Solo se sembró el 18% del trigo de la región
Es la siembra más atrasada de las ultimas 5 campañas. Para esta fecha, el año pasado ya se había sembrado el 55% del área de intención de trigo. Hacia el este, el problema son los excesos de humedad. En el centro sur de Santa Fe se sembró el 50% del área. En Carlos Pellegrini, la persistencia de días nublados y la humedad impide orear los suelos y poder avanzar. En el extremo sudeste provincial se sembró el 25% del cereal. En el noreste de Buenos Aires, aun no comenzaron las labores. Hacia el oeste tampoco se ven sembradoras trabajando, pero allí es por la falta de agua y la consecuente caída en las intenciones de siembra. En el sudeste de Córdoba “la humedad está muy al límite para plantear una siembra racional de trigo”, explican los técnicos. En Corral de Bustos, la superficie de trigo cae un 50% (vs el año pasado). Explican que “en lotes, que en años normales no se pueden sembrar porque la napa está en superficie, hoy está a 3,8 metros de profundidad”.
¿Hay posibilidades de nuevas lluvias para el oeste?
Elorriaga explica: “los modelos de pronóstico indican que en la segunda década de junio, las lluvias seguirán reticentes y predominarán las irrupciones de aire polar. Habrá un abrupto cambio a condiciones invernales. El comportamiento atmosférico frío y seco y la distribución de lluvias típica del invierno sella el destino de la franja oeste mediterránea”. Agrega el consultor que “con condiciones de neutralidad en el Pacífico y lluvias dentro de las normales estacionales, el gradiente negativo de humedad que se ha establecido entre el este y el oeste no tiene posibilidades de modificarse”.
Después de la campaña 22/23, hay poco espacio para tomar riesgos y los márgenes pesan mucho más en la intención de siembra
“Hacer trigo hoy es asumir un riesgo grande: aunque te vaya muy bien, el premio es chico”, resumen en Monte Buey. Más allá de que están limitados en la siembra por la falta de agua, y q ue este año predominarán los planteos con niveles de tecnología defensivos (bajos) o medios, con 30 qq/ha y hasta con 40 qq/ha, los números no cierran en campo alquilado.
Para comenzar a ganar se requieren al menos 45 qq/ha. En campo propio la situación es otra: el rinde de indiferencia es de 29 qq/ha.
La situación de justeza se advierte cuando los colaboradores afirman que se encarará la fina con planteos con niveles de tecnología defensivos o medios pese a que la relación urea/trigo mejoró; hoy se necesita casi un 20% menos de trigo para comprar la misma cantidad de urea que el año pasado a esta fecha.
¿Cómo dan los márgenes de los principales cultivos en la región?
Para la campaña 2023/24, el maíz temprano continúa liderando la tabla de márgenes con 508 u$/ha en campo propio, le sigue la soja de primera con 406 u$/ha. En campo alquilado, condición en la que produce el 70% de la región, los márgenes son muy acotados: para el maíz de 1ra hay una ganancia de 22 u$s/ha. Para el trigo el resultado es negativo (-146 u$/ha), como así también para la soja de 1ra (-108 u$/ha) y el doble cultivo trigo/soja 2da (-129 u$s/ha).
¿Mejor o peor que hace un año?
Todos los cultivos presentan una caída de sus márgenes 2023/24 frente a los del 2022/23 para esta misma fecha. Bajo la condición de campo propio, el maíz de 1ra y la rotación trigo/soja fueron los que más retrocedieron de año a año (-248 u$s/ha cada uno). En campo alquilado, el maíz tardío muestra la mayor variación negativa, con -288 u$s/ha, seguido de la rotación trigo/soja de 2da, con -266 U$s/ha.