Por otra parte, la caída del stock bovino es inversamente proporcional a su demanda y está en niveles inferiores a los de 1950 cuando nuestra población tenía treinta millones de habitantes menos. Eso de por sí solo, explica bastante bien, porqué la demagógica propuesta del asado de los domingos, solo fue una quimera electoral y hoy una cruel desazón para los creyentes electores.
Dicha caída es consecuencia directa de una irracional política de consumo, impulsada desde hace veinte años, impidiendo la exportación y la rentabilidad del sector ganadero. A su vez y más allá que empezó a llover, estamos internados en el cuarto año de sequía, mientras el gobierno nacional hizo pomposas reuniones por la mesa del hambre, para conjurar tan penosa situación ha logrado solo que hoy el alicaído stock ganadero muera de hambre y de sed.
Es así que resultan insoportables las imágenes en vivo de los animales muriendo de sed con mugidos, como las que acontecen en este momento en el país; pero particularmente en el centro norte de nuestra provincia. La ineptitud y la irresponsabilidad del Gobernador Omar Perotti, son parejas con la de su ministro de Producción, Ciencia y Tencología, el Médico Veterinario Daniel Costamagna, el ministro de recursos hídricos y los legisladores santafesinos.
Han estado totalmente ausentes de la realidad que masacra a la producción, por una sequía tan impiadosa como interminable. Solo se dedican a falsificar la realidad con publicidad radial y televisiva, evitando todo contacto con el drama que aqueja a productores santafesinos, quienes desaparecen del esquema de la producción. Se les exige que además de la prórroga del Desastre Agropecuario al 2024, su gestión personal de homologación ante el gobierno nacional. Desde la Sociedad Rural de Rosario, hacemos una exhortación severa al poder ejecutivo provincial para que procuren todos los recursos necesarios para paliar la catástrofe en el centro norte santafesino.
Fuente: Sociedad Rural de Rosario