La cantidad de carne mensual que se puede comprar con un salario promedio de la economía argentina va en caída libre y se encuentra en mínimos históricos ante la suba de precios y la marcada caída del poder adquisitivo.
En 2017, que tuvo el mejor registro desde 2005, se podían comprar 159 kilos por mes y desde entonces se dio un marcado descenso. En 2018, se pasó a 156 kilos, al tiempo que en 2019 descendió a unos 139 kilos. En la actualidad, los elevados precios de la carne responden principalmente al regreso de la Argentina al mercado internacional, lo que se reflejó en una reducción de mercadería en el ámbito local.
El economista jefe del IERAL de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, evaluó en diálogo con la agencia NA que «el poder de compra de los salarios está bajo, no sólo contra la carne, sino contra todos los bienes de la economía».
En ese escenario, consideró que «se están combinando dos factores» y señaló que uno se vincula con que «los precios de la carne han subido bastante por una oferta ´relativamente escasa´ para abastecer los dos frentes, tanto el interno como externo».
El otro elemento, según puntualizó, es «el poder de fuego de los salarios contra todos los bienes», que está «muy deteriorado luego de tres años de crisis». En 2010 se había dado una fuerte baja en el indicador, al pasar de 148 kilos mensuales a 115, pero en ese caso los precios estaban elevados porque la producción de carne era «escasa» para la demanda del mercado, aclaró Garzón.
De acuerdo con la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, (CICCRA), en febrero el consumo de carne vacuna por habitante profundizó la tendencia negativa de 2020, al llegar a 49 kilos por año. «En comparación con el registro de doce meses atrás, experimentó una caída de 3,2%», analizó la entidad.
Destacó que si se realiza la comparación frente a 2008, año en el que se dio un pico en el consumo interno, la caída del mes pasado llega a un 28,9%. En ese escenario, el Gobierno apuesta al acuerdo de precios con los frigoríficos exportadores por la rebaja de hasta 30 por ciento en el precio de ocho cortes de carne para dar impulso a las ventas.
La iniciativa oficial que comenzó a regir en febrero en grandes supermercados y el mercado central fue criticada por los representantes de las carnicerías por entender que, al no estar incluidas en el entendimiento, hay una «competencia desleal» con las grandes cadenas que ofrecen los descuentos.
En tanto, el Ministerio de Economía destacó que si bien los alimentos el mes pasado volvieron a subir por encima del nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC), «dentro del rubro se destaca la desaceleración de carnes y derivados hasta 2,8% mensual» ante «la implementación de acuerdo con frigoríficos».
Fuente AgroNOA