El precio del maíz continuó su camino en alza, durante la jornada del jueves de Chicago.
La tendencia, que viene afirmándose desde principos de febrero, no cede.
El gráfico (futuros) es más que elocuente. Acá se muestran los precios futuros desde el inicio de febrero.
Vale recordar que a principios de la campaña, estos precios giraraban en torno a USD 540 por tonelada.
Y ahora lo hacen en torno a USD 760.-
La suba permanente de los precios del trigo a resultas, sin lugar a dudas, de
la guerra en Ucrania por la invasión del gigante ruso que ha paralizado el
comercio de este cereal, contribuye a la mejora del maíz.
Además el precio del petróleo, también ligado a la guerra, sigue en aumento.
Desde comienzos de la invasión el precio se ha disparado. El gráfico es claro.
No podemos olvidar que la guerra transcurre en una región que cubre dos países: Rusia y Ucrania.
Y ambos dos, Rusia y Ucrania, representan el 30 % de las exportaciones mundiales de trigo y el 20 % de las exportaciones de maíz.
Las exportaciones ucranianas se mueven en el mar de Azov, ahora suspendidas. Los daños por bombas en Mariupol, un importante puerto en el Mar de Azov, serían particularmente graves.
Las salidas de las exportaciones, via martíma, solo se pueden hacer por el sur del país, decir sobre el mar de Azov y el mar Negro.
Toda dificultad en el Mar Negro repercute sobre los principales importadores que deberán bregar para encontrar suministros alternativos.
Según la agencia Reuters, el ministro de Infraestructura de Ucrania afirmó que “Los puertos se cerrarán hasta el final de la agresión rusa en nuestro territorio …”.
El problema no se reduce únicamente al comercio y la logística. Ya ha comenzado a afectar el plan de siembra del maíz.
Una simple mirada a la situación humanitaria y de logística general plantea no solo graves interrogantes sobre la siembra, sino que prácticamente nos asegura que las dificultades que los productores de Ucrania habrán de sobrellevar parecen enormes, para la campaña 2022/2023.
Ucrania es un productor de maíz del orden de los 40 millones de toneladas al año. Y es muy posible que este volumen se reduzca violentamente.
Este país es uno de los cuatro principales exportadores de maíz del mundo además de EE.UU, Argentina y Brasil.
EE.UU. tiene exportaciones con destinos desconocidos hoy por hoy, pero el mercado presume que ellas terminarán en puertos chinos, frente a la interrupción del comercio desde Ucrania.
La búsqueda de orígenes alternativos, por parte de los importadores de este cereal, induce a estimar una suerte de puja sobre la oferta, que debería estimular la firmeza de los precios.
Sobre todo, si se considera el fracaso de la cosecha en América del Sur, donde la Argentina, lamentablemente, tiene ejemplos patéticos.