Buenos Aires - El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Alimentaria (Senasa) creó a través de la Resolución 503/2023, publicada hoy en el Boletín Oficial, la Mesa Estratégica Apícola, un espacio destinado a la articulacion de las áreas del Organismo que intervienen en la cadena productiva.
Formada por representantes de las distintas direcciones nacionales del Senasa, podrá proponer la vigencia, derogación, abrogación, parcial o total de la normativa vigente, como así también nueva normativa acorde a la evolución de la cadena.
“A través de esta Mesa se espera obtener una visión integral de la apicultura para poder articular con las áreas involucradas dentro y fuera del Senasa", sostuvo el jefe del Programa Nacional Apícola, Mauricio Rabinovich, encargado de llevar adelante la articulación con las direcciones involucradas y supervisar las tareas del equipo.
"Esta Mesa permite repensar a la apicultura incorporando el rol de los polinizadores y la importancia que tienen en la producción de cantidad, variedad y calidad de alimentos”, señaló Rabinovich.
Entre las funciones principales de la Mesa Estratégica Apícola se encuentran relevar las necesidades existentes en la cadena apícola y generar ámbitos de trabajo dentro del Senasa, que articulen la gestión de las diferentes áreas del Organismo, competentes en esta cadena y con otras instituciones involucradas.
Cabe destacar que lo dispuesto en la presente medida no implicará la creación de nuevas estructuras, ni erogación presupuestaria adicional alguna para el Estado Nacional.
Contexto de creación de la Mesa Apícola
La ONU instauró el 20 de mayo como Día Mundial de las Abejas para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores y las amenazas a las que se enfrentan, y acerca de su contribución al desarrollo sostenible de las naciones y de la seguridad alimentaria de las personas.
Además la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca la importancia de los apicultores y el papel esencial que desempeñan las abejas y otros polinizadores para mantener la salud de las personas y del planeta, salvaguardar la biodiversidad y contribuir a la seguridad alimentaria y a la nutrición de la población.
En este marco, resulta fundamental proteger a las abejas y a otros polinizadores para garantizar su contribución de forma significativa a resolver los problemas relacionados con la productividad de los sistemas de producción de alimentos en los que ellos intervienen.