TENDENCIAS CLIMÁTICAS
El fenómeno La Niña se mantiene presente en la cuenca del Pacífico Ecuatorial central. Sin embargo es poco eficiente o nulo el acople que el mismo tiene con la circulación atmosférica. El efecto negativo sobre las lluvias que el mismo ha tenido hay que regionalizarlo con precisión. Al analizar el trimestre enero-marzo, se detecta el mayor impacto en áreas de Paraguay, centro norte de la Mesopotamia y el NEA.
Desde el punto de vista meteorológico, vastas zonas de la región pampeana (más que nada ER, SF y BA), clasifican sus acumulados como abundantes al compararlos con las estadísticas del trimestre. Esto no quiere decir que se hayan satisfecho las demandas agronómicas.
Como siempre mencionamos, si la distribución temporal de las precipitaciones no es eficiente, esto tiene su impacto negativo en el nivel de reservas de suelos que necesitan continuidad en la oferta de agua para abastecer en forma plena a los cultivos. Sin dudas el cambio en las condiciones atmosféricas desde mediado de enero ha sido favorable, más parejo en este mes de Marzo.
A lo largo del último mes de marzo se ha observado un debilitamiento del núcleo más frío cercano a Sudamérica, con aguas superficiales más frías que se sostienen en el centro de la cuenca oceánica. Por otra parte la corriente de Brasil, en el Atlántico ha comenzado a ceder, en forma temprana, frente al avance de la corriente fría de Malvinas, por lo pronto esto debería favorecer un posicionamiento del Anticiclón más hacia el sur, promoviendo vientos del este para la franja central.
Los pronósticos para el indicador ENSO, siguen proyectando su presencia para el resto del otoño. La neutralidad se instala durante el invierno y por lo pronto lo más probable es que la misma no ceda al ingresar a la primavera. De haber un corrimiento desde la posición de neutralidad, hay una ligera tendencia de rebotar hacia un enfriamiento. Vemos esta situación como muy conjetural y por lo tanto deberemos esperar los pronósticos del invierno para lograr un escenario de confianza a la hora de tomar decisiones de manejo.
La buena frecuencia de sistemas frontales ha sido la clave de la consolidación de las lluvias en marzo ya insinuada durante la última parte de febrero. En los primeros diez días de abril han vuelto a observarse lluvias, con algunos núcleos muy generosos en el centro sur de SF, sudoeste de ER y oeste de BA, También ha seguido lloviendo bien en NEA y el centro norte de la Mesopotamia, donde las lluvias que se han sumado ya tienen piso en los valores normales para el mes de abril. Por lo pronto el oeste y el centro de CB, es la zona donde la recuperación de lluvias es más pobre, lo cual converge en una situación más incierta para el inicio de la fina.
Es muy importante ver lo que sucederá durante los próximos veinte días con la posición del sistema de alta presión. Cuanto más tiempo predominen los vientos del noreste, mejores chances habrá para las áreas mediterráneas de recuperar las lluvias que no les dio el mes de marzo. Si la zona de alta presión se desplaza hacia el sur, el viento del noreste perderá eficiencia y por lo tanto el rio atmosférico asociado a la circulación del noreste transportará menos vapor de agua, lo cual redunda en lluvias más modestas. A medida que nos adentramos en el otoño, el viento del este se va imponiendo sobre el del noreste. Esta circulación favorece un retroceso de las precipitaciones sobre el oeste, también sobre el este, pero en menor medida. Reiteramos, es un aspecto que puede definir las condiciones de siembra en gran parte de la provincia de CB.
Las condiciones en general se presentan muy favorables para el avance de la cosecha en esta segunda década de abril. Las lluvias recién volverían en la última semana del mes.
CONCLUSIONES
De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:
1. El fenómeno La Niña seguirá presente hasta el mes mayo inclusive. Su impacto sobre el comportamiento pluvial es, en esta época del año, muy relativo. No se ha validado en las principales zonas del noreste del país y Paraguay durante marzo. En esta zona seguirá lloviendo en el corto y mediano plazo. La lectura parece ya más ligada a un episodio oceánico que a un evento acoplado a la circulación atmosférica.
2. Si bien se mantiene el consenso a nivel institucional respecto de la persistencia de las deficiencias pluviales generalizadas para el trimestre abril-junio (SMN-IRI-CPTEC), entendemos que esta situación no se concretará en forma homogénea. La actividad aumentada de la transición estacional todavía tendrá incidencia en el desarrollo pluvial del mes de abril, sobre todo mientras se mantenga eficiente el flujo de aire del sector noreste.
3. Es razonable comenzar a ver un progresivo retroceso del nivel de las lluvias sobre la franja oeste a partir del mes de mayo, lo cual posiblemente clarifique las decisiones de siembra para zonas mediterráneas una vez sabido el resultado pluvial del mes de abril.