Es sabido que la Argentina se destaca por su alta eficiencia en la producción agropecuaria y para lograr tal posición ante el mundo, el desarrollo de la industria nacional de maquinaria agrícola ha sido y es un factor central.
Es decir, la investigación, diseño y fabricación de maquinaria agrícola nacional permitió la provisión en tiempo y forma de los equipos necesarios con características específicas.
Un aspecto diferencial, en nuestro país, es el intenso uso anual de los equipos, condición necesaria para lograr su rápida amortización por un lado y por otro, que pequeñas extensiones agrícolas tengan acceso al uso de equipos muy modernos y de elevada capacidad de trabajo de la mano de los contratistas rurales.
La notable difusión de la figura del contratista que brinda servicios con maquinaria agrícola ha colaborado con el logro del elevado uso anual de los equipos.
En el caso de las sembradoras, el desarrollo de equipos de condiciones específicas hizo posible la siembra de superficies en tiempos acotados, con la calidad de implantación que permite minimizar la brecha entre los rendimientos potenciales y reales de las semillas involucradas.
Entre los desarrollos y mejoras en las sembradoras de fabricación nacional se pueden destacar los siguientes.
Siembra directa
Sembradora para siembra directa, logradas a partir de la investigación y desarrollo de la industria nacional, que tuvo gran impulso en la década de los 80, y puede señalarse como uno los grandes hitos del sector.
Estas sembradoras han permitido el desarrollo y la difusión de la agricultura más conservacionista en nuestro país, colocándolo a la vanguardia de esta tecnología en la producción agropecuaria mundial.
Asimismo, el diseño y calidad de las sembradoras de directa desarrolladas por la industria nacional ha propiciado la exportación de máquinas y tecnología a países de importante producción agrícola.
También ha permitido que técnicos argentinos se capacitaran y continúen
capacitando a productores y técnicos de otros países en la cultura de la siembra
directa o conservacionista.
Sin los equipos desarrollados por la industria nacional, este accionar no
hubiese sido posible.
Paralelogramos montados íntegramente sobre rodamientos, prolongando los tiempos de mantenimiento y la vida útil de cada componente. Ello reduce los tiempos de mantenimiento y aumenta el tiempo disponible para la siembra, e incrementa la capacidad de trabajo de los equipos más allá de sus mayores anchos de siembra.
Cuerpos de siembra con paralelogramos, de gran longitud para el copiado fiel del terreno con movimientos suaves, manteniendo constante la profundidad de siembra, y permitiendo el correcto desempeño del dosificador y del tubo de bajada, aún en condiciones difíciles de suelo y rastrojo.
Sistemas de transferencia de carga al cuerpo de siembra superadores respecto del resorte tradicional. Uno de ellos es un amortiguador hidroneumático que mantiene la carga del cuerpo contra el suelo constante aún ante cambios de altura y cambios de dureza del suelo. El beneficio para el productor es que se mantiene la profundidad de siembra, logrando uniformar la emergencia en el cultivo. Esta condición se traduce en plantas de la misma altura, sin individuos dominantes ni dominados, reduciendo la brecha entre el rinde potencial y el rinde real a cosecha.
Surcadores doble disco encontrado y doble disco desencontrado que permiten sembrar bajo cobertura, logrando un surco de paredes limpias de rastrojo, y dejando condiciones óptimas de humectación, germinación de la semilla y emergencia de la plántula.
Cuchilla de generoso diámetro, que mejora el trabajo del tren de siembra y anclada al bastidor central del equipo, hace a la confiabilidad del equipo.
Dosificación de la semilla
Placas de siembra de gran diámetro, único en el mundo, logrando un completo llenado de los alvéolos a una misma velocidad tangencial de la placa, con lo cual se logra una mejor calidad de siembra debido a una mejor distribución de la semilla en el plano horizontal.
Asimismo, otro desarrollo propio es la placa de siembra inclinada, con excelente trato a la semilla, cuyo efecto es también el mejoramiento de la distribución por el más suave trato a la semilla.
La transmisión de movimiento hasta la placa de siembra mediante un flexible es el desarrollo que permite, en dosificadores mecánicos de placa, el corte de movimiento al dosificador por cuerpo. Ello permite la siembra de lotes con contorno irregular manteniendo constante la distribución de semilla ante trayectos sinuosos, y sembrando al sesgo, definir la salida a cabeceras en una línea continua. Asimismo, la trasmisión por flexible reduce los tiempos de mantenimiento.
El desarrollo de dosificadores neumáticos por la industria nacional ofrece beneficios como el mejor trato a la semilla, la posibilidad de sembrar con precisión semilla no calibrada, la prescindencia de contar con una placa para cada híbrido con el ahorro de tiempo que ello significa, y permitir la trasmisión de movimiento electro-hidráulica. Asimismo, son dosificadores con la confiabilidad necesaria para trabajar en condiciones de servicio extra pesado, exigidas debido a las dimensiones de los lotes de nuestro país, y al trabajo sobre rastrojos en terrenos sin preparación y previa, incluidos los poceados con pisteo de la hacienda.
La maniobrabilidad y agilidad en el traslado de la sembradora, es otro aspecto relevante desarrollado por la industria nacional. En su momento se destacaron las máquinas “tiro de punta” que hoy aún permiten el traslado por caminos de equipos de gran ancho de siembra, condición básica para el trabajo del contratista.
Eficiencia
Los desarrollos más actuales están enfocados hacia el aumento de la eficiencia de las sembradoras.
La eficiencia se evidencia en el mayor ancho de labor de los nuevos modelos que incrementa su capacidad de trabajo. Pero más allá del ancho, se suman otros cambios como la tolva centralizada, el plegado hacia adelante para el traslado accionado desde la cabina del tractor en pocos segundos, y la lanza única para traslado y trabajo. Son cambios que se vuelcan en las máquinas tipo air drill y todos ellos sumados, aumentan la capacidad de trabajo de los equipos en un 30%, respecto de una sembradora con tolva en todo su ancho y tiro de punta.
Asimismo, con estas mejoras, se logró combinar anchos de siembra de 19 metros
o más, con anchos de transporte que rondan los 3,9 m. Un beneficio de valor para
el traslado de los equipos entre campos.
Electrónica
Asimismo, otros desarrollos de la industria nacional están enfocados hacia el aumento de la eficiencia como los motores eléctricos, embragues, que sumados a los dosificadores neumáticos, mejoran la siembra, en conjunto con la electrohidráulica aplicada en las sembradoras. Estas mejoras cambiaron las transmisiones de las máquinas que ya no son necesariamente mecánicas con ruedas motrices y cajas de cambio. Estos cambios acortan los tiempos de la puesta a punto, la cual incluso se puede hacer sin detener la siembra.
Luego, se suman los sensores que monitorean las funciones de la siembra en tiempo real y también actúan sobre ese monitoreo. Es la llamada siembra variable y la agricultura de precisión. En ella el operador o quien gerencia la siembra, además de leer las variables, monitorea la posición de la máquina. De esta manera se siembran distintas densidades según la ubicación del equipo.
Así se tiene una importante evolución que no solo en la distribución sino también en la colocación de la semilla, debido a que se dispone de sensores que miden el contacto de la rueda con el suelo. Si no se da tal contacto en la medida deseada, el sistema indica la necesidad de suministrar más carga, a través de un pulmón o de un actuador.
Es decir la conectividad y el manejo de datos es un capítulo nuevo que los fabricantes están previendo manejar para el mundo que viene.
Lo que se viene es la disponibilidad de toda esa información, a través de un manejo remoto de datos, que permite accionar o hacer cambios sobre la máquina, debido a problemas o porque se produjeron cambios en la condición de siembra, (por ejemplo, poca humedad en el suelo, o poca temperatura) y por lo tanto convenga cambiar la condición de la sembradora.
Los mencionados son solo algunos de los desarrollos de la industria local inserta en una economía que exige al productor agropecuario más eficiencia cada año, en la que va la vida misma de la empresa. Los equipos desarrollados por la industria nacional hacen posible lograr esa eficiencia.
Tecnología y rentabilidad
Para administrar un equipo de siembra y hacer presupuestos se puede aplicar el siguiente cálculo:
Donde
Capacidad de trabajo (ha/h), son las hectáreas que un equipo puede sembrar por hora (esperables).
Ancho (m), es el ancho de siembra del equipo en metros que se calcula multiplicando la cantidad de líneas o cuerpos de siembra por su separación.
Velocidad de avance (km/h), es la velocidad de trabajo del equipo real a campo.
El coeficiente de tiempo efectivo expresa qué porcentaje de las horas trabajadas está aplicado a sembrar efectivamente. Es decir, descuenta las “pérdidas de tiempo” o el tiempo empleado en trabajos indirectos como cargar las tolvas, calibrar la máquina, reparar roturas, hacer tareas de mantenimiento y también vueltas en cabeceras.
Durante años este coeficiente estuvo valuado en un 70%, es decir, que se estimaba que una sembradora perdía el 30% del tiempo de trabajo.
Hoy ese 70% cambió hacia mayores valores, debido a la investigación y desarrollo aplicados por la industria nacional, que trasunta en numerosos logros, entre los que se pueden destacar:
● Transmisiones electro-hidráulicas y eléctricas
● Sensores y actuadores eléctricos
● Abastecimiento más ágil de tolvas de mayor volumen por línea de siembra
● Menos tiempo de mantenimiento, con lubricaciones de por vida, regulaciones más
ágiles.
● Mayor confiabilidad, debido a los materiales y los diseños.
● Por otro lado, los dosificadores, los tubos de bajada y su anclaje permitieron
aumentar la velocidad de siembra.
Todo ello redunda en una mayor rentabilidad del negocio de la siembra por su mayor eficiencia en el uso del tiempo y del capital inmovilizado en equipos.
Uso anual intenso de las máquinas agrícolas
Como ejemplo para comprender de manera cabal qué significa el uso intensivo de los equipos agrícolas en nuestro país, podemos recordar que una cosechadora puede trabajar por año unas 3 veces la cantidad de horas que el mismo tractor lo hace en Estados Unidos.
Esa intensidad de uso hace que nuestra agricultura haya sido considerada como pista de pruebas de cosechadoras de fábricas de otras partes del mundo.
Fuente: CAFMA