¡Por fin! El precio de la soja logró mejorar.
Aunque parcialmente, lo hizo durante la jornada de este lunes, en el mercado de Chicago.
Atrás quedaron las bajas de la semana pasada.
¿Qué pasó? El problema de la cruenta guerra que se desarrolla en Ucrania no tiene visos de solución, al menos en el corto plazo, pese a las rondas realizadas para encontrar la paz.
Tan grave está el cuadro que algunos analistas no descartan que la escalada bélica se plasme en un ataque nuclear, por parte de Rusia. Imagínense lo que esta mera posibilidad puede afectar los mercados.
Los ataques rusos y la férrea resistencia ucraniana van empujando a la mayor parte de las naciones del mundo a rechazar la ofensiva de Putin y, en consecuencia, a aplicar todo tipo de sanciones; que sin dudas deberían repercutir en el mercado global de soja, sus derivados y demás granos, especialmente trigo, maíz, girasol y sus derivados.
La continuidad del conflicto bélico es un problema global, pues traba el comercio del petróleo y del gas procedente de Rusia. Y pone en alerta a las naciones dependientes del petróleo ruso, como es el caso de Alemania que tiene acá un punto débil.
Así las cosas, el precio del combustible sigue en alza.
¿La resistencia a comprar gas ruso podría elevar los precios granarios? Qué pasará con los biocombustibles?
Fijemos nuestra atención en un ejemplo. Un pequeño país, Lituania, acaba de cerrar las importaciones de gas proveniente de Rusia. “Buscando la independencia energética total del gas ruso, en respuesta a la guerra en Ucrania, Lituania ha abandonado por completo el gas ruso”, anunció el Ministerio de Energía en un comunicado, el sábado por la noche.
Así el cuadro, y en medio de un ajuste técnico de las posiciones de los fondos a lo que se suma la suba del precio del aceite y de la harina de soja, la situación se ha revertido. Este lunes fue una buena jornada para los precios.
El aceite subió para mayo USD 25.-; quedó en aproximadamente USD 1.595.-. A su vez la cotización de la harina se elevó. Mayo subió casi USD 6.- Quedó en USD cerca de 502 dólares.
El horizonte parece ser positivo para las cotizaciones.
Para colmo, el mercado va tomando en cuenta que la siembra de girasol en el suelo ucraniano es cada vez más compleja. Por otra parte, la producción de trigo de invierno resulta altamente incierta. Y los puertos continúan bloqueados por fuerzas rusas.
De acuerdo al Ministerio de Economía ucraniano, las exportaciones de granos han bajado más del 75% en marzo respecto de febrero.
En este contexto, obviamente, el clima debería asegurar una buena producción en EE.UU., Canadá, y Europa, para al menos reemplazar en gran parte la producción ucraniana. Por eso, el maíz, el trigo, el girasol y la cebada están en la cuerda floja. Y, por lo tanto, también la soja.
Este es un mundo loco. Un mundo que no aprende de sus errores y horrores. Uno no sabe si alegrarse o entristecerse. Hay dos caras en la moneda.
Como sostuvo una vez Alberdi: “El crimen de la guerra”.