Con el avance de cosecha de maíz tardío, agosto habría cerrado como el mejor mes de exportaciones maiceras en lo que va de la campaña, sumando 3,3 Mt embarcadas. Sin embargo, el recorte de cosecha del 33% a 34 Mt en la campaña 2022/23 se siente con fuerza en el comercio exterior maicero.
En este sentido, en los primeros seis meses de la campaña, los embarques de maíz cayeron un 40%. En lo que va de la 2022/23 se exportaron 9,5 Mt menos de maíz que el año pasado. Esto redundó en un Complejo Maíz que lleva un baja de exportaciones de US$ 2.275 millones respecto a la primera mitad de la campaña 2021/22. Una leve mejora de los precios promedio de exportación de este período, de US$ 253/t a US$ 263/t, amortiguó muy poco esta caída.
En este marco, las ventas externas maiceras ya se acercan al anterior volumen de equilibrio, rozando los 20 Mt. La extensión del volumen de equilibrio a 26 Mt permite el anote de estos negocios con el exterior con el régimen general de DJVE. De haber persistido el cupo anterior, de 20 Mt, a partir de las 18 Mt las nuevas ventas habrían tenido que anotarse con el régimen de DJVE-30, debiendo embarcarse en un mes.
Por otra parte, con el cierre de agosto se da por terminada la vigencia del Programa de Incremento Exportador IV (PIE IV). Este trajo un volumen de liquidaciones de US$ 2.129 millones. A diferencia de los programas anteriores, la soja no estuvo contemplada pero sí el maíz junto con productos de algunas economías regionales. Así, este Dólar Agro tuvo por protagonista fundamental al cereal amarillo, en plena cosecha de las semillas de siembra tardía.
Con un tipo de cambio establecido la semana siguiente a las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en $350/US$, perdió sentido el tipo de cambio diferencial de $340/US$ fijado por el programa. Este fenómeno se vio reflejado en una fuerte desaceleración de ventas al exterior. Asimismo, la suba del tipo de cambio también tuvo su impacto en un recorte de la comercialización interna de maíz. En las tres primeras semanas del Dólar Agro se comercializaron, en promedio, 380.000 toneladas semanales del cereal. Luego vino la devaluación, y las dos semanas posteriores a ésta encontraron un promedio de contratos y fijaciones cercano a las 117.000 toneladas de maíz.
Una semana de incertidumbre y parálisis comercial para la soja
En la última década tuvimos cinco jornadas sin precio pizarra y sin difundirse precios estimativos de soja en la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario. Cuatro de esas cinco jornadas sucedieron en agosto de 2023. La devaluación y el anuncio de medidas tendientes a acelerar la liquidación de divisas por ventas externas de soja por parte del ministro de Economía, pero que, a la fecha de publicación del presente artículo, aún no fueron implementadas son los dos factores que recortaron sustancialmente la comercialización de soja. Puntualmente, desde la cartera económica se anunció que se permitirá un 25% de disponibilidad de divisas de lo que exporte la industria aceitera con el objeto de mantener los puestos de trabajo de las industrias, aunque no queda claro si este porcentaje se aplicará exclusivamente a la importación de materia prima o bien puede utilizarse para mejorar el precio de compra doméstico a productores locales.
En conferencia de prensa, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca aclaró que la medida es realizada “para mantener el nivel de actividad industrial de la cadena de la soja” y “por 30 días”. Sin embargo, aún no se ha publicado dicha normativa en el Boletín Oficial. En este sentido, merece la pena destacar que en las últimas semanas la dinámica de precios recortaba la posibilidad de importar soja para procesar y luego reexportar como manufacturas agropecuarias, y que en agosto prácticamente se detuvo el ingreso de poroto de soja de países vecinos por buque.
Por Guido D’Angelo – Emilce Terré
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario