Algunas situaciones de escala zonal se volvieron particularmente eficientes, pero esto no resulta en un indicador que pueda justificar la idea de que hayamos entrado en un proceso virtuoso en cuanto a la mejora del patrón pluvial. El norte quizá comienza a encontrar las primeras señales en los pronósticos, pero esto aún no se valida.
Dentro de la región pampeana, se destaca el máximo costero del sudeste bonaerense. El mismo se proyecta con cierta suficiencia hacia el interior de la provincia, pero claramente se diluye hacia el centro, con una oferta de agua que se vuelve muy escasa en el resto del territorio, la provincia de LP, sur santafesino y sudeste de ER.
Sobre SL y el oeste cordobés, aparecen algunas mejoras zonales, que también se reflejan en forma puntual sobre áreas del centro oeste santafesino y el sudoeste entrerriano. Son mejoras territoriales espasmódicas, que no responden a ningún criterio dinámico. Quizá dentro de la zona núcleo, el sudoeste entrerriano sea la zona que hay logrado mejor recurrencia de eventos pluviales, aun cuando la oferta de agua no haya sido pareja, o no haya logrado completar los valores estadísticos.
También se destacan máximos importantes en el chaco salteño y otras zonas del norte del NOA. Estos sistemas precipitantes fueron perdiendo eficiencia progresiva a medida que avanzamos desde el NOA hacia el territorio cordobés y el sur de SdE (no debe tenerse en cuenta lo que puede haber llovido en las zonas serranas del noroeste de CB por falta de estaciones oficiales en la zona). Sobre el centro norte de la Mesopotamia, solo el norte misionero rescato buenas precipitaciones. Formosa, con lluvias que decrecen hacia el este, generándose un polo bien seco y extendido que toma buena parte de Corrientes y se extiende al sudoeste de la franja oriental de Paraguay. Desde la región cuyana hacia la Patagonia, prácticamente no ha llovido, recién con algunas mejoras en territorio fueguino.
Hay una dinámica más clara para justificar la continuidad de las deficiencias, que para encontrar argumentos que permitan entender las mejoras de escala zonal. Esto evidencia que la situación aún no cambia en el sentido que todo el mundo espera. Se requiere cierta persistencia y escala en la recuperación pluvial, como para decir que estamos saliendo de esta situación tan hostil.
El comienzo del mes de marzo, mantiene una tendencia de altas temperaturas (records para las máximas de este mes sobre el centro noreste de BA) y lluvias escasas. Sin embargo han aparecido algunas lluvias en zonas de Chaco, noreste de SF y el centro norte de Corrientes.
Es por eso que decimos que los indicios de cambios hacia una mejora en la oferta de agua, se insinúan un poco mejor sobre el norte del país. El escenario seco o con lluvias por debajo de los valores normales, aún prevalece sobre gran parte del centro del país.