En las últimas jornadas del mercado de Chicago, se observaron bajas considerables, no sólo en soja sino también en maíz.
Este lunes no fue la excepción, aunque las bajas fueron extremadamente suaves. Enero se redujo USD 0,37 y marzo USD 0,18.
Si uno debiera resumir en pocas líneas cuál es la razón de este cambio de tendencia, lógico sería apuntar al clima en la gran potencia productora.
Desde mediados de la semana pasada, distintas consultoras empezaron a relevar mejoras en el tiempo para Brasil.
A ello, se unen los pronósticos climáticos que hablan de lluvias para zonas del centro de Brasil, aunque imprecisos y erráticos.
No es que el cuadro haya mejorado sustancialmente. Pero, sí es que se abrió una puerta de esperanza que hasta la semana pasada no existía.
La consultora AgRural dijo que el progreso de la siembra de soja llegó al 74% del área prevista, frente al 68% de la semana anterior y al 87% de igual momento de 2022.
De cualquier forma, este avance es pobre. En el sur, la siembra es más lenta; la más lerda, para esta época del año, desde la campaña 2015/2016.
Una buena noticia para Brasil fue la de precipitaciones sobre las zonas secas del centro-norte del país, incluidas regiones de Mato Grosso.
Pero ellas no han sido suficientes. Se necesitan más lluvias y mejor distribuidas. En caso contrario, los rindes decaerán.
Lo que no permite una acentuada suba de valores es la posibilidad de una sustancial mejora en el clima: lluvias donde se necesitan y sol donde se precisa.
Si hubiese tal mejora, la mayoría de las plantas podrían recuperarse, con una productividad destacable.
Para tomar una idea presentamos acá, el pampa de precipitaciones acumuladas en los últimos 30 días. Este mapa es del día 27 de noviembre.
Se puede apreciar claramente, los excesos de precipitaciones, con más de 300 mm, en el sur del país.
El cuadro no es muy diferente para el maíz. En Brasil, la primera siembra sigue golpeada por los excesos de humedad en el sur del país.
AgRural acaba de revelar que la primera siembra de maíz en el gigante vecino progresó tan solo el 83% de la superficie estimada para el centro-sur, frente al 80% de la semana anterior y al 88% de igual momento del año pasado.
Además, la Argentina muestra condiciones casi ideales para la siembra. Lo mismo sucede con la soja, donde buena parte de la de segunda ya está sembrada (en el cinturón maicero-sojero), con el trigo y la avena cosechados.
Las lluvias de noviembre elevaron las expectativas de llegar al nivel de 55 millones de toneladas.