La situación del mercado de ganados y carnes está determinada por el clima
pre-electoral y dominado por la incertidumbre. A la suspensión de exportaciones
comunicada por el Presidente Alberto Fernández el 20 de mayo le siguió una
apertura con restricciones en volúmenes y cortes mediante decreto 408 publicado
en boletín oficial el 23 de Junio. A casi 60 días de tomada la medida, desde el
sector privado nos reunimos con funcionarios nacionales y provinciales, quienes
comprendieron que la restricción de cortes de la categoría “vacas” es un error
que debe ser subsanado, llevamos ya casi un mes y eso no ocurre, ocasionando
pérdidas absurdas a todo el sector y al país.
Entendemos que las decisiones están determinadas por el clima electoral,
porque no encontramos explicaciones racionales a la restricción de cortes
procedentes de la faena de vacas que no se consumen en el mercado doméstico,
solo queda intentar comprender que está motivada por razones políticas y que hay
un sector de electorado que ve satisfactoriamente este tipo medidas.
Al sector productivo este tipo de decisiones e indecisiones les ocasionan un
gran perjuicio porque frena inversiones, como ya dijimos causa grandes pérdidas
innecesarias y, en definitiva, perjudica el desarrollo del interior del país
ocasionando deterioro del empleo privado que tanto necesitamos afianzar para
salir adelante como sociedad. El mecanismo de emergencia de prohibición de
despidos y doble indemnización extendida hasta finales de año no creará nuevos
empleos y el desánimo que provoca las restricciones al comercio potencia su
efecto contractivo.
Por otra parte, ya señalamos en otras oportunidades que la medida sería
ineficiente si el objetivo era la baja de precios lo que se refleja en las
estadísticas del Indec sobre la inflación del mes pasado.
Como dijimos en ediciones anteriores, la producción ganadera y las faenas
están en proceso de reconfiguración. Analizando la de junio se puede apreciar
que ha sido levemente inferior, -2.6% menos que la faena de abril (último mes de
faena sin intervención en el mercado) con misma cantidad de días hábiles que
junio (21) y un -3,5% de lo que representa la faena promedio de todo el
semestre.
En el contexto de restricción de actividad exportadora y la situación
económica general, creemos que son números aceptables, pero encienden una luz
amarilla importante. Incluso se advierte una suba en la faena de junio de la
faena de categoría novillito y vaquillonas comparados con el mismo mes de abril.
Pondremos en observación si la mayor faena de novillitos obedece a
requerimiento de demanda doméstica o a la liquidación ante el espanto de
restricciones para las exportaciones de novillos (seria apresurado pero no
podemos dejar de considerarlo).
Por otra parte, la faena de porcinos continua creciendo en cantidad y la
oferta en aumentará en el mercado interno producto de la caída de su valor en
exportaciones con destino a China con un precio muy inferior al de los cortes
vacunos, este producto continuará afianzándose y siendo un alternativa para los
consumidores.
El mercado de consumo debe analizarse en su totalidad. El ciudadano argentino
ha diversificado su dieta no solo por precio, sino también por hábito. En este
contexto no creemos posible subas significativas en el precio de la hacienda y
de la carne sino más bien un mercado sostenido o en el mejor de los casos con
valores que acompañen a la inflación, y esto más de las medidas de intervención
que tome el gobierno nacional.
En función de la realidad que impone “el mercado” creemos que es necesario quitar las restricciones a la exportaciones y poner en vigencia un plan ganadero que corrija las inequidades fiscales que hace décadas reclama el sector, reconozca una categoría especial de régimen simplificado para el carnicero, equipare la alícuota de IVA para con el servicio de faena, permita la exportación de cueros crudos salados sin retenciones y se generen líneas de crédito blando tanto para la actividad ganadera, especialmente el sector de encierres a corral y para con la adecuación de establecimientos de faena para que hay un único estándar sanitario básico a nivel país.
Por: Dr. Daniel Urcía, presidente de Fifra
Fuente: Fifra