Para cultivos como los frutales o las especies forestales, el invierno es un momento clave: generalmente, se espera a los momentos de las últimas heladas para hacer el trasplante de aquellas plantas que se sembraron hace dos años y que necesitan ya ser instaladas en el que será su espacio definitivo.
Y uno de los aspectos clave es cuidar al máximo que ese momento no afecte la salud de la especie; entre otras cosas, asegurando una buena nutrición de las raíces.
Con el fin de acortar los procesos y hacerlo más eficaces tanto en el aspecto agronómico como en lo económico, Compo Expert tiene dentro de su paleta de soluciones el fertilizante Basacote.
Se trata de un producto a base de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK), y que también concentra microelementos, que se caracteriza por estar recubierto por una membrana de poligel que permite una "liberación controlada" de estos nutrientes, señala Juan Messineo, Jefe comercial de la compañía en Argentina.
"El principal beneficio es que uno puede colocar este fertilizante pegado a la raíz sin riesgo de quemado, precisamente por esta característica de que los nutrientes son liberados lentamente a través de esa membrana, en función de los requerimientos de la planta", advierte Messineo.
Asimismo, otro beneficio es que, al no quedar los nutrientes inmediatamente expuestos al suelo, no hay fijación de los mismos, y sí hay un uso más eficiente al momento de la absorción por medio de la raíz.
Modalidades
Basacote viene en cuatro opciones: 3 M, 6 M, 9 M y 12 M. "A mayor grosor, es más tiempo de duración. A medida que aumenta la temperatura y la humedad del ambiente, el fertilizante se libera más rápido, porque está diseñado para acompañar los requerimientos de la planta que, se supone, son más altos precisamente con esas condiciones ambientales que son las que aceleran su crecimiento", explica Messineo.
E insiste: "Muchas veces los fertilizantes se entierran a 10 o 15 centímetros bajo la superficie para que no quemen las raíces. En cambio, Basacote pone a disposición los nutrientes bien al lado de las raíces y las mismas los pueden absorber apenas crecen. Y de esta manera también se evitan aplicaciones foliares que no suelen ser tan eficientes".
La ventaja económica, según Messineo, es que hay un ahorro de mano de obra, porque no hace falta trasplantar y luego fertilizar, sino que con Basacote se pueden realizar los dos procesos en conjunto.
Algunos de los principales cultivos en que se utiliza este producto es en frutos secos, nuez, nuez pecán, frutas de vid y carozo, té de yerba, cítricos y especies forestales, como eucaliptos y pino. Asimismo, se comercializa para hacer mezclas con los sustratos que se utilizan en los viveros.
En forestación, la dosis recomendada ronda entre 10 y 20 gramos por planta; en frutales, entre 40 y 80 gramos.
Con esto, lo que se logra es que, al tener una mejor nutrición desde el arranque del trasplante, la especie se despegue lo más rápido del suelo y así se reduzcan los riesgos de ataques de hormigas o los daños por heladas o malezas.
"Una planta que crece rápido tiene más rusticidad y puede competir con las malezas con más fortaleza. Además, los nutrientes que traen Basacote ofrecen un mejor color tanto en hojas como en frutos", enfatiza Messineo.