La inflación de 2021 estará más cerca de 60% que de 50%, costará bajar de 3.7% a lo largo del año a nivel mensual.
El precio de la carne es una incógnita ya que depende del desabastecimiento, de la oferta doméstica, de las prácticas de los frigoríficos, de la demanda de China. Parece una jugada improvisada del gobierno con costos políticos que dividió incluso al campo.
El PIB no crecerá 7%, sino más cerca de 4% porque habrá confinamiento importante en el segundo semestre para reducir la circulación, en el segundo trimestre se cae 3%.
La soja ha sido clave para dar un respiro, en particular en el trimestre dorado que atravesamos hoy, con incremento moderado de reservas.
La falta de clases presenciales hará caer el ingreso promedio de los estudiantes a futuro, se pierde capital humano, este tema está muy estudiado en el mundo.
Los aportes compensatorios a población vulnerable son limitados, menos de 1.5 % del PIB, esto no es suficiente y se manifestará en marchas y piquetes anti cuarentena, despidos, cierres. Sufre mucho el sector servicios, en particular el comercio. No es un tema sencillo porque hay que evitar de modo drástico la circulación. En las encuestas de opinión, la gente valora más la economía que el coronavirus, pero la prioridad debe ser la vida. La economía debe esperar cuando se trata de terapias intensivas colapsadas en un país como Argentina, en el top ten de muertos por población a nivel mundial entre 200 países.
La falta de vacunación es evidente, deberíamos tener hoy 30 millones de primeras dosis -y no 10- y 15 millones de segundas. Fue una gran omisión, el mayor responsable es el presidente, porque no hace foco en el tema y se dispersa en muchos frentes. En este momento, la gran política se llama vacunar, todo lo demás es secundario.
La pobreza sería de 54 %, si el peronismo no hubiese compensado el año pasado con IFE y ATP. Si bien fue poco lo otorgado, logró en cierta medida compensar ingresos.
La inflación depende de acortar el gasto público, de subir la tasa de interés y de que el dólar no crezca como le pasó a Macri. Es un tema macro. Lo que pase en las góndolas está en una prioridad 8, es importante, pero en esa escala. En ningún país del mundo la inflación depende de lo que pase en el mundo de Paula Español y las mediciones de góndolas.
Hay una obsesión con los precios internacionales que afectan a los domésticos, cuando en realidad influyen, pero no son determinantes. Los alimentos seguirán subiendo y complican más a los hogares de menos recursos, ya que su peso es clave en la canasta total.
La elección de medio término será muy pareja. El oficialismo está herido por la macro, la pandemia, la corrupción, la falta de un plan económico, la inflación, por las diferencias internas, entre otros factores. Pero la oposición está ´jugando 5 puntos sobre 10. Falta una estrategia de ataque en Juntos por el cambio que no se ve y hay mucho internismo entre moderados y halcones.
Después de la elección, es grande la probabilidad de alza del blue de modo importante como en la última elección, el oficial se va a disparar. La tensión Patria vs. Guzmán generará incertidumbre y el PIB crecerá aproximadamente cero durante el 22 y 23. Hay que esperar a un gobierno bueno -muy bueno es mucho pedir- para crecer al 3 %, y recuperar en parte lo perdido entre 2010 y 2023 en salario real, consumo, exportaciones e inversión.