Los especuladores llegaron en ayuda de la alicaída cotización de la soja que, por compras de oportunidad, logró mejorar en la rueda de este miércoles en Chicago.
La suave recuperación es resultado de la acción especulativa. Los futuros de soja se elevaron merceda a la cobertura de posiciones cortas y a compras técnicas.
No hubo mayores novedades en el mundo que explique la suba, a excepción del comportamiento oportunista de los fondos especulativos. Era momento para aprovechar pues el precio se encuentra en el nivel más reducido desde noviembre del año 2020.
En rigor, los elementos del mercado están pateando en contra.
La presión que ejerce el progreso de la cosecha en Brasil y las perspectivas más alentadoras, a partir de las recientes lluvias, que presentan los cultivos en la Argentina, no contribuyen a elevar los precios de la oleaginosa.
La gran incógnita hoy por hoy está en el volumen de la cosecha que pronto finalizará en Brasil.
Hay que recordar que, en febrero, la Conab brasileña había estimado una producción de tan solo 149,90 millones de toneladas. Pero, el USDA había proyectado mucho más: 156 millones de toneladas. Y este ultimo dato ha enfriado el mercado.
Los números más recientes para Brasil, acaban de publicarlos la Asociación Brasileña de Industrias de Aceites Vegetales que habla de una producción de 153,80 millones.
Es una considerable reducción, pues anteriormente, había proyectado 156,10 de toneladas.
La esperanza de un alza en los precios se funda en el resultado de la cosecha brasileña.