Pera la semana cambió, un poco, el humor. Este lunes, se abrió una puerta de esperanza.
El precio de la soja logró quebrar la tendencia negativa y alcanzó una leve mejora. La primera jornada de la semana mostró estas alzas: noviembre USD 0,74 / enero USD 0,82.-
Todo indica que estas subas están más ligadas a cuestiones técnicas que a fundamentos.
Los elementos negativos siguen acechando.
No hay duda que el avance de la cosecha con rendimientos superiores a los esperados en el Corn Belt de EE.UU. presiona los valores a la baja.
Un factor considerar, con visos estructurales, es el de la apreciación del dólar respecto a las restante monedas; algo que ejerce una presión negativa sobre los precios de los granos.
El índice dólar revela con claridad este fenómeno, estrechamente ligado al aumento de la tasa de interés en EE.UU.
El gráfico que sigue nos muestra cómo desde mediados de julio pasado, el índice no ha parado de subir. Es cierto que mostró leves bajas, pero solamente, momentáneas.
Evolución del Índice Dólar
Para colmo, la devaluación del real brasileño no se detiene.
La continuidad del proceso de su devaluación, con una paridad en torno de los 5,07 reales por dólar, le resta posibilidad de mejoras en Chicago, puesto que eleva la competitividad de las exportaciones brasileñas. Y, además, ejerce un fuerte estímulo para el aumento de la superficie de siembra en Brasil.
StoneX Brasil, acaba de elevar su estimación de 163,63 a 164,10 millones de toneladas, sobre el volumen de la nueva cosecha de soja brasileña, habiendo aumentando de 45,14 a 45,30 millones de hectáreas la intención de siembra.
Es un caso, exactamente contrario al que vive Uruguay, cuya moneda está fortalecida en niveles sumamente peligrosos para la Balanza Comercial.
El atraso cambiario y la apreciación desmedida del peso uruguayo son temas de gran preocupación. El tipo de cambio se encontraría cerca de 7% por debajo de los niveles de cierre del año pasado, cuando el peso ya estaba alto.