López explicó que para finales de 2021, se habrán producido 200.000 toneladas extra de alimentos que el año precedente. «El 95% de los recursos invertidos provienen del sector privado que sigue trabajando a pesar de que los créditos agrícolas son inexistentes, hay escasez de combustible, gran precariedad en la prestación de servicios públicos y sin la ejecución de un plan de siembra que debió ser diseñado por el gobierno nacional», sumó.
Señaló que estas cifras siguen siendo inferiores a las producidas hace 10 años. «El país pasó del capitalismo de Estado al sálvese quien pueda, es en este contexto en donde los privados han desarrollado sus actividades, sorteando todo tipo de dificultades», dijo.
Estos datos evidencian cierto grado de mejoría tras cinco años de caída en las actividades del sector primario de la economía. López sostuvo que «hubiésemos tenido un crecimiento mayor en 2020 si desde el Estado se nos garantizara el suministro de combustible».
Explicó que para 2021, la producción agrícola aportó al país más de 700.000 toneladas mensuales de alimentos, «lo que representa un estimado de crecimiento general de más de 40% interanual», recalcó el dirigente gremial.
Comentó que para 2021, la cartera agrícola cerrará en un monto cercano a los 100 millones de dólares, pese a que se había calculado que ésta se ubicaría en 500 millones de dólares.
Crisis de los contendores
El presidente de la SVIAA introdujo un tema de coyuntura internacional que impactará en el precio de los alimentos: los aumentos de los costos de producción en todo el mundo, debido a los efectos de la pandemia en la economía global.
La crisis de los contenedores producida por la alta demanda de fletes y la poca fuerza laboral para atender los puertos ha incrementado los costos de los fletes y «su impacto ya se comenzó a sentir en Venezuela, los precios de los insumos que se necesitan en el sector primario se están encareciendo».
«Además, los costos de los fertilizantes aumentaron 132% en un año y se prevé que esto impacte en un 20% los precios de la producción agrícola. Esto produjo que en 2021 muchos productores comenzaron a considerar dentro de la estructura de costos los agroquímicos y los fertilizantes», explicó el ingeniero López.
Para el año 2022, se presentan retos y desafíos para los productores agrícolas, los cuales están dispuestos a seguir trabajando pese al actual entorno económico. «Para el año que viene es necesario el diseño y ejecución de un plan de siembra, en donde estén involucrados actores privados, nacionales e internacionales. Además, es necesario que se reactiven los créditos bancarios al sector, que también aspira contar con combustible», detalló.
Finalmente, Saúl Elías López expuso que «es necesario que se recuperen las tierras expropiadas e improductivas y que en planes futuros de producción se incluyan a los pequeños y medianos productores, los más afectados por la pandemia y por las políticas económicas impuestas en los últimos dos años».
Fuente: Portal Fruticola