Después de la acentuada baja del lunes, este martes y este miércoles fueron jornadas de visibles mejoras. Sobre todo durante el día martes.
Fueron dos días muy buenos en Chicago.
El precio del aceite de soja siguió en suba. La posición quedó con un ajuste de USD 1722.- por tonelada, es decir que tuvo un alza de casi USD 60.-
Como el precio del petróleo continuó su camino ascendente, la situación para la industria de los biocombustibles ha mejorado.
Es que la incorporación de porcentajes de biocombustibles puede ser mayor. Si se incrementa el corte con combustible fósil, las perspectivas para el aceite se hacen muy interesantes.
A este panorama halagüeño, se une otro negativo. ¿A qué nos referimos?
En primer lugar, se destaca la alicaída demanda de China, en un cuadro global donde la trilla en Brasil y el resto de Sudamérica continúa su avance.
De acuerdo a la Administración General de Aduanas de China, las importaciones de esta oleaginosa, a lo largo de marzo apenas llegaron a un volumen de 6,35 millones de toneladas, un 18% menos que durante el mismo mes de 2021.
En segundo lugar, están las demoras en la siembra de maíz sobre la zona agrícola de EE.UU. a consecuencia de bajas temperaturas imperantes que no permiten llegar a la temperatura adecuada en los suelos.
Obviamente, ello induce a estimar una mayor superficie de siembra para la soja en desmedro de la de maíz.
Sin embargo, la situación de la cruenta guerra en Ucrania sigue operando como sostén sobre los precios de la soja y, por supuesto, de los demás granos.
La terrible guerra sigue esparciendo incertidumbre que afecta directamente las exportaciones de granos desde la región del Mar Negro.
Para colmo, el trigo de invierno en EE.UU. en la región de las Planicies, sigue fuertemente golpeado por la sequía.
El mundo deberá enfrentar una reducción en la oferta.
El problema del hambre se acentuará. Y habrá ganadores y perdedores.
En tanto, en el mercado local, el cuadro fue muy bueno.
Este miércoles, para la descarga inmediata y para la fijación de mercadería, el precio estuvo en torno a $ 49.620-. Y mayo tuvo un nuevo aumento, alcanzando el nivel de USD 440.
Lamentablemente, nuestro país sigue sin aprovechar esta oportunidad; que podría mejorar el cuadro económico para todos los argentinos.
En definitiva, la soja no forma parte de la canasta alimentaria de nuestro país.