La primera voz de alerta fue el aumento del contrabando de semillas provenientes de Argentina y Brasil. Luego la oferta en redes sociales: “Vendo semilla argentina Intacta”. Así, fue evidente que en Santa Cruz ya se produce soya transgénica de eventos no autorizados por el Gobierno. Algunos productores de grupos afines al MAS lo admitieron a EL DEBER.
A decir del presidente de la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente (Cappo), es un ‘secreto a voces’ que en zonas productivas del Este y Norte Integrado de Santa Cruz se cultiva soya, con variedades Intacta de forma oculta. Estima que un 40% del área sembrada de soya está diseminada con esa variedad.
En ese contexto, Barrientos expresó que su sector planteará validar los nuevos eventos biotecnológicos, principalmente en soya y maíz, sin pruebas de campo para abreviar el uso de esta herramienta. “Vamos a buscar un acuerdo con los obtentores de las semillas para pedir al Gobierno validar los ensayos realizados en Brasil, Argentina y Paraguay para no demorar más años la aplicación de esa herramienta”, anotó, al expresar que este proceso debe ser como las vacunas de Covid-19, que fueron homologadas para aplicarse inmediatamente a las personas en Bolivia y el resto del mundo.
Así, organizaciones productivas de Santa Cruz afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), partido en función de Gobierno, pedirán homologar, sin ensayos previos, nuevos eventos de semilla genéticamente mejorada, principalmente soya y maíz. Dieron cuenta de que, en el caso de la soya, ya se cultiva este grano de forma clandestina con las variedades Intacta, un material genético transgénico no autorizado en Bolivia, tolerante al ataque de plagas.
El ejecutivo de la Federación Sindical de Comunidades Interculturales y
Productores Agropecuarios de Santa Cruz, Eduardo Aguirre, indicó que en estos
tiempos es complicado producir con plagas y fenómenos climatológicos adversos
que cada año golpean con más fuerza.
Estima que el rezago en biotecnología incrementa un 40% los costos de producción de soya. Aguirre dijo que hoy habrá un ampliado productivo en San Julián, con participación de autoridades nacionales, en la que su sector se adherirá a la propuesta de Cappo de homologar nuevos eventos de soya transgénica, sin ensayos.
A decir de la exejecutiva de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de las cuatro provincias del norte y actual diputada oficialista por la C-52, Deysi Choque, la biotecnología ha sido una lucha de mucho tiempo, cuyo alcance fue motivo de simposios, ampliados y congresos, donde se emitieron resoluciones para abreviar los procedimientos y así tener nuevos eventos que ayuden a ser competitivos en precio y cantidad.
Insinuó que Bolivia tiene los costos de producción muy altos; sin embargo,
pese a su bajo rendimiento la soya compite y se rige a precios internacionales.
Alcanza 1,8 toneladas por hectárea de promedio y compite con Argentina, Brasil y
Paraguay que producen de 5 toneladas en adelante.
Choque afirmó que hasta ahora el empresario y el que puede conseguir semillas no autorizadas está produciendo de manera clandestina soya con eventos diferentes a la tolerancia al glifosato -aprobada en Bolivia- y “esto también genera preocupación ya que es un secreto a voces porque el Estado no está regulando ni viendo las consecuencias de que sea de manera clandestina”, manifestó.
Otras fuentes oficiales -cuya identidad pidieron mantener en reserva- estiman
que hay entre 12 a 14 variedades de semillas Intacta que se producen en campos
de la zona este y norte y Guarayos (Santa Cruz) y en Beni. Dejaron entrever que
en la última campaña de verano el costo de semilla de las variedades Intacta
fluctuó de $us 1.050 a 1.300 la tonelada. Confirmaron que hasta por redes
sociales se ofrece el material genético.
Todo quedó en papeles
En septiembre de 2018, el Bloque Oriente -lo integran organizaciones sociales y productivas del MAS-, resolvió pedir al entonces presidente Evo Morales instruya conformar el Comité Nacional de Bioseguridad para analizar las solicitudes de aprobación de semillas de soya genéticamente mejoradas HB4 e Intacta, resistente a sequía y ataque de plagas, respectivamente.
Se definió 30 días para que el Comité emita un criterio técnico, cuyo alcance debía ser acatado para las campañas agrícolas de verano 2018-2019. Ahí quedó.
En abril de 2021, luego de que el Gobierno abrogara tres decretos sobre transgénicos, el ministro de Desarrollo Rural, Remmy Gonzalez, dijo que se reuniría con el sector agrícola, pero no hubo avances.