Es evidente que el impacto de la sequía ha traído una importante merma en los rendimientos agrícolas y en esta breve nota pretendo informar a preparadores de balances de empresas agropecuarias como reconocer en la contabilidad, y en consecuencia en los balances, dicho hecho no controlable por sus directivos.
En cuanto a activos biológicos, como las sementeras agrícolas, las normas contables las miden a valores corrientes mediante dos métodos según el grado de desarrollo biológico. Al comienzo de su desarrollo se utiliza el costo de reposición y en un grado más avanzado utiliza el método del valor razonable (valor de mercado) menos los gastos en el punto de venta del mercado principal o el más ventajoso.
El primero establece que “debe establecerse acumulando todos los conceptos que integran su costo original, expresados cada uno de ellos en términos de su reposición, a la fecha de su medición”[1] y en el segundo caso, el valor razonable menos gastos en el punto de venta en una etapa posterior a la inicial, consiste en una estimación mediante la determinación del valor futuro menos los costos de producción.
Ante la falta de rindes por sequia y coincidiendo con la Cra. Silvina Marcolini debemos ver si ellos se producen antes del cierre o sobre hechos que estaban revelados al cierre, por lo que debemos comparar la medición con su valor recuperable y en su caso reflejar el quebranto y si se produce con posterioridad al cierre y antes de la aprobación de los estados contables debemos registrar el quebranto por depreciación de la medición y completar el informe en las notas.
Por CPN Carlos Barrero - Director y Consultor de BL&Cia – Barrero Larroudé