Con un avance de la siembra del 47%, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la campaña triguera 2022/23 ya está a toda marcha: los ciclos más largos ya fueron casi en su totalidad implantados, mientras que comienza a ser el turno de los ciclos intermedios y cortos.
Sobre estos últimos, la clave es tomar decisiones rápidas, debido a que sus expresiones de desarrollo y rendimiento ocurren en una ventana corta de tiempo. Más aún, en casos en los que la siembra ocurre poco tiempo después de haber terminado la cosecha gruesa.
Para estos barbechos cortos, por ejemplo, hay una herramienta con tecnología japonesa que permite controles cerca de la implantación del cultivo.
Se trata del herbicida Sumizyn®, un producto a base de Flumioxazin (50%), propiedad de Sumitomo Chemical, que cubre un amplio espectro de acción, sobre crucíferas y sobre otro tipo de especies que suelen presentarse durante la campaña otoño-invernal.
Una novedad en este contexto es que en esta campaña se sumó la opción de Sumizyn T-Max, un producto compuesto de Flumioxazin 3,8% y Terbutilazina (*) 50%. Este último principio activo es clave, porque aporta flexibilidad: no solo puede usarse en trigo, sino también en soja y maíz, siempre en pre-siembra, con un amplio espectro de control.
Asimismo, la integración de diversos principios activos es una estrategia adecuada teniendo en cuenta cómo se ha ido incrementando el complejo de malezas, y la cantidad de especies y biotipos que cada año se vuelven resistentes a los herbicidas.
En ese sentido, mientras Flumioxazin tiene mucha acción residual para el control preemergente de malezas de hoja ancha como crucíferas (brassica rapa, nabon,), rama negra y también rye grass, la terbutilazina (*) amplía el espectro de control en otras gramíneas difíciles como elusine indica, chloris elata y digitaria sanguinalis.
Esto permite llegar libres de malezas hasta el macollaje; momento en que, en caso de ser necesario, se puede complementar el tratamiento con la aplicación de herbicidas post emergentes como pueden ser MCPA o su combinación con Mextrol®, o en el caso de rye grass el uso de un graminicida especifico como Gyzmo®. Todos productos de la línea de Sumitomo Chemical.
Asimismo, la empresa tiene otros herbicidas con registro autorizado en trigo: Azbany Maxx (Fluroxipir 48%); Kamba Full, único dicamba (88%) del mercado que combina dos sales de alta calidad (Monometilamina + Dimetilamina) en su formulación Dual Salt Technology®; Weedar Full®, 2,4-D con bondades de ser Dual Salt Technology ®, de altísima calidad y prestaciones; y Weedar Xil®, que se está lanzando este año y es una nueva formulación a base de 2,4-D etilhexil 89% -, un emulsionable que por su baja volatilidad no posee restricciones de uso como el éster butílico e isobutílico.
Contra las enfermedades
En tanto, así como enfrentar las malezas, otro aspecto clave para garantizar buenos rindes y, por ende, buena rentabilidad; es controlar a las enfermedades.
El primer paso es un correcto monitoreo, para detectarlas temprano y además diagnosticar bien si los síntomas fisiológicos observados en la planta son causados por hongos, porque este mal diagnostico puede llevar a adelantar innecesariamente la aplicación de fungicidas, con la consecuencia de quedar "descubiertos" cuando realmente haya presión de manchas o royas.
Pero si es momento de aplicar un fungicida, desde Sumitomo Chemical también traen una novedad para esta campaña: se está realizando el pre-lanzamiento comercial de Excalia Max®: un nuevo producto compuesto por una carboxamida en mezcla con un triazol, y que tiene como aspecto novedoso que está basado en una molécula descubierta por Sumitomo Chemical y completamente nueva para el mercado: Indiflin®.
Si bien el modo de acción de las carboxamidas es algo con múltiples antecedentes y experiencia a campo, el valor que agrega esta nueva molécula, y su principal diferenciador respecto a lo que hoy se conoce, es su sobresaliente performance para el control de las royas principalmente, tanto en trigo, como en soja.
Por el momento, solo se puede usar en aplicaciones foliares, pero desde la firma japonesa están trabajando para que pueda ser aplicado en tratamiento de semillas y en otros cultivos.
Los ensayos muestran que esta tecnología tiene altos niveles de control, por encima del 90 por ciento, mientras que también logra un salto en los rindes, con respuestas que van desde los 500 kilos a más de 900 kilos con respecto a lotes testigo sin tratamientos.