El mijo verde - Panicum coloratum cv. Klein- es una gramínea largamente perenne de crecimiento primavero-estival. Nativa del continente africano, esta especie se introdujo en la Región Pampeana semiárida durante en las últimas décadas con la finalidad de buscar alternativas que permitan mejorar la calidad del forraje ofrecido sin perder sus características de perennidad y productividad.
Estefanía Lucero -investigadora INTA San Luis- explicó que los resultados de este estudio “permitirán optimizar el balance entre producción y utilización de forraje, para contribuir a mejorar el uso y la persistencia del mijo verde en la región”.
“El objetivo de este trabajo fue cuantificar, a campo y bajo condiciones no limitantes de crecimiento, la temperatura base de crecimiento de P. coloratum cv. Klein utilizando la tasa de crecimiento como variable que integra el crecimiento a nivel de superficie (g MS/m2)”, afirmó Lucero.
En cuanto a los resultados, la investigadora detalló que “el estudio demostró que la tasa de crecimiento de la forrajera se correlaciona positivamente con la temperatura media del aire, oscilando entre 0,45 g MS/m²/día y 17 g MS/m²/día” y agregó: “Estos resultados son de gran importancia, ya que permiten definir la vida útil de la especie, un valor clave para el desarrollo y calibración de modelos biofísicos que simulan el crecimiento de pasturas”.
Además, detalló que luego de dos ciclos de crecimiento y un exhaustivo análisis de variables, se confirmó que la temperatura base de crecimiento para esta especie es de 14°C.
Los resultados obtenidos en este estudio “son de gran utilidad, ya que aportan información precisa sobre las condiciones óptimas de temperatura para el crecimiento y la vida útil de esta especie forrajera”, indicó Lucero. Asimismo, “estos hallazgos pueden ser de gran importancia para el sector agropecuario, ya que contribuyen al desarrollo de estrategias más eficientes para sistemas de producción ganadera sostenibles”, agregó.