La actividad económica santafesina experimentó una leve baja mensual de -0,1% en relación a junio. El dato surge del Índice Compuesto de Actividad Económica de la Provincia de Santa Fe (ICASFe), que elabora el Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Con este resultado, el incremento acumulado durante los primeros siete meses
del año, se redujo a 1,4%. La tasa interanual de actividad económica julio
2021/versus julio de 2020, fue de 5,4%.
Las series con comportamientos positivos fueron las siguientes: demanda laboral,
1,1%, remuneraciones reales, 0,6%; puestos de trabajo, 0,4%; consumo de gas
industrial, 0,4%; venta de maquinarias agrícolas, 0,3% y ventas en
supermercados, 0,3%.
En tanto, los sectores con variaciones negativas son: producción láctea, -0,2%; recursos tributarios, -0,3%; el consumo de energía industrial, -0,3%; la faena de ganado bovino y porcino, -0,4%; el consumo de cemento, -0,8%; el consumo de hidrocarburos para la agroindustria y el transporte, -0,9%; la molienda de oleaginosas, -3,3% y el patentamiento de autos nuevos, -4,2%
Entre otras consideraciones, el informe destaca que la faena de ganado bovino y porcino se contrajo el 0,4% con respecto de junio, y un 8,3% en términos interanuales, siendo la única serie que experimentó una tasa negativa interanual en julio. “El segmento bovino fue el más afectado, luego de la incipiente recuperación registrada en los primeros meses del año, el indicador revirtió el sentido a partir del mes de mayo”, indica el CES.
En cuanto a la síntesis y perspectivas, el CES señala que “la variación interanual del ICASFe pasó de 8,5 a 5,4% entre abril y julio de 2021. Esta transición se explica como resultado de un buen inicio en el primer trimestre del año seguido de cuatro períodos mensuales de contracciones leves (abril-julio).
“En este sentido, respecto al piso que tocó la actividad en abril de 2020, la economía logró una significativa recuperación durante los primeros 12 meses, y luego comenzó a perder impulso. Como factor explicativo, los indicadores más afectados son los representativos de la inversión en bienes durables (construcción y patentamiento de nuevos vehículos), a los que se han sumado algunas variables del sector agroindustrial.
“A partir de agosto se redujeron las restricciones a la circulación propias del contexto de pandemia, pero persiste un desfavorable contexto macroeconómico. En este sentido, las próximas mediciones serán clave para determinar el desenvolvimiento de la actual fase expansiva que, a quince meses de su inicio, está perdiendo fuerza y parece alejarse de la posibilidad de dar inicio a una senda de crecimiento más sostenida”.