Hasta abril de 2023 continúa siendo altos los números de la faena, y es preocupante el porcentaje de hembras fendas que alcanzó al 50,2%. Más allá de la estacionalidad que puede mostrar abril en la materia, cabe señalar que fue la segunda vez en los últimos treinta y cuatro años que el indicador se ubica por encima de 50%. Todavía es temprano para determinar si la cadena de valor está ingresando en una nueva fase de liquidación, pero se puede afirmar que el guarismo se ubicó muy por encima del límite superior del intervalo consistente con el sostenimiento del rodeo vacuno. Sin duda la sequía está obligando a los criadores a sacar del campo a las vacas que al tacto salieron vacías.
La producción de carne vacuna sigue firme, acompañando a la faena, ya que en abril de 2023 totalizó 263 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h). En relación a marzo se produjo un volumen 4,7% mayor al corregir por el número de días laborables y en comparación con abril del año pasado la producción fue 13,4% superior. Considerando el primer cuatrimestre de 2023, la producción fue 9,7% mayor a la registrada en enero-abril de 2022 y habiéndose producido 105,2 millones más.
Con una estimación de exportaciones de carne vacuna equivalente a 294,9 mil tn r/c/h en los primeros cuatro meses del año (+12,3%; +32,4 mil tn r/c/h), el mercado interno argentino habría recibido un volumen equivalente a 773,3 mil tn r/c/h. Esto implica que el consumo interno habría absorbido un volumen 10,4% mayor en comparación con el primer cuatrimestre de 2022.
Con estos números, y teniendo en cuenta la evolución de la población total del país, el promedio móvil de los últimos doce meses del consumo per cápita de carne vacuna se habría ubicado en 49,9 kg/año en abril de 2023. Es decir, 4,8% por encima del registro de abril de 2022 (+2,3 kg/hab/año), pero 8,2% por debajo del registro de abril de 2019 (-4,4 kg/hab/año).
En la comparación interanual, los precios de los principales cortes vacunos tuvieron subas de 82,0% a 74,0%. En el extremo superior se ubicó el cuadril, seguido por la paleta (+81,1%), la nalga (+78,6%) y la carne picada común (+78,5%), y en el extremo inferior se ubicó el asado (+74,0%). Ahora bien, en el caso de la caja de hamburguesas congeladas, su precio se incrementó 140,6% anual, al tiempo que el precio del pollo entero subió 149,8% en el último año. La suba promedio de los precios de los principales cortes vacunos estuvo en el orden del 2,5% mensual y 79% punta a punta de abril 2022 a abril 2023. De esta forma, entre abril de 2022 y abril de 2023 así como el precio promedio de los principales cortes de carne vacuna amplió su caída a 14,8% con relación al nivel general del IPC, en relación al valor del pollo entero la amplió a 28,4%.
En cuanto a las perspectivas, los productores ya están trabajando para 2024, porque toda la hacienda y sobre todos los vientres, que son los que están más retrasados, van a estar más valorizados. Todos los recursos, financieros, alimentos, se están pensando para llegar lo mejor armado posible para enero de 2024. Hoy el recurso más escaso es el alimento por la sequía. Así como ocurrió en 2008 y 2009 que luego de una fuerte sequía se asistió a un fuerte intervencionismo en el sector, dieron lugar a un 2010 con unos valores y unas subas muy fuertes de precios; es muy probable que vuelva a ocurrir en 2024.
La caída en la producción, el aumento de precio interno y la mala relación entre los empresarios y el gobierno tras las medidas de restricción de exportaciones no llevan a un buen desenlace.
La formación de los precios internos no tiene porque estar sujeta a la exportación, son cadenas diferentes. Si el objetivo del Gobierno es reducir el aumento del precio de la carne, deberá regular la cadena de formación del precio interno, donde se involucra el precio de los granos, la mano de obra y el costo de transporte, entre otros.
Es importante para una mejor perspectiva la disminución de la incertidumbre, para la cual los decretos de cambios en las reglas de exportación no ayudan.
Con respecto a los precios, no parece muy probable que se produzca una importante modificación del precio de la hacienda en pie durante el primer semestre de 2023. Sólo a partir de la normalización del régimen pluvial los precios empezarán a corregirse, muy suavemente al principio y acelerándose hacia fin de año, momento en que el precio de la carne alcanzará porcentajes elevados, que podrán rondar entre 70% y el 100% por encima de los bajos valores alcanzados a finales de 2022.
El precio del Novillo subió un 55%, muy por debajo del nivel general de precios que trepó un 95%, pasando de $177 kg vivo 2021 a $274 Kg vivo en 2022. En el mismo sentido, el precio interno de la carne, si bien creció algo más (+58%) también estuvo lejos de compensar la inflación. Por su parte, los precios de exportación registraron una suba del 10%, dato bastante alentador, y que marca una tendencia alcista de 2020.
Y hablando del consumo de carne vacuna de la población, en los últimos años se ha reducido, pero han empezado a consumirse con mayor intensidad otros tipos de carne, principalmente la carne aviar y porcina. El consumo de carnes muestra una clara tendencia a la baja hasta 2021 (en 2017 era de 57,3 kg/hab/año y en 2021 47,7), frenándose dicha caída en 2022 (48,4 kg/hab/año) con una tendencia a seguir subiendo en 2023, principalmente por el bajo precio relativo debido a la sobre faena producto de la sequía.