El escenario mejora, pero aún no alcanza. La decisión de los bancos centrales europeos y de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) de aumentar las tasas de interés para contener la inflación está dando sus frutos, pero aún tiene sus costos.
Los efectos sobre la actividad productiva se hacen sentir en el crecimiento económico que muestran los países, aún con ciertos vestigios recesivos.
En Europa, por ejemplo, el clima empresarial para la industria de maquinaria agrícola ha seguido cayendo en julio con fuerza. Fue después de alcanzar territorio negativo en junio por primera vez desde la caída como consecuencia del COVID-19.
Después de que la acumulación de pedidos en las empresas alcanzara su punto máximo a principios de año, el volumen de solicitudes ha experimentado una reducción significativa, hasta convertirse en el màs bajo de los últimos dos años.
Para colmo, las expectativas de corto plazo no son nada halagüeñas. El 60% de las empresas de la Unión Europea pronostican que la entrada de pedidos que se avecina exhibirá una nueva caída, como en los meses anteriores.
Por el momento, ya no existe ningún mercado europeo en donde la encuesta mensual que realiza CEMA, la entidad que nuclea a los fabricantes de maquinaria agrícola de Europa, arroje expectativas de una facturación positiva.
“Por lo tanto, mientras que el lado de la oferta de los fabricantes continúa disminuyendo, las incertidumbres en el lado del mercado definitivamente han pasado a primer plano”, advierten desde la asociación.
En Estados Unidos, donde la FED elevó en los últimos tiempos la tasa de interés del 0,5% al 5% anual, lo que encarece el financiamiento, el mercado de la maquinaria agrícola también padece esta situación.
Durante los primeros seis meses del año, la venta de tractores en Estados Unidos cayó -9,6%, en un contexto mundial en el cual el dólar mantiene cierta debilidad frente al euro, lo que hace que los precios de las commodities favorezcan a los importadores.
En la misma dirección, Brasil mostró en los primeros cinco meses del año una disminución en las ventas de tractores y cosechadoras de -7,2%.
Los analistas internacionales confían en que la receta europea y estadounidense contra la inflación terminará dando sus frutos, como está ocurriendo, aunque aún falta tiempo para que sea de manera definitiva.
Por Alejandro Rollán
Fuente: MaquiNAC