EVIDENTE IMPACTO NEGATIVO

Conforme se avanzaba sobre el mes de marzo, saliendo de las olas de calor y el bloqueo anticiclónico, finalmente comenzaron a llegar las primeras señales de normalización pluvial. No obstante, como ya vinimos analizando, esta recuperación tuvo importantes salteos y una distribución temporal muy inadecuada. En efecto, la segunda quincena de marzo y los primeros días de abril, abastecieron con abundancia al sur de la región pampeana y a importante sectores de las provincias del centro, salteando completamente a la zona núcleo, principalmente a la franja oeste. El mes de abril, tuvo totales muy magros, extremadamente bajos en la zona núcleo como para complementar los faltantes de marzo. El inicio de mayo mostro la presencia inusual de aire muy húmedo y finalmente gran parte de la franja este del país recibió lluvias muy abundantes, quedando relegada en forma significativa la franja mediterránea.

Comparando las lluvias del trimestre marzo-mayo con los valores estadísticos (1973-2022), se define la anomalía de este período. En el mapa se reconoce con facilidad el fuerte impacto de las lluvias muy por debajo de las normales en la parte oeste de la zona núcleo. Si bien esta anomalía es más extendida, la recuperación sobre el noreste bonaerense y parte del sur de SF está, no como para lograr completar valores normales pero si como para encarar siembras con un riesgo controlado.

El sur de CB, noroeste de BA y norte de LP, parecen ser los sectores más condicionados para avanzar con la implantación de la fina. En el centro este de CB, los condicionamientos también están presentes, como en las vecindades del oeste de SF y también en el norte de esta provincia. El NEA no logra escapar a este patrón de precipitaciones escasas, con una menor incidencia sobre el norte de Corrientes y Misiones, donde las lluvias del trimestre están en valores ajustados, pero no tan críticos como en otras áreas productivas.

Sobre el NOA, la primera parte del otoño fue muy favorable y aunque durante mayo prácticamente no llovió, los acumulados previos fueron suficientes como para superar las sumas esperadas para todo el trimestre. Es una zona que podría avanzar sin problemas con cultivos de cobertura.

El centro de SF y gran parte de ER, tuvieron fuertes aportes pluviales tanto en la segunda parte de marzo como en el mes de mayo, es por eso que esta zona tiene mayor holgura respecto del entorno. Estos primeros días de junio, han mantenido condiciones que favorecen la conservación de la humead del suelo. Las zonas más bajas posiblemente aun estén lidiando con suelos saturados que complican el avance de las siembras, algo que tiene margen para resolverse.

La transición intermensual no planteó un cambio ambiental significativo. Si bien por momentos la circulación del sector norte fue interrumpida, esto no fue suficiente como para que se concrete una renovación de la masa de aire, un secamiento. El tránsito de nubosidad baja y las neblinas han sido frecuentes y por otra parte, las temperaturas se han mantenido por encima de los valores normales, una condición que, por otra parte, ha sido predominante a lo largo de todo el otoño, sin dudas un comportamiento antagónico respecto de lo observado el año pasado. Recién esta semana arribó a la región pampeana aire frío con potencial para sostenerse un tiempo significativo.

El otoño dejo la situación hídrica claramente diferenciada entre el este y el oeste, algo que hemos abordado en el informe climático mensual. Con esta distribución hídrica y aun cuando junio no tenga una gran provisión de agua, las áreas trigueras del este estarán cubiertas. Difícilmente vayamos a un invierno seco, lo cual no implica una gran recuperación para el oeste, sin embargo, se podría casi garantizar que los cultivares del este no tendrán faltantes durante el invierno. Luego, es altamente probable que arranquemos el trimestre de primavera con lluvias tempranas debido a la influencia positiva de El Niño. Si se valida este panorama, podemos alcanzar buenos valores de producción en el este, que compensen el retroceso de área implantada en el oeste.