"La desmejora registrada en marzo es atribuible al abrupto incremento en los gastos fiscales por arriba del crecimiento registrado en los ingresos del erario público. En particular, se destaca el aumento en las transferencias corrientes de un 33% en tan sólo un mes, fundamentalmente las destinadas al sector privado", explica Víctor Beker, director del CENE.
"Se trata, por un lado, de gastos asociados al recrudecimiento de la pandemia y la pobreza, como la tarjeta Alimentar, el programa Potenciar Trabajo y Repros de asistencia a empresas, junto con subsidios a los sectores energético y del transporte. Es de señalar que se trata de erogaciones que, en su mayor parte, no estaban contempladas en el presupuesto 2021", continúa el economista.
"Esto indica que difícilmente pueda cumplirse con la meta de déficit contemplada en dicho presupuesto, que fue elaborado bajo la hipótesis de que no habría una segunda ola de la pandemia que pudiera requerir gastos similares a los de 2020", completa el director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) que mide la Universidad de Belgrano.
El Índice de Equilibrio Fiscal se calcula como el cociente entre los gastos y los ingresos totales. El valor 100 indica una situación equilibrada; por encima de dicho valor denota superávit, y por debajo, déficit.
Fuente: Universidad de Belgrano