La elevada producción de granos y los mejores precios en relación a los esperados al momento de la siembra llevaron a que muchos productores e inquilinos obtuvieran mejores resultados económicos en la campaña agrícola que está finalizando.
Hay una demanda muy firme para alquilar campos agrícolas para la campaña 2021/2022 en nuestra provincia. Gran parte de ella no va a quedar satisfecha. Se espera que para la próxima campaña los valores de los arrendamientos se van a mantener o incrementar en alrededor de uno a dos quintales por hectárea según zona.
La firmeza en el mercado de alquileres de los campos agrícola lleva a que los propietarios incrementen la renta por su tierra. Los mejores resultados económicos obtenidos en la presente campaña junto con las mejores perspectivas de renta para la próxima explican que los valores de los campos agrícolas hayan encontrado el piso, incluso que hayan subido algo en las mejores zonas productivas de nuestra provincia.
Se ha incrementado la demanda por compra de campos agrícolas. El perfil del comprador es el del productor que cuenta con algún excedente y quiere ampliar su campo o invertir en tierra en alguna zona cercana. Los relativamente pocos negocios agrícolas que se cierran son de escala media a chica. Los grandes inversores están prácticamente retirados del negocio. Hay mucha incertidumbre política, económica y sanitaria por la pandemia como para invertir grandes montos.
La demanda de campos agrícolas para alquilar es mucho mayor que la de compraventa de tierra agrícola. Una va por el ascensor y la otra por la escalera. Los alquileres son de corto plazo y se pagan en pesos y la compra de tierra se hace pensando en el mediano y largo plazo y se paga en dólares.
Un panorama diferente se observa en el mercado de los campos ganaderos, tanto para compra como para alquiler. El movimiento es claramente menor que el de los campos agrícolas. El mercado de campos ganaderos está casi paralizado. Las explicaciones habría que buscarlas, además de la incertidumbre política, económica y sanitaria que se mencionara anteriormente, en las fuertes restricciones impuestas por el gobierno nacional para la exportación de carne bovina, como así también en las limitaciones productivas impuestas por la ley de bosque en el arco Noroeste de nuestra provincia.
Llama la atención que en los últimos tiempos hayan aumentado significativamente los pedidos de tasaciones y subdivisiones de campos familiares. Hace casi una década que la compraventa de campos se encuentra en niveles muy bajos y ello explica por qué muchas empresas familiares deban dar solución a sus conflictos o a la necesidad de distribuir el capital tierra entre sus integrantes.
Últimamente se han visto con preocupación casos de gente que ha puesto su campo en venta porque tiene la intención de irse del país, o de quedarse en él, pero colocar sus activos en otros países.
Fuente: García Astrada Inmobiliaria Rural