"En este contexto, parece razonable esperar a tener claras las definiciones políticas para la cosecha vieja, pero para la nueva preocupa el poco nivel de ventas frente al riesgo precio exacerbado", sostiene.
Romano expresa que el paso del Ministerio de Agricultura nuevamente a la órbita de Economía con rango de secretaría, generó descontento. "Sin embargo, la llegada de Sergio Massa al súper ministerio de Economía generó una gran expectativa, ya que habían trascendido rumores que iban desde la baja de retenciones, hasta un tipo de cambio diferencial. Mientras tanto, la venta de soja sigue a ritmo lento y la de maíz acelerada", explica el especialista de la Universidad Austral.
"Tendremos que ver qué sucede esta semana en la reunión con la mesa de enlace", agrega.
Con respecto al dólar soja, que generó inicialmente alguna expectativa, "parece no tener buena recepción en los productores, aun cuando los bancos no han logrado llevar a la práctica el proceso", considera. "En concreto, sólo sabemos que se prorrogará por más tiempo, que se les pedirá a los exportadores que anticipen liquidaciones, para lo cual se generó un instrumento específico en dólares con rendimiento para que puedan colocar los mismos".
Qué sucede en el mundo
A nivel internacional, manifiesta que "pocas veces hemos tenido un mercado de granos tan difícil de analizar". Si bien el marco financiero parece haberse calmado, "lo que genera gran incertidumbre es no sólo la posibilidad de que Rusia embarque maíz y trigo por el corredor seguro, sino también el aumento de la tensión entre China y EEUU", explica.
No obstante, el profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales de la sede Rosario, indica que "lo cierto es que los precios forjaron pisos, con gran volatilidad, pero la relación insumo producto empeoró en el último mes. Acertar con los tiempos comerciales será clave", recomienda.
La semana pasada se embarcó "exitosamente" el primer buque de maíz ucraniano, en el marco del acuerdo al que se arribó entre Ucrania y Rusia con la mediación de la ONU. Hay 16 buques más cargados y listos para partir, aunque el ritmo semanal que podría garantizarse es de tres buques. Sin embargo, n el mientras, tanto los ataques a ciudades portuarias continúan, por lo que la situación está lejos de normalizarse.
"La gran pregunta es si esto permitirá que la oferta ucraniana vuelva a la normalidad. En principio no sería así, pero al menos la oferta iría en aumento", considera Romano.
Por otro lado, el analista del Centro de Agronegocios y Alimentos de la UA sostiene que "estamos en tiempo de descuento para el mercado climático norteamericano, y todo apunta a buena cosecha. En tanto mejoran perspectivas para Sudamérica. La oferta podría recomponerse".
Fuente: Universidad Austral