“¿Cuál es el sentimiento a menos de 4 años del centenario de la EEA de Bordenave? Motivación. Desde los inicios de 1927 como chacra del Ferrocarril Sud, desde 1949 como estación experimental dependiente de la Dirección General de Investigaciones Agrícolas de la Nación y desde 1958 formando parte de INTA, la impronta que han ido construyendo sus destacados referentes y las líneas de trabajo la han destacado en el mejoramiento y manejo de cultivos de invierno y cultivos forrajeros. Eso, justamente, es una fuente de motivación para proyectarse”.
Lo dijo el Dr. Horacio Berger, director regional del Centro Regional Buenos Aires Sur (Cerbas), respecto de una de las EEA del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria más relevantes del país, ubicada en cercanías de Bordenave, en el partido de Puan.
“La motivación está sustentada en la visión y en el liderazgo de esos investigadores y extensionistas. En tal sentido, Bordenave cuenta con una dotación de recursos humanos destacada en distintas disciplinas y especialidades, integrando y liderando redes a nivel nacional”, agregó.
El siguiente es un tramo del diálogo mantenido por La Nueva. con el Dr. Berger:
—¿Cómo se hace para mantener los estándares de calidad en la investigación y en lanzamientos de semillas?
—A través de procesos protocolizados y estandarizados que parten de la selección de genotipos en ambientes restrictivos y, luego, pasan por un proceso similar en ambientes de alto potencial como, por ejemplo, en el sudeste bonaerense, evaluando la tolerancia a enfermedades, el rendimiento y calidad industrial y comercial.
“Así se inicia con la selección de 3.000 líneas, luego 800 y las mejores 100 se evalúan en ensayos comparativos en 3-4 sitios diferentes como Miramar, Tres Arroyos, Bordenave y Pergamino. Durante 2 años las selectas se evalúan en 8 sitios más y, luego, se evalúan en 22 localidades en la red de ensayos nacional junto con las empresas semilleras, donde se comparan con variedades comerciales analizando su estabilidad y adaptabilidad, así como los parámetros de calidad.
Dr. Horacio Berger, director regional del Centro Regional Buenos Aires Sur (Cerbas).
“El INTA cuenta con laboratorios de calidad para tal fin, entre los que se destaca el industrial de cebada de la EEA Bordenave, que es el único a nivel estatal donde se realiza el micromalteo (NdR: elaboración malta) que permite evaluar los distintos genotipos para la industria cervecera.
“Fruto de este proceso estricto de desarrollo, los dos últimos lanzamientos de la EEA Bordenave son la cebada Verónica–INTA y la cebada Patagónica INTA, evaluada y seleccionada para su cultivo en los valles patagónicos, generando así variedades no sólo para el área de influencia de la EEA, sino para distintos ambientes a partir del trabajo conjunto con otras unidades de la institución”.
—¿Cuáles son los avances en biotecnología?
—A nivel del Cerbas hay adelantos tanto en producción animal como vegetal. Se está trabajando, particularmente, con edición génica desarrollando variedades de papa con mejoras en la calidad industrial y nutricional, así como respecto de la productividad con variedades que hacen un uso inteligente del agua disponible en el perfil del suelo, contribuyendo así a una mejor huella hídrica de los alimentos producidos. También se concreta en ensayos de evaluación de variedades de trigo resistentes a sequía.
“En producción animal se trabaja sobre caracteres que contribuyen a la calidad de carne y a la producción de leche con distintas características nutricionales.
“En cuanto a la producción apícola, se realiza la caracterización molecular de abejas a nivel de aplotipos para saber su origen y microsatélites de ADN para determinar con qué zánganos se fecundaron, contando con un banco de germoplasma y líneas orientadas al desarrollo de tecnologías para la criopreservación de semen. Esto posibilita trabajos de selección y construir un mapa de africanización en Argentina por cruzamiento de la abeja europea con las de origen africano haciendo la colmena mucho más agresiva. También se apunta a la biotecnología aplicada a sanidad, en cuanto a la selección de materiales con tolerancia a barroa y comportamiento defensivo / mansedumbre”.
—¿Cuáles son las alianzas con el sector privado para sinergizar proyectos?
—Los vínculos con el sector agropecuario y agrobioindustrial son clave para el escalamiento de desarrollos y tecnologías, y la base para transformar conocimientos en innovación amalgamando productos de investigación, experiencia de productores e industria para el desarrollo de tecnologías.
“Es así como el centro regional cuenta con 260 convenios, de los cuales 45 corresponden al INTA Bordenave para la comercialización de productos como variedades de cultivos, o tecnologías de almacenamiento de granos para experimentación, capacitación y complementación interinstitucional.
“La expectativa es incrementar y fortalecer este tipo de vínculos, así como explorar otras formas de articulación como estrategias de incubadoras de empresas y nodos de innovación”.
—¿Cuál es el aporte respecto de la agroecología?
—El INTA Bordenave integra la red de agroecología institucional que coordina las actividades que se realizan a nivel país. Participa con destacados referentes y con distintas líneas de investigación a través del módulo agroecológico de la experimental que posibilita la realización de ensayos a escala de los sistemas biológicos, articulando y complementando las actividades de otros módulos de la región como Cuenca del Salado, Balcarce y Barrow.
“Estas líneas de investigación se integran con el trabajo conjunto con productores y profesionales, con instituciones educativas y municipios con distintas instancias de capacitación y procesos organizativos que contribuyen al fortalecimiento de prácticas productivas, elaboración, comercialización productos agroecológicos y sistemas participativos de garantías”.
—¿Cómo se trabaja en función del cambio climático?
—Estudiando los agroecosistemas para comprender mejor su funcionamiento y ciclos que deben respetarse para contar con un sistema sano y pronto a responder ante un estrés y asegurarse su resistencia.
“También buscando y/o mejorando especies; procurando manejos acordes con la sustentabilidad de los sistemas y uso eficiente del suelo y el agua; revalorizando especies animales y vegetales eficientes en producir bajo ciertos límites de estrés y tratando de mantener un agroecosistema sano desde la biodiversidad y su rol en la producción.
“Asimismo, planteando esquemas productivos agrícolas con rotaciones, esquemas de fertilización, densidades y demás, en balance con los recursos naturales disponibles y utilizando indicadores que sirvan de alerta ante eventos climáticos extremos a partir del uso, por caso, de las herramientas tecnológicas Agtech, así como desarrollando tecnologías que maximicen la eficiencia del uso del agua y, a su vez, minimizar su impacto ambiental”.
—¿Cuáles son los proyectos a futuro?
—Cuidado y remediación RRNN, sustentabilidad y resiliencia, flexibilidad y estabilidad ante los extremos meteorológicos y cambio climático de los sistemas de producción, valorización local y desarrollo territorial.
“Deben ser abordados a través del trabajo en red, con equipos multidisciplinarios y con un enfoque sistémico que posibilite generar respuestas efectivas a los desafíos futuros atendiendo a la complejidad que implican la generación de tecnologías, y atendiendo a la muldimensionalidad de los territorios, de las comunidades y la integridad e interacciones de los ecosistemas de los que son parte las comunidades y el propio sector agropecuario”.
“¿Cuál es el aporte del INTA Bordenave al sector agropecuario? Se desarrollaron distintas líneas de investigación y desarrollo que contribuyen a la diversidad del sistema agroalimentario de la región con un abordaje multidimensional, coordinando, articulando y complementando sus capacidades con otras dependencias de la institución, tanto a nivel regional, entre los referentes de las 6 estaciones experimentales que componen el Cerbas, así como a nivel nacional e internacional”, dijo el Dr. Berger.
“En esta lógica, se realizan aportes sustantivos en los proyectos de investigación nacionales con sus capacidades en áreas como mejoramiento vegetal, agroecología, sanidad vegetal, producción animal y su experiencia en procesos de desarrollo”, agregó.
En la región, el INTA Bordenave, integrando la labor de la estación experimental, las agencias de Bahía Blanca, Coronel Pringles, Tornquist y Pigüé, desarrolla productos y servicios que contribuyen con el desarrollo del sistema agropecuario, agroalimentario y bioindustrial del sudoeste bonaerense, mediante:
—Nuevas variedades de verdeos y otras especies, adaptadas y de gran potencial productivo.
—Ajustes e innovaciones en sistemas extensivos mixtos y ganaderos, enfatizando en la base pastoril por las características ambientales, y su acompañamiento en la comercialización de carnes a pasto.
—Protección vegetal de cultivos, de insectos, malezas y enfermedades.
—Promoción y acompañamiento en las buenas prácticas agrícolas y principios agroecológicos.
—Conformación de grupos y asesores en producciones intensivas como ovinos, porcinos, hortícolas, olivos, producción de huevos, pescadores artesanales y turismo rural.
—Involucramiento en la problemática ambiental, cuidado y recuperación de los recursos naturales, suelo, agua y aire.
—Servicio de análisis de suelos, calidad de agua y forrajes.
—Mapeo de calidad de agua, índice verde, eventos como incendios, disminución de espejos de agua y sequía, superficie de cultivos, evapotranspiración, precipitaciones y heladas.
—Análisis económicos y financieros de los cultivos, ganadería y alternativos.
—Acompañamiento a la agricultura familiar en la comercialización, como el desarrollo de ferias y mercados de cercanía del productor al consumidor, y en la seguridad y formalización laboral.
—Atención del sistema barrial de promoción de huertas comunitarias, familiares y escolares.
—Adquirir sentido para el sector a través de la articulación con entidades gremiales de productores, gremios, estamentos gubernamentales, Instituciones científico-académicas y organizaciones de la sociedad civil.
La renovación en la dirección en el INTA Bordenave
El INTA ha llamado a convocatoria abierta para cubrir los puestos de directores regionales en varios lugares del país, entre ellos en la EEA del INTA Bordenave (Puan), que actualmente está a cargo del Ing. Roberto D. Huarte.
Las inscripciones se realizarán desde este lunes 12 hasta las 12 del 18 de marzo.
El postulante ingresará en la planta permanente del INTA en el Grupo Profesional, Nivel 11, rango de grados escalafonarios de 18 a 25, a definir según los antecedentes del candidato propuesto.
“Los puestos de conducción en la institución representan una oportunidad para la proyección de carrera construyendo, liderando y facilitando equipos de trabajo, promoviendo articulaciones y redes intrainstitucionales, así como público-público y público-privada a distintos niveles, desde el local hasta vínculos internacionales”, dijo el Dr. Berger.
“La idea es promover acciones de conducción para organizar y coordinar capacidades para generar y gestionar conocimientos y promover procesos de innovación con una mirada prospectiva (de futuro)”, agregó.
“Son capacidades que hacen a la identidad y potencialidad de cada estación experimental. Para el caso local, la EEA Bordenave y sus agencias de extensión de Tornquist, Pigüé, Bahía Blanca y Pringles son sedes de equipos de trabajo referentes en sistemas de producción ganaderos, nutrición animal y manejo de recursos forrajeros, mejoramiento de cultivos, sanidad vegetal, zoología vegetal, agroecología, suelos, apicultura y desarrollo territorial”, aseguró.
Berger es médico veterinario y se doctoró en Ciencia Animal en 2018 en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Unicen (Tandil). Ingresó al INTA en el año 2006 como técnico extensionista de la Oficina de Gestión Agropecuaria Tehuelches, en Gobernador Costa, Chubut (2006-2009).
Tras una extensa trayectoria, desde 2019 integra el equipo de trabajo del Centro Regional Buenos Aires Sur, primero como Asistente Regional de Extensión, luego como Coordinador.
Fuente: La Nueva