Ese mayor dinamismo se observa en el número creciente de personal que trabaja en el sector (especialmente, hotelería y gastronomía). En los últimos diesiete años ese empleo ha aumentado (130%) más que el promedio provincial (28%), y más que la mayoría de los sectores productivos relevantes de Mendoza.
Aun así, en la Ciudad de Mendoza ese dinamismo fue más notorio en la primera década de los 2000s con más plazas hoteleras, en especial, en el segmento de 4 y 5 estrellas. Posteriormente, ese número no ha presentado grandes cambios
¿Cómo le fue en 2023?
Un indicador referente es el número de turistas que se alojan en hoteles. En Mendoza, disminuyó un 7% en 2023, mientras que se incrementó un 7% en el país.
Desagregando esa cantidad, hubo menos turistas nacionales, pero más extranjeros, algo que ocurrió en casi la mayoría de las provincias.
Un punto relevante de los extranjeros en Mendoza es que tienden a gastar más que los nacionales. El año 2023 sorprendió el incremento del gasto total (en dólares) por parte de los turistas extranjeros (83% inter-anual), principalmente brasileros y también chilenos. Utilizando datos de encuestas, se estima que los turistas extranjeros que vinieron por avión o por el Cristo Redentor gastaron unos usd 290 millones de dólares (casi la quinta parte de las exportaciones mendocinas de bienes). Eliminando la inflación de EEUU, ese monto es similar al de hace cinco años atrás.
Con la mayor llegada de turistas extranjeros, sorprende que haya disminuido el número de turistas que se alojaron en hoteles de 4 y 5 estrellas (no ocurrió eso a nivel nacional), pero recibieron más extranjeros. Hubo leve incremento en los hoteles de menos estrellas.
En materia de empleo, luego de la pandemia, en gastronomía ha continuado la tendencia creciente, y a menor ritmo se ha observado en la hotelería.
Factores claves
La menor llegada de turistas nacionales está asociado a menores subsidios para viajar (a través del programa Previaje, que tuvieron su apogeo en 2022), y un mayor turismo emisivo (argentinos viajando a otros países), al haber menos restricciones sanitarias.Emisivo Receptivo Esas menores restricciones contribuyeron a una mayor llegada de extranjeros a Mendoza, que también se beneficiaron con un dólar más atractivo para ellos. La consecuencia de la alta brecha cambiaria se traduce en menores costos de alimentos (que siguen al dólar oficial), y en mayor valor del dólar con el cual pagan sus compras (dólar blue o uno similar utilizando su tarjeta de crédito).
Además, no sólo hubo mayor número de brasileros, sino que elevaron sus gastos diarios en la provincia. Esto se notó en un mejor desempeño del enoturismo.
Perspectivas 2024
El pronóstico no es bueno, al menos, para la primera mitad del año. La abrupta devaluación de fin de 2023 implicó un importante salto inflacionario, que se tradujo en una caída llamativa en el poder de compra de la población argentina. Es decir, tienen menos para gastar en turismo.
Si el plan aplicado por el nuevo gobierno comienza a tener éxito, en el sentido de bajar la inflación y repuntar la actividad económica a partir de la segunda parte del año, porria esperarse un comportamiento similar en la llegada de turistas nacionales. Por el lado de los extranjeros, también está complicado, debido a una menor brecha cambiaria. Se incrementó fuertemente el costo de los alimentos (gastronomía) debido a un mayor dólar oficial, y la menor brecha implica que le rendiría menos a los turistas de otros países. Tendría la sensación de una Mendoza más cara.
Concluyendo, aun siendo un sector dinámico, el año 2024 ha comenzado complicado para el sector. Para el mediano plazo, hay un replanteo a considerar. Si el actual plan económico tuviese éxito en bajar significativamente la inflación, es probable que haya una menor compra de dólares por parte de la población (cada vez tendrá menos sentido atesorar en esa moneda), y mayor entrada de divisar por la confianza en el país. Eso se traduce en un dólar que se iría rezagando con respecto a la inflación (es decir, sería más barato).
Por dicha razón, se incrementarían los costos argentinos expresados en dólares. Un punto serio a considerar, pensando en un mercado “mundial” creciente, pero muy competitivo, como lo es el turismo.
Fuente: IERAL