El campo Le y Jo ubicado en el kilómetro 144 de la Ruta 226, en la zona de La Vasconia, Tandil, fue el escenario elegido por Nidera Semillas para presentar sus novedades para la principal región triguera de Argentina. Con buenos perfiles hídricos y lluvias que sumaron los 220 milímetros en la zona de Azul-Tandil y 150 en la costa, la marca presentó sus variedades en una campaña que promete revancha. Dispuestos en una serie de ensayos en franjas, el renovado portafolio de trigos Baguette volvió a demostrar que continúa siendo el más completo del mercado, con opciones para todos los ambientes.
Sembradas en franjas y en fechas que van de junio hasta agosto, las variedades fueron presentadas por Javier "Chiqui" Latorre y Santiago Ferro, referentes de Nidera Semillas en la zona. En la recorrida, destacó Baguette 820, un trigo que ya tiene dos años en el mercado y está destinado a siembras tempranas, del 25 de mayo hasta mediados de junio. Este material ha demostrado ser "muy ganador en los ensayos por su rendimiento y su performance general, que incluye también adaptabilidad, estabilidad, sanidad y calidad", remarcó Latorre
La segunda novedad estuvo dirigida a los ciclos intermedios. En este segmento, 610 Baguette tiene un gran desempeño con mejoras en los rindes respecto a su inmediato antecesor, Baguette 620 (la variedad más sembrada por los productores). En el campo la variedad no solo exhibió un alto potencial de rinde sino también un perfil sanitario altísimo ante royas, manchas y otras enfermedades. En cuanto a calidad, alcanzó más peso hectolítrico que Baguette 620.
Ya para la cola de siembra, en los grupos 4 y 5 de ciclos cortos, se presentó Baguette 525 y 460 Baguette, un grupo de calidad 1. "Estos materiales son óptimos para el cierre de la campaña triguera, cuando hay algún rastrojo de papa o de soja que se levantó tarde o campos que, por diferentes motivos, tienen que ser sembrados a fines de julio o incluso en agosto", destacó Latorre y agregó que Baguette 525 y 610 Baguette podrán ser adquiridos a través de Sembrá Evolución, el sistema de comercialización que permite a los productores acceder a tecnologías y genética de una manera simple.
El diagnóstico, la llave de la nutrición
"En la actualidad hay una brecha de rendimiento en trigo del 50%. Para reducirla deberíamos incrementar el ingreso de nitrógeno en un 60-70%", dijo Nahuel Reussi Calvo, investigador del CONICET y docente de la Universidad de Mar del Plata, durante la jornada Campo Líder de Trigo. Según el especialista, para aumentar la productividad y minimizar el impacto ambiental de la fertilización, el diagnóstico de la disponibilidad de nutrientes es clave.
"Existen metodologías basadas en el análisis de suelo y en el monitoreo del estado nutricional de los cultivos. Sin embargo, en la mayoría de los casos la recomendación de fertilización no se basa en el análisis de suelo, dado que sólo se muestrea entre el 30% y 40% del área cultivada", detalló y sentenció que esto ocasiona "pérdidas de productividad, menor aprovechamiento del agua y balances negativos".
En cuanto a los nutrientes, el nitrógeno permite construir rendimiento y calidad, el fósforo representa el cimiento del cultivo, el zinc funciona como promotor del crecimiento y antiestrés, y el azufre contribuye a la interacción de todos los demás. Para el especialista, todos ellos son los elementos que con mayor frecuencia limitan el rendimiento. Según Reussi Calvo, para obtener un rendimiento de 5000 kg/ha de trigo y cebada, los cultivos necesitan acumular en su biomasa aérea 140 a 150 kg nitrógeno, 25 a 27 kg fósforo y de 23 a 25 kg de azufre por hectárea.
Manejo
Diego Aguilera, asesor CREA en Tandil, se centró en el manejo de los cultivos de invierno. Primero se enfocó en los aspectos climáticos y destacó las buenas perspectivas por las lluvias producidas en los últimos meses y la ausencia de heladas significativas. Luego, hizo foco en la necesidad de planificar los cultivos, la caracterización de los ambientes, los aspectos financieros e impositivos de las empresas, la cotización y compra de insumos, y la ventas de los granos. En todos los casos, se trata de "ver la campaña como una película y no como una foto", dijo e invitó a potenciar el uso de tecnologías de costo cero como las fechas de siembra, elección de variedades, calidad de siembra y cultivo antecesor.
Aguilera remarcó la importancia de sembrar lo más tempranamente posible porque permite que el cultivo tenga menor estrés hídrico. A su vez, "mientras más temprano sembramos, antes cosechamos. Por ende, podemos sembrar en fechas más tempranas la soja de segunda, lo que otorga mayor potencial y estabilidad", señaló. Para el técnico, la siembra temprana también asegura o minimiza el riesgo de heladas.