La empresa Yara, líder mundial en la producción y comercialización de fertilizantes minerales, realizó junto a un Consorcio Regional de Experimentación Agrícola del NOA, un ensayo que puso en números concretos la significativa respuesta del cultivo de poroto a la fertilización nitrogenada.
En el estudio llevado a cabo junto al CREA San Patricio en la localidad tucumana de Las Cejas, se aplicaron diferentes estrategias de fertilización comparándolas con el testigo sin fertilizar. Quien estuvo a cargo del ensayo por parte del CREA fue la ingeniera agrónoma Laura Carabaca, coordinadora de la mesa agrícola de CREA Región NOA y asesora del CREA San Patricio, la cual destaca: ¨Gracias a este trabajo que realizamos en conjunto con Yara Argentina y con intercambios de Yara Brasil, la región dio un paso más en la nutrición del cultivo, se presentó en diferentes mesas de debates y generó gran interés entre los productores. Este ensayo nos invita a seguir evaluando en red la nutrición del poroto en la región, que es un gran interrogante¨.
En la zona del CREA San Patricio es un cultivo que en los últimos años fue ganando superficie. Anteriormente se realizaba ocasionalmente, por lo que todavía se está aprendiendo. Generalmente, en la región, no se cuenta con una estrategia de fertilización. El poroto fija nitrógeno naturalmente pero no responde muy bien a la inoculación, es por ello que se generó un debate sobre la respuesta a la fertilización del poroto en el grupo. A partir de esto, se generó el ensayo, cuenta Laura Carabaca, quien acentúa los datos prometedores que revela este trabajo: ¨Pudimos observar que existe una gran diferencia en rendimiento entre los lotes fertilizados versus el testigo sin fertilizar, que puede ir, dependiendo del tratamiento elegido, desde los 581 a los 775 kilos por hectárea¨.
La estrategia que obtuvo el mayor rendimiento consistió en un arrancador, un fertilizante granulado, uno foliar y un bioestimulante. El fertilizante arrancador que se utilizó era uno que contenía nitrógeno, fósforo y potasio, así como zinc, magnesio y azufre, aportando los nutrientes necesarios para que el cultivo se desarrolle correctamente desde el inicio. El fertilizante granulado que se utilizó es fuente de nitrógeno en forma de nitrato de amonio, mientras que el foliar contiene, entre otros nutrientes, un 35% de calcio lo que favorece la retención de flores y cuaje de los granos. Con respecto al bioestimulante, se aplicó de forma preventiva, dado que se conoce que la respuesta a este tipo de formulaciones es mejor cuando se aplica antes de las situaciones estresantes.
¨Los desafíos que tiene este cultivo en la región son muchos, y por eso también es tan interesante, hay que explorar nuevas variedades, encontrar materiales con ciclos más cortos para escapar de las heladas tempranas, investigar sobre la densidad de siembra, y seguir buscando respuesta a las diferentes estrategias de fertilización, sería muy interesante poder repetirlo en diferentes años y en red con muchos productores de la región¨. Enfatiza la asesora del CREA San Patricio.
Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, el cultivo de legumbres se concentra en el centro y norte del país, en tanto que específicamente la producción de porotos secos se ubica principalmente en el noroeste, en las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero y norte de Santa Fe. La superficie sembrada es de alrededor de 500.000 hectáreas. En cuanto a la comercialización, el 40% se consume en el mercado interno y el 60% restante tiene destino de exportación.