Siembra de trigo 2022/23: la más atrasada de la última década
Sólo el centro sur de Santa Fe recibió lluvias destacadas el martes 28 de junio. El mayor registro fue el de Clason con 17 mm. La aguja que marca la siembra se movió tan solo un 5% en la última semana, alcanzando casi 1 M ha de las 1,43 M ha intencionadas. En el norte bonaerense se han incorporado algunos lotes esta semana, donde había algo de humedad. El avance de la región es del 70%, el más bajo de los últimos 10 años. Solo en el centro sur de Santa Fe hay posibilidades de incorporar unas 50.000 a 100.000 ha más gracias a las lluvias del último martes 28.
En el resto de la región, domina la decepción por los milímetros que no llegaron. La mayoría de los lotes que no pudieron implantarse, afirman que se destinarán a soja de primera. Es lo que está sucediendo en el sur de Santa Fe, como en Bigand que necesitaría el auxilio de unos 20 mm para terminar con el trigo. En el extremo santafesino, desde Venado Tuerto al sur, las mejores condiciones iniciales hicieron permitieron completar los planes de siembra.
En la región son pocos los productores que cuentan con semillas de ciclo corto y que esperarán unos días más por agua. El este Cordobés hace semanas que se quedó sin humedad superficial. En Marcos Juárez, la siembra finalizó en el 50% de lo intencionado. El norte bonaerense lleva sembrado el 85% de lo intencionado. En General Pinto la siembra se dio por finalizada con 90% implantado. Con este panorama, la superficie de trigo 2022/23 podría caer entre un 25 y un 40% respecto a la campaña anterior.
Trigo: ¿cómo están los lotes implantados?
La emergencia está siendo muy lenta y desuniforme y hay pérdidas de plantas, señalan en la región. En Pergamino las demoras en los nacimientos son de alrededor de 20 días. De no llover, podría haber grandes daños si se generan heladas intensas, advierten en las zonas que no recibieron agua este martes. En Bigand, hay lento crecimiento y daños por heladas en los cuadros. En General Pinto, la primera tanda, los sembrados después del 20 de mayo, está mejor. En cambio, la segunda, la de junio, con el frío, las heladas y la falta de agua se demoró en hasta 20 días la emergencia. “Y sí, se ven desuniformes, con pérdidas de plantas”, dicen los técnicos. En Marcos Juárez el panorama mejora: los cuadros se ven creciendo en buenas condiciones. En el centro sur de Santa Fe, las lluvias de esta semana permitirán emparejar el nacimiento de los lotes implantados y completar las fallas de germinación por falta de humedad. “Además, se abre la posibilidad de realizar nuevas fertilizaciones con nitrógeno”, agregan los técnicos.
¿Qué puede pasar con los fertilizantes si llueve?
“La demanda podría desbordarse porque restan concretar muchas ventas aún”, responden desde Correa. "Por la falta de lluvias las fertilizaciones de trigo están frenadas”. En esta campaña a diferencia de lo que suele hacerse, gran parte de los productores realizó la siembra del cereal solo con arrancadores. La estrategia era completar la fertilización con urea más adelante en el ciclo en función de las lluvias. “Si hoy quisieran comprar urea y superfosfato simple, no tenemos disponibilidad desde ayer (29/6). Las ventas están suspendidas”, dicen técnicos relacionados a las ventas de agroinsumos. Lo opuesto se vive desde Las Rosas: “con 15 mm, el ambiente cambio rotundamente. El teléfono está al rojo vivo. Aumentó la demanda de fertilizantes para completar las siembras y fertilizaciones que restan. Nos resta un 40% de ventas por concretar para trigo. Para maíz solo hay un 20% vendido”. Agregan que tienen disponibilidad de fertilizantes para enfrentar la demanda local, pero creen que podría haber un faltante significativa de urea para encarar la siembra gruesa. Desde General Pinto dicen que el fertilizante vuelve a ser un problema y prevén inconvenientes para la siembra maicera: “subió 80 u$s/tn en dos días”.
¿El otoño 2022 es el más seco de los últimos 30 años?
En Santa Fe faltan entre 100 y 150 mm para llegar las medias históricas de lluvias del otoño. En Córdoba la deuda es de 75 a 125 mm. Y en el 37% de Buenos Aires, en el noreste, el otoño 2022 le debe 100 a 150 mm para alcanzar los valores estadísticos de lluvias de la estación que cumple la función de recargar los suelos. Esta es una de las grandes causas de porqué el mapa de reservas de agua edáfica está en naranja y rojo —o sea seco y muy seco— en casi el 50% de la región pampeana. Y se si analizan las estadísticas por localidades, hay datos que sorprenden. Por ejemplo, el otoño 2022 es el más seco desde 1963 en Junín (Buenos Aires). Allí, solo llovieron 79 mm (del 21/3 al 21/6) por lo que faltan 186 mm para alcanzar la media de las lluvias de otoño (232 mm). Hay que retroceder casi 60 años para encontrar un otoño más seco. Para Río Cuarto, Córdoba, el actual es el otoño en el que menos llovió desde 1961: solo llovieron 28 mm. En Córdoba capital, con 12 mm, el 2022 es el otoño más seco desde que hay registros, o sea desde 1986. En Santa Fe, en Rosario, este otoño dejó 126 mm contra los 234 mm de media. En Rafaela, acumuló 95 mm (vs los 205 mm de media). Volviendo a Buenos Aires, en Las Flores, el otoño 2022 registró 121 mm, casi la mitad de la estadística (236 mm).
¿Por qué la actual falta de agua se perfila más peligrosa que la sequía que sufrió el trigo en el 2020?
La sequía del 2020 afectó a gran parte de la Región Pampeana; en Córdoba el rinde fue de solo 15 qq/ha; en Santa Fe, 21,5 qq/ha. Pero en Buenos Aires hubo productividades récord de trigo y la provincia marcó casi 40 qq/ha (39,5) compensando las pérdidas y de este modo Argentina alcanzó a producir 17 Mt. En las malas campañas suele irle mal a Buenos Aires y bien al resto de la Región Pampeana, o al revés, como en el 2020. Pero cuando la falta de agua golpea tanto a una como otra se tratan de sequías con mayúsculas y de alto impacto en los números nacionales. En la última tormenta (28/6), “los acumulados más significativos, apenas por encima de los 10 milímetros, privilegiaron puntualmente al centro de Santa Fe y Entre Ríos, excluyendo totalmente a las provincias de La Pampa y Buenos Aires”, dice el Dr. Aiello.
¿Por qué no llueve en Buenos Aires y en el resto de la región pampeana?
El consultor de GEA Alfredo Elorriaga, explica: “la falta de agua en la franja oeste y este del país es algo que hace mucho que no sucede. Por eso son muy malas noticias que las últimas tormentas (martes 28) tampoco haya dejado milímetros en Buenos Aires. El posicionamiento que han tenido los centros de alta y baja presión han evitado las circulaciones que permiten el ingreso de aire húmedo desde el este. Esto no es casual, el Atlántico muestra un moderado enfriamiento en la costa argentina hasta el sur de Brasil que afecta negativamente la situación actual”. Aiello agrega que “los pronósticos de corto plazo muestran alguna actividad atmosférica en el inicio de julio, aunque modesta y con un comportamiento similar a las lluvias del final de junio. La primera década del nuevo mes no provocaría grandes cambios en el régimen de precipitaciones. Todo indica que tendremos por delante un invierno con pobre aporte de agua, con una distribución de humedad muy exigida para los cultivos de la fina. Esto solo podría revertirse con un mejor comportamiento pluvial en el próximo cambio de estación”.