Una vez más hablamos con el ingeniero Diego Zabala, coordinador de la Cámara Argentina de Productores de Insectos para Consumo Humano y Animal (CAPICHA), con quien habíamos conversado luego del primer Encuentro Nacional sobre Insectos para consumo Humano y Animal, organizado por SENASA, INTA, INTI, la SAGyP; cuyo objetivo era equilibrar la dieta nutritiva y prevenir futuras hambrunas.

“Desde ese evento que hicimos con Senasa comenzamos a detectar productores que no estaban informados de CAPICHA y del avance mundial que tiene esta temática, entonces empezaron -por un lado- emprendimientos que ya están produciendo harina de insectos y -por otro lado- algunos inversores o algunas empresas que están interesadas en conocer por lo menos si van a dar el pasito para lo que sería una etapa de investigación, desarrollo, para lo que es el futuro en materia de este tipo de proteínas alternativas”, enmarcó Zabala.

“La realidad es que Argentina sigue bastante lenta con el tema de reglamentación. Hoy seguimos como hace 4 o 6 meses atrás y como desde siempre: no está inscripta la posibilidad de harina de insectos dentro de los decretos reglamentarios de Senasa, ergo no se podría producir ni comercializar de manera legal. Eso frena las gestiones de posibles inversiones, porque a la hora de buscar inversores le estamos diciendo que estamos fabricando algo ilegal”, sintetiza.

Antecedente

En medio de la contrariedad, Zabala sostuvo que “algo parecido pasó con el cannabis hasta que ahora se puede producir de manera legal o, de alguna manera, como cualquier otro producto”.

“Hoy eso no está pasando para nosotros. La verdad es que venimos bastante demorados con el tema, en el medio seguramente habrá un cambio de gobierno e independientemente del color político, eso hace también todo más lerdo porque, por supuesto, si bien es una tendencia hay otras prioridades para Senasa, por lo que lo manifiestan ellos”, dijo.
“La producción de harina de insectos es tendencia mundial. Pero bueno, acá estamos un poquito relegados este tema”, remarcó Zabala.

Plan de acción

Un objetivo de la creación de la CAPICHA es cobrar fuerza institucional y, en este tiempo, ha sumado gente, más interesados, más empresarios, organizaciones y demás, “se va buscando ese resorte para luego plantarnos frente a las autoridades, en este caso nacionales, porque nadie está pidiendo nada, simplemente estamos tratando de coordinar, marcar la cancha para poder jugar tranquilos”.

Zabala apuntó: “estamos pidiendo lo básico, no es un crédito a tasa cero, estamos pidiendo algo muy sencillo que es una tendencia que la alimentación del mundo se va a complementar con este tipo de proteínas, entonces la verdad que nos parece todavía muy lento todo”.

Como contrapartida, el coordinador de la CAPICHA, expone lo que sucede en países vecinos, Chile y Brasil ya cuentan con aprobación. “La comunidad europea lo tiene aprobado, el continente asiático lo tiene aprobado, Brasil y Chile ¿y nosotros?”.

Anuga

Zabala participa también en un emprendimiento de producción de alcaparras y el Consejo Federal de Inversiones lo convocó desde ese rol a Anuga, la feria de alimentos más importante de Europa junto con la Sial de París. “Aprovechamos la oportunidad para conocer las tendencias en la alimentación y los insectos son una de las tres o cuatro tendencias, así como el cannabis, como las algas y algunas otras más”, indicó.

“Se ven stands, hay reuniones, información, charlas, seminarios acerca de los insectos, con lo cual se reafirma que es una tendencia mundial. En la próxima Anuga de Alemania, o quizás en París, o cualquier otra feria de alimentación mundial, se van a multiplicar los stands. Ya es una cadena de valor muy importante y se espera que en los próximos años se duplique o triplique”.

Y agegró: “Si me preguntás cómo nos fue, nos fue muy bien desde el punto de vista del producto al cual nos queremos dedicar, pero no podemos fabricar todavía. Es una verdadera pena”.

“El volumen más grande de comercio en el mundo respecto a la harina de insecto tiene que ver con la industrialización de la mezcla y la industrialización de la harina, ya sea para consumo humano como consumo animal. Es incorporable a los productos actuales un componente basado en proteína de insectos que mejora suficientemente la calidad nutritiva de los productos finales”, explicó.

“Más allá de eso, también existe el comercio de insectos, fundamentalmente de grillos, secados y demás, que bueno, en algún lugar del mundo se comercializa, pero no es el volumen más grande. El volumen más grande tiene que ver con la industrialización y la utilización de la harina de insecto como materia prima de otros alimentos”, completó.

Si no puedes con ellos, únete

Expoagro: ¿Tentar al Estado para que se sume al proyecto de producción?
Diego Zabala: “Sí, estamos trabajando con el Ministerio de Desarrollo Social de Nación, porque tiene una particularidad la producción de insectos”, respondió Zabala. “Primero que se puede dar en cualquier lugar del país, en cualquier región, esto fomentaría las economías regionales, y segundo, cualquier persona en el patio de su casa, en el garaje, o en algún lugar donde resida, puede criar grillos u otros insectos”.

“Se podría pensar en un plan, en un proyecto socio productivo, donde muchas personas estén recolectando y criando insectos, y después puedan ser trasladados a una planta industrial con mayor tecnología, con otra inversión, que ese podría ser el sector empresario, y que haga la inversión, por supuesto”.

“Esto ya se hace en otros países, con mucho éxito, con lo cual nosotros, más allá de la realización, lo que estamos proponiendo es un proyecto socio productivo que busque generar empleo, empleo de calidad, es un ganar-ganar en todos los sentidos”.

Finalmente, el ingeniero Diego Zabala renovó la esperanza de una pronta definición e indicó que la CAPICHA está a disposición de cualquier persona o empresa que esté interesada en “conocer los beneficios de este tipo de producción, el aporte que va a dar a la alimentación mundial, y fundamentalmente al cuidado del planeta. Que no duden en comunicarse, tenemos que ir sumando esfuerzos para lograr las reglamentaciones, y luego salir a un mercado global que ya es muy competitivo”.

Por Alejandro Rafael Guerrero
Fuente: Expoagro