PH del suelo Bueno, vale. Alguno dirá que no es imprescindible el suelo para un cultivo hidropónico puro. Es verdad. Pero no dudaremos nunca de que el suelo es el cimiento de la agricultura, y como tal, tenemos que conocer sus propiedades corregir sus deficiencias si queremos que de ahí salga algo provechoso.
El pH es un elemento que condiciona enormemente un suelo. En función de él tendremos que elegir las plantas que podemos cultivar ya que, aunque podamos corregir los niveles de acidez o alcalinidad de un suelo aportando correcciones, a largo plazo la propia capacidad tampón del suelo volverá a sus niveles iniciales de pH.
La corrección del pH del suelo
Se puede corregir el pH del suelo, pero más importante es ver por qué el
suelo tiene dichos niveles. Si es porque se encuentra en una zona boscosa y
húmeda con alto porcentaje de materia orgánica (suelo ácido) o bien porque
efectuamos un riego salino en nuestra parcela de tierra (suelo básico). Por
mucho que hagamos correcciones, si no conocemos todos los cambios que suceden en
él y que alteren sus propiedades (es decir, conocer el origen de dichas
alteraciones), no nos servirá de nada realizar enmiendas correctoras y supondrá
un gran gasto económico por nuestra parte.
Posibles deficiencias según el pH del suelo
El objetivo de este artículo era esto. Conocer de primera mano qué alteraciones pueden surgir cuando cultivamos en un suelo con un determinado pH. No quiere decir que siempre aparezcan las mismas carencias minerales ya que para ello necesitamos un análisis exhaustivo del suelo, pero si nos servirá para ayudarnos a elegir las plantas que queremos podemos cultivar en nuestro jardín.
Nitrógeno
No tendremos ningún problema de disponibilidad de nitrógeno para nuestras plantas siempre que el pH del suelo se encuentre entre 5,5 y 8.
Potasio
Si el pH del suelo es normal (cercano a 7), no existirá ningún problema de asimilación de potasio. Pero si:
pH > 8: se produce un antagonismo con el calcio.
Fósforo
Tenemos varios comportamientos:
Si pH < 6,5: precipita con hierro y aluminio.
Si pH > 7,5: precipitará con el calcio.
Si pH >8,5: se solubiliza con sodio.
Calcio
El calcio es el elemento por excelencia en un suelo básico o alcalino. Una planta cultivada en un suelo ácido es susceptible de tener problemas de carencia de calcio. Todo dependerá de los niveles necesarios para su desarrollo.
Boro
Cuando el suelo tiende a pH alcalino, se presentan deficiencias de boro.
Molibdeno
Si el pH de un suelo es ácido, las plantas cultivadas en él son susceptibles de presentar carencias de molibdeno.
Hierro, magnesio, cobre, cinc y aluminio
Todos estos elementos aumentan en solubilidad y disponibilidad para las plantas cuando el suelo es ácido. A medida que el pH disminuye, aumenta su movilidad. Por lo tanto, un suelo básico o alcalino es susceptible de presentar déficit en hierro, magnesio, cobre, cinc o aluminio. Recordemos por ejemplo, la clorosis férrica (la más famosa de las carencias) por falta de hierro y su corrección con dichos quelatos.
Lo dicho. No por tener un suelo alcalino vamos a tener con total solubilidad carencias de los elementos que tienen poca movilidad en pH alcalino. Todo dependerá de la sensibilidad del cultivo y el poder de adaptación de dichas especies.
Tabla donde se recoge el pH del suelo en el que se debería mover los principales cultivos
Cuando un suelo puede presentar problemas
Un suelo ácido o excesivamente ácido presenta una menor actividad de microorganismos y un menor desarrollo radicular. La asimilación del hierro mejora como hemos comentado antes pero no lo hace por igual la del fósforo o el nitrógeno (elementos muy importantes en cualquier cultivo). Sin embargo, para que realmente pensemos que vamos a tener problemas por pH ácido es a partir de 5,5.
Menos movimiento tenemos con un pH alcalino. A partir de 7,5 ya podemos empezar a tener problemas por exceso de insolubilización de hierro. Muchas plantas de nuestro jardín manifiestan problemas por falta de hierro, su detección por parte nuestra es muy fácil y la respuesta a aplicaciones de quelatos muy rápida.
Un pH de 9 presenta, a parte de una mínima movilidad del hierro, una alta presencia de carbonato sódico, con los consiguientes problemas físicos y químicos del suelo, haciéndolo muy difícil de cultivar.
Fuente: Portal Fruticola
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