"En trigo ya las Bolsas están en 15 mill.tt. pero en el mercado, siendo optimistas, se plantean 13 a 14 mill.tt. Tomando compras de la exportación a precio más consumo interno, el punto de quiebre son 12 mill.tt. En este marco nadie vende, muchos intentan recomprar para reducir su exposición, y el mercado se fue 50 USD/tt por encima de lo que los exportadores podrían pagar de acuerdo al valor FOB", profundiza.
A nivel maíz, el académico de la Facultad de Ciencias Empresariales (Rosario) manifiesta su preocupación: "Estamos en la siembra más lenta de seis años, y la ventana de implantación está prácticamente cerrada. Es posible que sólo 20% del área de maíz sea temprana, y muy complicada con el clima". Sin embargo, también expresa un aspecto positivo al asegurar que un 80% de maíz tardío "es mucho, y se juntará con la safrinha de Brasil, que se proyecta muy buena".
Con respecto al dólar soja, Romano indica que generó tanta liquidez que hoy no existe necesidad de venta. "Esto lleva a los negocios genuinos a casi desaparecer, pero muchos operadores que se vendieron fuerte en septiembre cobrando a dólar oficial precios cercanos a los 500 USD/tt, hoy recompran en la zona de los 400 y tergiversan el mercado".
En terreno de recomendaciones, Romano expresa que "maíz tardío en 230 parece muy bueno para vender, mientras que maíz temprano y remanente de cosecha vieja habría que resguardarlo. La soja podría tener picos en la definición climática (diciembre a enero) por lo que hoy seríamos precavidos".
No perder foco en el mercado internacional
A nivel global el panorama también es desafiante. "La Guerra en Ucrania y la invasión rusa, por ejemplo, sigue escalando; y en ese marco se está venciendo el acuerdo por el corredor humanitario. Esto generó gran volatilidad en maíz y trigo esta semana, porque los buques que están saliendo actualmente podrían dejar de hacerlo. El viernes pasado se acordó extender el corredor un mes más, mientras la discusión de fondo continúa", detalló Romano.
Para Estados Unidos, el panorama es mejor: "el Mississippi sigue con un bajo nivel de aguas, lo que hace que a pesar de que la cosecha de ese país va a buen ritmo, los embarques estén con 15 a 20 días de demora", indica.
Romano expresa su parecer: "Si bien parece que nos hemos olvidado de la situación macro, no debemos minimizarla. Las subas de tasas para combatir la inflación, la escasez de energía, y los cierres por COVID en China siguen siendo elementos que apuntan a una demanda menguada de granos", considera.
Fuente: Universidad Austral