A partir del día que comenzó la recomposición de precios del ganado en pie y hasta el día de ayer, los novillitos tuvieron un incremento de 34% (de $ 730 a $ 980 por kilo vivo). Las vaquillonas tuvieron una suba de 38%, pasando de $ 700 a $ 970.
El novillo una de 28%, pasando de $ 720 a $ 920.
Estos son máximos corrientes del MAG, y la variación entre el viernes pasado y el día de ayer.
Exportación novillo UE, de $ 1.250 a $ 1.750 kilo en gancho, es decir 42%.
La vaca china se sostuvo desde el viernes pasado con un 20% de incremento a $ 420. Y la vaca carnicera buena tuvo un incremento de 13%, desde $ 550 a $ 620 por kilo. Los aumentos descriptos más arriba ya se están trasladando a los mostradores.
En julio se faenaron 1,287 millones de cabezas de hacienda vacuna, un número históricamente elevado, pero 6,6% inferior al registrado en junio. Se faenaron 662 mil machos, es decir 8,7% más que en julio de 2022, y 625 mil hembras, lo que arrojó un incremento de 24,9% interanual.
En el caso de las hembras, en julio se faenaron 351,9 mil vaquillonas, 29,9% más que un año atrás, y 273,1 mil vacas, 19,0% en términos interanuales. El ajuste del rodeo que vienen realizando los productores ganaderos, producto de la intensa seca que redujo la disponibilidad de alimento y agua, y debido al incremento del costo de alimentación que generó la decisión del gobierno nacional de reconocer un mayor tipo de cambio para las exportaciones de commodities como el maíz, hizo que la faena de hembras ascendiera a 48,6% en el séptimo mes del año.
En el período enero-julio de 2023 un total de 368 establecimientos faenó 8,613 millones de cabezas de hacienda vacuna, un número 13,7% mayor al registrado en los primeros siete meses de 2022 (corrigiendo por el número de días laborables). Puesto en términos absolutos, la faena se amplió en 988,3 mil cabezas entre ambos períodos. Al colocar este guarismo en una perspectiva más extensa, surge que en lo que transcurrió del año se verificó el cuarto nivel de actividad más elevado.
La faena de hembras ascendió a 4,099 millones de cabezas en siete meses (+16,8%) Se faenaron 2,260 millones de vaquillonas, es decir 13,9% más en términos interanuales. Pero, fue la faena de vacas, que totalizó 1,839 mil cabezas, la que más creció en términos relativos y absolutos (+20,7%), explicando 53,3% del crecimiento de la faena de hembras.
El ratio hembras/faena total llegó a 47,6% en enero-julio de 2023 (+1,6 puntos porcentuales interanuales), manteniéndose por arriba del límite superior del intervalo consistente con el mantenimiento del rodeo vacuno. Los factores explicativos ya fueron la sequía y la falta de pasturas.
En julio del corriente año se produjeron 290 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) de carne vacuna. En comparación con mayo la producción descendió 6,9% (corrigiendo por el número de días laborables).
En tanto, en los primeros siete meses del año se produjo un total de 1,948 millones de tn r/c/h, es decir 11,1% más que en igual lapso de 2022 (+183,4 mil tn r/c/h), cuando se corrige por el número de días laborables.
En los primeros siete meses de 2023 la industria frigorífica produjo 1,948 millones de tn r/c/h de carne vacuna. Esto implicó un incremento de 11,1% anual (corrigiendo por el número de días laborables), lo que amplió la cantidad ofrecida en 183,4 mil tn r/c/h. Tal como ya lo señalamos en Informes anteriores, el crecimiento de la faena fue producto de la fuerte sequía que afectó a las principales zonas productivas del país.
Las estadísticas oficiales señalan que se exportaron en promedio 75.000 tn r/c/h de carne vacuna por mes a lo largo del corriente año. La excepción fue mayo, que marcó un pico de casi 94 mil tn r/c/h, producto de un envío extraordinario de cortes a China. En consecuencia, en los primeros siete meses del año estimamos que se exportaron alrededor de 537 mil tn r/c/h de carne vacuna, es decir 4,7% más que en igual período de 2022 (+24,1 mil tn r/c/h).
Y con estos guarismos, el consumo aparente de carne vacuna en nuestro país habría totalizado 1,410 millones de tn r/c/h, volumen que se habría ubicado 12,7% por encima del registrado en enero-julio de 2022 (+159,3 mil tn r/c/h). Esto es lo que provocó que la carne vacuna registrara incrementos de precios inferiores a los del nivel general en el último año y, por lo tanto, que el consumo per cápita de carne vacuna se recuperara, si bien todavía no logró superar el nivel que existía en igual período de 2019.
En el séptimo mes del año el promedio móvil de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna llegó a 52,0 kg/hab/año y se ubicó 8,5% por encima del promedio registrado en julio del año pasado (+4,1 kg/hab/año).
En julio, en un contexto político y macroeconómico muy diferente al actual, en el Gran Buenos Aires el índice de precios al consumidor aumentó 6,2% con relación a junio y se ubicó 114,6% por encima de julio de 2022.
En tanto, el conjunto de los cortes vacunos relevados por el INDEC registró un incremento de precios de sólo 2,7% en relación al quinto mes del año, llegando el alza interanual a 76,9%. La brecha entre el ritmo de incremento del precio promedio de los cortes vacunos y del nivel general del IPC se ubicó en 18,0%.
Por tercer mes consecutivo la carne picada común fue la que más subió de precio, llegando el aumento a 4,2% mensual. Detrás se ubicaron: asado (2,8%), cuadril (2,6%), nalga (2,3%) y paleta (1,7%). Por su parte, el valor de la caja de hamburguesas congeladas se incrementó 4,6% mensual. Y el precio del pollo entero aumentó 1,3% en el mes, luego de dos bajas consecutivas.
De lo expuesto surge que en el último año el precio promedio de los cortes de carne vacuna que releva el INDEC disminuyó 17,5% con respecto al nivel general del IPC. Y en relación al precio del pollo entero, la baja del valor de los cortes vacunos fue de 6,7%.
El incremento de la oferta de carne vacuna forzada por la fuerte sequía que afectó al país en el último año se tradujo en una caída real del precio de la carne vacuna en el mercado interno, proceso en el cual también colaboró la fuerte contracción de los valores pagados en los mercados internacionales.
FAENA Y PRODUCCIÓN DE CARNE
En julio se faenaron 1,287 millones de cabezas de hacienda vacuna, un número históricamente elevado (5º mejor julio; 16,0% anual), pero 6,6% inferior al registrado en junio (corrigiendo por el número de días laborables). Se faenaron 662 mil machos, es decir 8,7% más que en julio de 2022 (+52.972 cabezas), y 625 mil hembras, lo que arrojó un incremento de 24,9% interanual (+124.614 cabezas).
La faena de novillitos explicó 83,1% de la faena de machos, producto de un incremento de 14,0% interanual. En cambio, la faena de novillos descendió 14,3% en relación a julio del año pasado, y explicó 14,0% de la faena de machos.
En el caso de las hembras, en julio se faenaron 351,9 mil vaquillonas, 29,9% más que un año atrás, y 273,1 mil vacas, 19,0% en términos interanuales. El ajuste del rodeo que vienen realizando los productores ganaderos, producto de la intensa seca que redujo la disponibilidad de alimento y agua, y debido al incremento del costo de alimentación que generó la decisión del gobierno nacional de reconocer un mayor tipo de cambio para las exportaciones de commodities como el maíz, hizo que la faena de hembras ascendiera a 48,6% en el séptimo mes del año y superara en 3,5 puntos porcentuales al ratio de julio de 2022. De esta manera, se cumplieron cuatro meses consecutivos en los cuales el ratio hembras/faena total se ubicó por encima del límite superior del intervalo que resulta consistente con el sostenimiento del rodeo vacuno. Y puesto en una perspectiva histórica, este ratio fue el cuarto más elevado para el mes de julio de los últimos treinta y cuatro años
En el período enero-julio de 2023 un total de 368 establecimientos faenó 8,613 millones de cabezas de hacienda vacuna, un número 13,7% mayor al registrado en los primeros siete meses de 2022 (corrigiendo por el número de días laborables). Puesto en términos absolutos, la faena se amplió en 988,3 mil cabezas entre ambos períodos. Al colocar este guarismo en una perspectiva más extensa, surge que en lo que transcurrió del año se verificó el cuarto nivel de actividad más elevado, el cual sólo fue superado en los primeros siete meses de 2009, 1986 y 1981.
Entre las plantas con habilitación del Senasa el total faenado fue de 6,764 millones de cabezas, representando 78,5% de la faena total de enero-julio de 2023. Esto arrojó un promedio de 6.902 cabezas/mes. Y en los 228 establecimientos restantes se faenaron 1,849 millones de cabezas, lo que explicó solamente 21,5% del total. Entre estos frigoríficos, el promedio faenado fue equivalente a 1.158 cabezas/mes.
Se faenaron 4,514 millones de machos, es decir 9,6% más que en los primeros siete meses de 2022 (+397,2 mil cabezas). Del total, 3,708 millones de cabezas fueron novillitos (+11,5% anual; +382,7 mil cabezas), categoría que explicó casi la totalidad de la expansión de la faena de machos entre los períodos considerados.
Asimismo, la faena de hembras ascendió a 4,099 millones de cabezas en siete meses (+16,8%; +591,1 mil cabezas). Se faenaron 2,260 millones de vaquillonas, es decir 13,9% más en términos interanuales (+276,2 mil cabezas). Pero, fue la faena de vacas, que totalizó 1,839 mil cabezas, la que más creció en términos relativos y absolutos (+20,7%; +314,9 mil cabezas), explicando 53,3% del crecimiento de la faena de hembras.
El ratio hembras/faena total llegó a 47,6% en enero-julio de 2023 (+1,6 puntos porcentuales interanuales), manteniéndose por arriba del límite superior del intervalo consistente con el mantenimiento del rodeo vacuno. Los factores explicativos ya fueron señalados más arriba.
En julio del corriente año se produjeron 290 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) de carne vacuna. En comparación con mayo la producción descendió 6,9% (corrigiendo por el número de días laborables), pero en relación a julio de 2022 creció 10,7% (+28,1 mil tn r/c/h). La diferencia de ritmos con respecto a la evolución de la faena de animales se explicó por un retroceso de 4,6% del peso promedio en gancho, que pasó de 236 a 225 kilos entre julio de 2022 y julio de 2023. Fue el tercer julio con mayor producción en treinta y cuatro años, detrás de los registrados en 2009 y 2008.
En tanto, en los primeros siete meses del año se produjo un total de 1,948 millones de tn r/c/h, es decir 11,1% más que en igual lapso de 2022 (+183,4 mil tn r/c/h), cuando se corrige por el número de días laborables.
CONSUMO INTERNO
En los primeros siete meses de 2023 la industria frigorífica produjo 1,948 millones de tn r/c/h de carne vacuna. Esto implicó un incremento de 11,1% anual (corrigiendo por el número de días laborables), lo que amplió la cantidad ofrecida en 183,4 mil tn r/c/h. Tal como ya lo señalamos en Informes anteriores, el crecimiento de la faena fue producto de la fuerte sequía que afectó a las principales zonas productivas del país.
Las estadísticas oficiales señalan que se exportaron en promedio 75.000 tn r/c/h de carne vacuna por mes a lo largo del corriente año. La excepción fue mayo, que marcó un pico de casi 94 mil tn r/c/h, producto de un envío extraordinario de cortes a China. En consecuencia, en los primeros siete meses del año estimamos que se exportaron alrededor de 537 mil tn r/c/h de carne vacuna, es decir 4,7% más que en igual período de 2022 (+24,1 mil tn r/c/h).
Y con estos guarismos, el consumo aparente de carne vacuna en nuestro país habría totalizado 1,410 millones de tn r/c/h, volumen que se habría ubicado 12,7% por encima del registrado en enero-julio de 2022 (+159,3 mil tn r/c/h). Esto es lo que provocó que la carne vacuna registrara incrementos de precios inferiores a los del nivel general en el último año y, por lo tanto, que el consumo per cápita de carne vacuna se recuperara, si bien todavía no logró superar el nivel que existía en igual período de 2019.
En el séptimo mes del año el promedio móvil de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna llegó a 52,0 kg/hab/año y se ubicó 8,5% por encima del promedio registrado en julio del año pasado (+4,1 kg/hab/año).
DINÁMICA DE LOS PRECIOS MINORISTAS
En julio, en un contexto político y macroeconómico muy diferente al actual, en el Gran Buenos Aires el índice de precios al consumidor aumentó 6,2% con relación a junio y se ubicó 114,6% por encima de julio de 2022.
En esta oportunidad el capítulo alimentos y bebidas no alcohólicas y en particular la carne vacuna nuevamente mostraron alzas inferiores a las del nivel general. Concretamente, en relación a junio el capítulo alimentos y bebidas no alcohólicas subió 6,0%, siendo el incremento de 5,7% en el caso de los alimentos. Con estos guarismos, en la comparación interanual la suba del capítulo fue de 118,6% y la de los alimentos fue de 117,8%.
En tanto, el conjunto de los cortes vacunos relevados por el INDEC registró un incremento de precios de sólo 2,7% en relación al quinto mes del año, llegando el alza interanual a 76,9%. La brecha entre el ritmo de incremento del precio promedio de los cortes vacunos y del nivel general del IPC se ubicó en 18,0%.
Por tercer mes consecutivo la carne picada común fue la que más subió de precio, llegando el aumento a 4,2% mensual. Detrás se ubicaron: asado (2,8%), cuadril (2,6%), nalga (2,3%) y paleta (1,7%). Por su parte, el valor de la caja de hamburguesas congeladas se incrementó 4,6% mensual. Y el precio del pollo entero aumentó 1,3% en el mes, luego de dos bajas consecutivas.
En la comparación interanual el cuadril lideró los aumentos (80,0%) y fue seguido por la nalga (79,9%), la carne picada común (75,8%), la paleta (75,4%) y el asado (73,6%). La caja de hamburguesas tuvo un alza de precios de 103,2%. En tanto, el precio del pollo entero subió 89,6% entre julio de 2022 y julio de 2023.
De lo expuesto surge que en el último año el precio promedio de los cortes de carne vacuna que releva el INDEC disminuyó 17,5% con respecto al nivel general del IPC. Y en relación al precio del pollo entero, la baja del valor de los cortes vacunos fue de 6,7%.
El incremento de la oferta de carne vacuna forzada por la fuerte sequía que afectó al país en el último año se tradujo en una caída real del precio de la carne vacuna en el mercado interno, proceso en el cual también colaboró la fuerte contracción de los valores pagados en los mercados internacionales. Y esto fue lo que permitió que el consumo aparente de carne vacuna se recuperara en los últimos doce meses (sección Nº 2 de este Informe).
Cuando se extiende el período de análisis, entre el mes previo al inicio de la ‘cuarentena’ y julio de 2023 los aumentos de precios llegaron a 513,4% para el nivel general del IPC en el Gran Buenos Aires (+6,1 veces) y 504,8% para el promedio de los cortes vacunos relevados (+6,0 veces). La desagregación mostró que nalga y paleta fueron los cortes que más aumentaron de precio en el período analizado: 515,2% y 511,7%, respectivamente. Detrás quedaron el cuadril (501,1%), el asado (489,7%) y la picada común (483,4%). En el caso de las hamburguesas congeladas, el valor de la caja se incrementó 435,7% en cuarenta y un meses (+5,4 veces). Y en el caso del pollo entero la suba acumulada llegó a 542,5% (+6,4 veces).
Fuente: CICCRA