A nivel global, mi función es ayudar a nuestros clientes en la nutrición de lechones. En esta área, miramos y atendemos cada cambio que tiene que ver con la porcicultura y buscamos soluciones. En tal sentido, teniendo siempre como objetivo colaborar con los productores, si nos referimos al sitio 2 en lechones, notamos importantes cambios en la genética. La genética moderna con la que hoy se trabaja, es mucho mejor, ya que al final tenemos muchos más lechones, con más significativos márgenes de ganancia, más peso y una conversión alimenticia mucho más notoria.
Pero, entre los cambios que tuvo el sitio 2, hubo algunos que no fueron del todo positivos. En general percibimos que los lechones al final del sitio 2 son más livianos, datos de algunas compañías de genética hablan de hasta dos kilos menos. Esto es parte del mejoramiento genético, porque al final vamos a tener más carne a un costo más bajo.
En tal sentido, desde la nutrición, buscamos cómo podemos ayudar al productor, a lograr un peso más alto porque, claramente, esto representa más ganancias y porque al final del ciclo 2, el peso de multiplica. Si hablamos de un kilo más al final del sitio 2, podemos también hablar de 2 o 3 kilos más al final del proceso de faena. Es muy valiosa esta inversión y por eso es que permanentemente traemos y pensamos en nuevas tecnologías de nutrición.
Siempre con nuevas formas de trabajo, cambios, opciones, pero lo que tenemos a la vista principalmente es una mejora inicial con modificaciones de nutrientes e ingredientes para que el lechón tenga un consumo más alto, una ganancia de peso notoria desde el inicio y con resultados evidentes que se detectan a simple vista al animal: mejor aspecto general, armonía de forma, cuero, estado saludable y mejor formación general.
Pero, como acreditamos siempre, la fase más importante de inversión es la 4, en donde el alimento es mucho más barato, pero con un animal que tiene una capacidad increíble de respuesta. Es decir, que al modificar también la fase 4, cambiamos aún más el desempeño.
Nuestra misión siempre está en resolver problemas reales y que existen en el día a día del productor, en la porcicultura de Argentina y de todo el mundo.
Por Leandro Hackenhaar,
Líder Global de Tecnología de Cargill