Se llevó a cabo el 1er. encuentro en el marco de charlas virtuales Soja 360 que viene proponiendo ACSOJA y que este año tiene como objetivo principal dar a conocer el trabajo que hay detrás de esta gran industria.
En esta oportunidad la charla tuvo como disertantes a Armando Allinghi de CIAFA- Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos – y Federico Landgraf de CASAFE - Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes con la moderación a cargo de Sebastian Senesi de FAUBA - Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
En sus palabras iniciales el Ingeniero Senesi, enfatizó el factor de multiplicación del valor económico de los insumos en la cadena de la soja con respecto al valor generado (exportaciones y venta local), contemplando los datos de los últimos años fue de 8 veces.
Durante el encuentro, las cámaras conversaron sobre el abastecimiento de los insumos de producción local e importada y las políticas públicas necesarias para contar con oportunidades y fluidez necesaria en el análisis de la coyuntura a largo plazo. En el conjunto de las cadenas se puede hablar de 6 mil millones de dólares de inversión inicial en cosecha en el 2021 y entre 35 y 45 mil millones de dólares de exportación.
Federico Landgraf comenzó su presentación hablando sobre las restricciones internacionales a la oferta y sobre las restricciones locales a la importación, principalmente por la carencia de divisas.
Sobre las restricciones internacionales, el 2021 se caracterizó por la falta de disponibilidad de insumos a nivel global. Los motivos se vinculan a factores globales de logística tal el Índice mundial de contenedores, sumado a que el precio del flete marítimo en julio de 2021 aumento más de 4 veces con respecto al valor en julio del 2020, los costos de la energía y la escasez de materias primas. Por otro lado, nos encontramos con la crisis energética en China, donde hay producción de fósforo amarillo que sirve de materia prima para el glifosato, que significa el 50% del volumen de fitosanitarios a nivel global.
En cuanto a las restricciones nacionales, destacó dos generales: la circular 7030 de mayo 2020 sobre restricciones al acceso de Mercado Libre de Cambio y la Capacidad Económica Financiera (CEF) en Febrero 2022 donde el cupo fue administrado por AFIP.
Sobre las específicas se destacaron: el SIMIs (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones) y la LNA (Licencias no Automáticas).
Según Landgraf, las empresas que conforman CASAFE promueven la producción nacional. El 72% del volumen de ventas proviene de producción de plantas nacionales, mientras que el 28% restante corresponde a importación. El 12% es el volumen exportado respecto al volumen producido de fitosanitarios. El 93% de las empresas exportaron fitosanitarios entre 2015 y 2019 principalmente a países de la región. El volumen promedio exportado anual fue de 23 millones de kg/t.
Los insumos fitosanitarios son un eslabón estratégico y clave para la producción agrícola. Su uso y aplicación significan la generación de más y mejores cereales, oleaginosas y productos de las economías regionales, frutas, verduras, entre otros, en una cadena agroindustrial que en 2021 generó como ingreso al país 50.000 millones de USD.
El saldo de la balanza comercial del sector fitosanitarios es de 1.700 millones de USD en 2021. Por cada uno de esos dólares, se exportaron 30USD en alimentos y otros productos del complejo agroindustrial.
Las proyecciones 2022 estiman un saldo comercial de USD 2.500 MM
Por su lado, el Ing. Agr. Armando Allinghi habló sobre las importaciones de fitosanitarios de grados técnicos y formulados, y la importancia de la formulación local para el productor agropecuario que además genera un saldo exportable que ha crecido en el año 2021. La capacidad de síntesis y formulación local han crecido intensamente en los últimos años. Los productos que se abastecen son de muy buena calidad. Se avanzó en la mejora de las formulaciones a nivel local, buscando mayor eficacia con el menor impacto ambiental.
Según Allinghi, el escenario actual de fitosanitarios sufrió un aumento de costos en cuanto a materia primas, logística y hay demoras para poder llegar en tiempo y forma con los productos para los distintos cultivos con lo cual las empresas planean sus operaciones con una anticipación de 90 a 120 días o más. Además, las empresas dependen del crédito que obtengan para poder cerrar las operaciones y el aumento de las materias primas hizo que se traigan menos insumos.
Para Allinghi, el mercado de fitosanitarios estará abastecido y seguirá así si se puede acceder al MULC (Mercado Único y Libre de Cambio) para cumplir con los compromisos.
En cuanto a los desafíos de la industria, se habló sobre la importancia de brindar colaboración con SENASA como ente regulatorio; de los convenios internacionales, como Rotterdam; del Consejo Agroindustrial y se expresó la necesidad de avanzar con el proyecto de ley. Se señaló la relevancia del trabajo con la Red BPA en relación al proyecto de fitosanitarios y se destacó que siempre está en agenda el Cambio Climático.
En el tema de fertilizantes se remarcó la necesidad de mantener a los fertilizantes como un insumo crítico para lograr un adecuado rendimiento de los cultivos. La expectativa es mantener el mercado logrado en el 2021.
Se destacó el crecimientos de los bioinsumos y se indicó que es una tendencia que aumenta, señalando que son productos que se complementan con los tradicionales, entre ellos se destacan los bioestimulantes y los fertilizantes de liberación lenta.
La situación de los cultivos de cosecha fina es que se están abasteciendo pero se tienen dudas sobre la re fertilización del trigo y los cultivos de la gruesa, esto dependerá de la situación de disponibilidad de divisas y la aceleración de los trámites de importación.
La ronda de preguntas fue muy interesante y se profundizaron los temas relativos al abastecimiento, el futuro y la regulación de los bioinsumos, en los que ambas cámaras están trabajando con el SENASA.
Fuente: ACSOJA