Maíz temprano 2022/23: “El 80% de lo sembrado ya está perdido”
Esta es la situación que describen los asesores en los alrededores de Cañada Rosquin y Rosario. “Ya hemos tomado la decisión de picar algunos lotes. Otros, de no llover lo suficiente en estos días, podrían alcanzar entre 10 a 30 qq/ha. Con estos rindes, son cuadros que también consideramos como perdidos. Solo el 20 % restante podría alcanzar los 40 a 60 qq/ha”. Los maíces tempranos están atravesando pleno período crítico en un escenario de sequía grave en toda región núcleo. Hasta en el noroeste bonaerense donde recibieron algunos milímetros extras la situación es también muy delicada: “estamos entrando a floración con el potencial de rinde ya muy dañado. Tiene que llover en los próximos días al menos de 20 a 30 mm para seguir en carrera. En los mejores lotes, si lloviese, estimamos rindes de 60 a 70 qq/ha”, explican los asesores desde General Pinto. Hoy la situación del cereal temprano es crítica, el estado del cultivo es: 30% malo, 50% regular y 20% bueno.
550.000 ha de maíz tardío faltan por sembrar
En una semana el avance en región núcleo fue de tan solo un 3%. Aún restan por implantar el 42% intencionado. Hay localidades donde la escasez de humedad a la siembra no les ha permitido siquiera comenzar con la labor como es el caso de Cañada de Gómez, Carlos Pellegrini y Baradero. El centro-sur santafecino es sector que acusa el mayor retraso con solo un 10% de avance. El extremo sur santafecino y el noreste bonaerense tienen la mitad de la superficie sembrada. Mientras que el noroeste bonaerense ya ha podido terminar con la labor y el sudeste cordobés le pisa los talones con un 70% sembrado.
Sigue desplomándose la condición de la soja: 2,4 M de ha regulares a malas
En Cañada de Gómez advierten que la situación de los cultivos de veranos va “de mala a catastrófica” y que “solo un milagro endereza esto”. En los 15 años de seguimientos que realiza el GEA de la BCR, jamás se observó que a 10 días de cerrar el año haya semejante nivel de hectareaje en condiciones regulares a malas. Ya se trata del 58% de la soja de 1ra. En una semana subió un 9% el área afectada. 200.000 ha más pasaron a malas condiciones y la región totaliza 600.000 ha en situaciones críticas. Y otras 200.000 ha se sumaron a la condición regular, sumando 1,8 M ha en este estado. Se calculan que 100.000 ha deberán resembrarse. En Cañada Rosquin, la soja de primera solo por el atraso del crecimiento vegetativo ya se calcula una baja de un 30% del rinde potencial. En San Gregorio y Marcos Juárez, lotes sembrados en octubre ya se encuentran iniciando la floración con un crecimiento mucho menor que lo normal: no alcanzan a cerrar en el entresurco. Los grandes calores en estadios tempranos son los responsables del escaso crecimiento y la floración anticipada.
¿Cuál será el futuro de las 400 mil ha de soja que faltan sembrar?
Entre zonas atrasadas y lotes que tienen que resembrarse, el 8% de área de soja (1ra y 2da) sigue en la espera. Ya hay productores que dicen que no van a seguir sembrando en estas condiciones. Ante la imposibilidad de recuperar lo invertido, muchas explotaciones agropecuarias de punta del noreste de Buenos Aires determinaron no invertir en este contexto de escasez de agua y suspender las tareas de siembra. En Baradero, solo hay un 20% de los lotes implantados. En Carlos Pellegrini, centro sur de Santa Fe, también resuena la posibilidad de no sembrar los cuadros que restan por la misma razón. Otros están expectantes a las lluvias que se pronostican para el final de la semana. En Bigand, sur de Santa Fe, la fecha máxima a la que puede esperar el productor, aspirando a un rendimiento razonable y rentable, es hasta el 10 de enero. En El Trébol esperarán hasta el 15 de enero para sembrar los lotes de segunda que faltan. En Marcos Juárez, sudeste cordobés, están a la espera de las lluvias para terminar con algunos lotes de soja de primera que faltan y con el 50% de los de segunda. Los que tienen la intención de retomar si llueve, no cambiarán de cultivo ya que la oleaginosa es la alternativa de menor inmovilización de dinero.