Nimba, Pacific Red y Friscos.
¿Cuáles son los principales mercados de destino?
No somos China dependientes. Argentina está diversificada en el mundo, eso genera otra oportunidad.
Manejamos pocos volúmenes por lo que tenemos una elasticidad que nos permite exportar el 79% de nuestros envíos por vía aérea y movernos es mucho más plástico.
Esa elasticidad que puede ser positiva, cuando el mercado chino ya no reciba tanta cereza, chilena, esa cereza chilena va a ir a los otros mercados y va a generar una baja de precio donde ahí la rentabilidad argentina va a entrar en juego.
¿Qué desafíos enfrenta la industria a largo plazo?
Siempre la calidad, es la que mejor va a cotizar, eso se ve en todas las temporadas. Cuando uno maneja poco volumen tiene que diferenciarse, no hay otra forma.
El año pasado sacamos una denominación de origen, que tiene que ver con la cereza más australes del mundo, es una condición que cuando uno maneja poca escala, tenga alta calidad y eso permite tener reconocimiento más allá del volumen y que puedas convivir con la oferta voluminosa de otros oferentes. Son las dos posibilidades de subsistir y de mantenerse vivo en el mercado.
¿Qué innovaciones se implementaron en la campaña?
Este año comenzamos a trabajar en la denominación de origen, después de la implementación vienen las acciones de marketing y visibilidad de lo que significan las cerezas más australes del mundo.
Esperamos que para la campaña que viene tengamos lista la implementación de la denominación y en consecuencia deberíamos de comenzar a trabajar en la promoción generando productos en el transcurso de este año.
¿Qué mensaje le envía a la industria?
La industria argentina creo que es loable, por el contexto actual económico que sigue siendo adverso. Nos tocó cambio de las autoridades del Gobierno Nacional y eso implica las normativas comerciales en plena campaña.
El productor argentino está demasiado acostumbrado a trabajar en la adversidad y sin embargo la industria de cerezas de Argentina demuestra que se puede.
Fuente: Portal Fruticola